Información y Consejos de Salud para ir a Kenia

Salud en Kenia

Sin duda, África tiene una variedad impresionante de enfermedades tropicales y de otro tipo, pero es mucho más probable terminar con un brote de diarrea, un resfriado o la infección de una picadura de mosquito que con algo más exótico. Quienes lleven las vacunas al día y adopten algunas medidas preventivas básicas no sucumbirán a otros peligros sanitarios, salvo en casos de muy mala suerte.

Antes de partir

Resulta tentador dejar todos los preparativos para última hora, pero no: muchas vacunas no surten efecto hasta dos semanas después de su administración, así que habrá que ir al médico entre cuatro y ocho semanas antes de viajar. Se aconseja pedir al médico un Certificado Internacional de Vacunación (cartilla amarilla), que recoge las vacunas administradas al viajero. Es obligatorio llevarlo a los países africanos que exigen para entrar pruebas de vacunación contra la fiebre amarilla, como Kenia y sus vecinos, pero es buena idea hacerlo siempre.

Seguro médico para viajar a Kenia

Pago de servicios Conviene saber si el seguro se ocupa de pagar a los proveedores o reembolsa el dinero a posteriori en el caso de gastos sanitarios en el extranjero (muchos médicos esperan que se les pague en efectivo).

Transporte de emergencia Es vital asegurarse de que el seguro de viajes cubra el transporte de emergencias para llegar a un hospital de alguna gran ciudad, a mejores instalaciones médicas en cualquier sitio de África o de vuelta al país de origen, por aire y con un asistente médico de ser necesario. No todos los seguros lo cubren, así que hay que consultar bien la póliza.

Asistencia médica Si se necesita ayuda médica, la aseguradora quizá pueda localizar el hospital o clínica más cercanos, o se puede preguntar en el hotel. En caso de emergencia, se aconseja ponerse en contacto con la embajada o consulado.

Evacuación aérea Pertenecer a la African Medical & Research Foundation (AMREF; www.amref.org) permite contar con un servicio de evacuación por aire en caso de emergencias médicas en Kenia, así como traslados en ambulancia aérea entre instalaciones médicas. El dinero que pagan los miembros por este servicio se destina a facilitar asistencia médica básica a la población local.

Botiquín para Kenia

Conviene llevar un botiquín médico y de primeros auxilios para enfermedades o heridas menores. Si se viaja por una zona afectada por la malaria, sobre todo en la que predomine la malaria por parásito Falciparum, se aconseja llevar un kit de autodiagnóstico que detecta la malaria en sangre con un pinchacito en el dedo.

Otros artículos importantes para el botiquín son:

  • Acetaminofeno (paracetamol) o aspirina
  • Acetazolamida (Diamox) para el mal de altura (solo con receta)
  • Esparadrapo de tela o de papel
  • Pomada antibacteriana (p. ej., Bactroban) para cortes y abrasiones (solo con receta)
  • Antibióticos (solo con receta), como ciprofloxacino (Ciproxina) o norfloxacino (Utinor)
  • Fármacos antidiarreicos (p. ej., loperamida)
  • Antihistamínicos (para la alergia al polen y otras reacciones alérgicas)
  • Fármacos antiinflamatorios (p. ej., ibuprofeno)
  • Pastillas antimalaria
  • Vendas, gasas
  • Repelente de insectos con DEET
  • Pastillas de yodo (para desinfectar el agua)
  • Sales de rehidratación oral
  • Aerosol antiinsectos con permetrina para ropa, tiendas y mosquiteras
  • Navaja de bolsillo
  • Tijeras, imperdibles, pinzas
  • Crema con esteroides o crema de hidrocortisona (para sarpullidos alérgicos)
  • Protector solar
  • Jeringas, agujas esterilizadas y líquidos intravenosos para ir a zonas remotas
  • Termómetro

En Kenia

Asistencia médica y coste

Niveles de asistencia La asistencia sanitaria en Kenia es variable: puede ser excelente en Nairobi, pero suele resultar desigual en lugares menos transitados, incluso en Mombasa. A veces hay que adquirir los fármacos e incluso vendajes estériles y líquidos intravenosos en alguna farmacia. El nivel de la asistencia dental es igual de diverso, y hay un riesgo importante de transmisión de hepatitis B y VIH.

Hospitales En general, los hospitales públicos de Kenia ofrecen el servicio más barato, pero están poco actualizados en cuanto a equipos y medicamentos; los hospitales misioneros (donde se suele pagar mediante donativos) tienen a menudo instalaciones más razonables; y los hospitales y clínicas privados son más caros, pero normalmente tienen medicamentos y equipos más avanzados y un personal mejor formado.

Medicamentos La mayoría de los fármacos se adquieren sin receta. Muchos de los que se venden en Kenia pueden no ser efectivos, por estar adulterados o no haberse almacenado en buenas condiciones. Los ejemplos más frecuentes de medicamentos adulterados son las pastillas de malaria y los antibióticos caros, como el ciprofloxacino. En Nairobi hay muchos fármacos disponibles, pero en los pueblos remotos lo normal es que no haya nada: hay que llevar las medicinas de casa.

Anticonceptivos No se puede confiar en la disponibilidad ni la eficacia de los anticonceptivos. Habrá que llevar de casa lo necesario.

Transfusiones de sangre Existe riesgo de contraer el VIH por sangre infectada al recibir una transfusión de sangre en Kenia. La Blood Care Foundation (www.bloodcare.org.uk) es una fuente útil de sangre sana y controlada, que se puede llevar a cualquier parte del mundo en un plazo de 24 h.

Enfermedades infecciosas

La lista es tremenda, pero unas pocas precauciones darán para mucho.

Bilharziasis (esquistosomiasis)

La enfermedad la propagan los trematodos, unos gusanos diminutos. Los parásitos penetran la piel humana mientras se rema o nada por algún cuerpo de agua y luego migran a la vejiga o al intestino. Se aconseja evitar remar o nadar en lagos de agua dulce o ríos de flujo lento poco fiables. Pueden no surgir síntomas. Sin embargo, es posible que aparezca una fiebre transitoria acompañada de sarpullidos, y en casos avanzados, sangre en las heces o en la orina. Un análisis de sangre detecta los anticuerpos si ha habido exposición a la enfermedad. De no tratarse, la infección puede provocar fallos renales o daños permanentes en la vejiga.

Cólera

Normalmente, solo es un problema en casos de desastres naturales o de otro tipo (inundaciones, terremotos o guerras), aunque pueden producirse pequeños brotes en otros momentos. Pese a que no suele afectar a los viajeros, cuando se redactó esta guía hubo un brote en un hotel de congresos de Nairobi. La enfermedad la causa una bacteria y se transmite al beber agua contaminada. El principal síntoma es una profusa diarrea líquida, que provoca debilitamiento si no se sustituyen los líquidos con rapidez. Muchos casos de cólera se evitan bebiendo solo agua potable y eludiendo comida que pueda estar contaminada. El tratamiento consiste en la sustitución de fluidos (por vía oral o intravenosa), pero a veces hacen falta antibióticos. No se aconseja tratarse por cuenta propia.

Dengue (fiebre quebrantahuesos)

Se propaga por picaduras de mosquito y provoca un malestar febril, con dolor de cabeza y muscular, similar a los síntomas de un mal resfriado prolongado. Pueden presentarse sarpullidos. Hay que evitar en lo posible sufrir picaduras de mosquito. Es una enfermedad presente en Kenia. El tratamiento por cuenta propia consiste en paracetamol y descanso.

Difteria

Presente en toda África, se propaga por contacto respiratorio cercano. Suele provocar fiebre alta e intenso dolor de garganta. Puede llegar a formarse una membrana en la garganta que requiera una traqueotomía para evitar asfixia. Se recomienda la vacunación para quienes vean probable entrar en contacto cercano con lugareños de áreas infectadas, y es más importante para estancias largas que para viajes cortos. La vacuna se administra en una inyección independiente o junto al tétanos, y dura 10 años.

Hepatitis A

Se propaga por agua y comida contaminadas (sobre todo marisco). Provoca ictericia y, aunque raras veces es mortal, puede generar letargo prolongado. Entre los primeros síntomas están el oscurecimiento de la orina y un tono amarillo en el blanco de los ojos. A veces, hay fiebre y dolor abdominal. La vacuna de la hepatitis A (Avaxim, Vaqta, Havrix) se administra mediante una inyección: una sola dosis da protección para un año, y ponerse el recordatorio al año supone una protección de 10 años. Las vacunas para la hepatitis A y el tifus también se pueden administrar como una vacuna de dosis única (Hepatyrix o Viatim).

Hepatitis B

Se propaga mediante sangre infectada, agujas contaminadas y prácticas sexuales; también la puede transmitir una madre infectada a su hijo durante el parto. Afecta al hígado, y provoca ictericia y, a veces, fallo hepático. La mayoría de la gente se recupera por completo, pero algunas personas son portadoras crónicas del virus, lo que puede provocar cirrosis e incluso cáncer de hígado. Quienes vayan a visitar zonas de alto riesgo durante largos períodos de tiempo o estén en un riesgo social u ocupacional alto deberán vacunarse. La vacuna protege durante al menos cinco años. Puede administrarse durante cuatro semanas o seis meses.

VIH

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), es un problema enorme en Kenia, donde la tasa de infección ronda el 6,1% de la población adulta. El virus se transmite por sangre, prácticas sexuales con una pareja infectada y de una madre infectada a su hijo durante el parto o la lactancia. Se puede propagar por contacto “sangre con sangre”, por ejemplo, a través del instrumental contaminado en procedimientos médicos, dentales, de acupuntura o que supongan perforaciones en el cuerpo, y al compartir jeringuillas. Quien crea que puede haberse expuesto al VIH debe hacerse un análisis de sangre; han de pasar tres meses entre la exposición y el análisis para que los anticuerpos aparezcan en la sangre.

Malaria

Es un gran azote sanitario en Kenia. Las tasas de infección varían según la estación (más alta en la época de lluvias) y el clima, así que hay que consultar la situación antes de partir. En altitudes superiores a 2000 m es poco frecuente.

La malaria la provoca un parásito presente en el flujo sanguíneo que se propaga por la picadura del mosquito hembra Anopheles. Hay varios tipos, pero la malaria por parásito Falciparum es la más peligrosa y la forma predominante en Kenia. Aún no existe vacuna contra la malaria, pero se usan varios fármacos para evitarla y hay algunos nuevos en proyecto. Es esencial buscar el consejo más actualizado de una clínica especialista en salud viajera, ya que hay cierta medicación más adecuada para ciertos viajeros que otra. El patrón de malaria resistente a los medicamentos cambia rápido, así que lo aconsejable años atrás quizá ya no sea pertinente.

Síntomas

Si se presenta fiebre estando en una zona de malaria habrá que dar por sentado que se ha contraído malaria hasta que un análisis de sangre demuestre lo contrario, aunque se haya tomando algún fármaco contra la enfermedad. El tratamiento hospitalario es esencial. Si los pacientes pasan a la fase tardía de la enfermedad, la tasa de mortalidad puede llegar al 10%, incluso en las instalaciones de cuidados intensivos.

  • Las fases tempranas incluyen dolor de cabeza, fiebre, dolores y molestias generalizados, y malestar general. Suele confundirse con un resfriado. Entre otros síntomas están el dolor abdominal, la diarrea y la tos.
  • Si no se trata, la siguiente fase puede aparecer a las 24 h, sobre todo en el caso de la malaria por Falciparum: ictericia, disminución del nivel de conciencia y coma (o malaria cerebral).
Efectos secundarios y riesgos

Muchos viajeros creen que la malaria es una enfermedad moderada, que el tratamiento siempre es fácil y efectivo, y que tomar fármacos contra la malaria provoca más molestias por los efectos secundarios que el contagio real. Por desgracia, no es verdad. Los efectos secundarios de la medicación dependen del fármaco; no son universales, y pueden reducirse tomando la medicación correctamente, por ejemplo, acompañada de comida.

  • La doxiciclina puede provocar acidez, eritema solar e indigestión.
  • La mefloquina (Lariam) puede causar ataques de ansiedad, insomnio y pesadillas, y (raras veces) graves trastornos psiquiátricos.
  • La cloroquina puede conllevar náuseas y pérdida de pelo.
  • El proguanil puede provocar úlceras bucales.

Quien decida no tomar fármacos antimalaria debe conocer bien los riesgos y obsesionarse con evitar las picaduras de mosquitos. Hay que usar mosquiteras y repelentes de insectos, e informar a un médico en cuanto aparezcan algo de fiebre o síntomas gripales.

Algunos abogan por la homeopatía, como el producto Demal 200. Pero no hay pruebas concluyentes de su efectividad, y muchos homeópatas no los recomiendan.

Hay personas que no deben tomar determinados fármacos antimalaria. Por ejemplo, quien padezca epilepsia ha de evitar la mefloquina, y la doxiciclina no es apta para mujeres embarazadas ni niños menores de 12 años. Padecer malaria durante el embarazo a menudo conlleva un aborto o parto prematuro, y los riesgos para la madre y el feto son considerables. Habrá que pensarse bien si viajar a Kenia estando embarazada.

Tratamiento de apoyo

Si se va a viajar a zonas remotas o alejadas de grandes ciudades, se aconseja llevar un tratamiento de apoyo. Estos han de considerarse tratamientos de emergencia destinados a salvar la vida del paciente y no como una vía rutinaria de automedicación. Solo deben usarse si se está lejos de una instalación médica y se conocen los síntomas de la malaria y cómo utilizar la medicación. Hay que buscar asesoría médica en cuanto sea posible para confirmar si el tratamiento ha surtido efecto.

El tipo de tratamiento de apoyo dependerá de las condiciones de la zona, como la resistencia a los fármacos en el lugar, y también de los medicamentos antimalaria usados antes del tratamiento de apoyo. Son aconsejables para evitar contraer una forma muy grave de malaria, la malaria cerebral, que puede ser mortal pasadas 24 h. Los kits de autodiagnóstico, que identifican la presencia de malaria en sangre con un pinchazo en el dedo, también están disponibles en Occidente.

Meningitis meningocócica

La infección por meningococo se propaga por el contacto respiratorio cercano y es más probable contraerla en situaciones de gran afluencia, como dormitorios compartidos, autobuses y discotecas. La infección no es común entre viajeros. Se aconseja la vacunación para estancias prolongadas y es sobre todo importante hacia el final de la estación seca. Entre los síntomas están la fiebre, el dolor de cabeza intenso, la rigidez del cuello y un sarpullido rojo. Es necesario aplicar tratamiento médico de inmediato.

Se recomienda la vacuna ACWY a todas las personas que vayan a viajar por el África subsahariana. Se trata de una vacuna distinta a la de la meningitis meningocócica C administrada a niños y adolescentes en algunos países. No hay problema en recibir los dos tipos de vacuna.

Rabia

Se transmite por la mordedura o el contacto con la saliva de un animal infectado sobre piel abierta. Es mortal cuando aparecen los síntomas clínicos (cosa que puede ocurrir a los varios meses de la mordedura infectada), así que hay que recibir la vacuna posmordedura lo antes posible. Dicha vacuna (se esté o no vacunado antes) evita que el virus se extienda al sistema nervioso central.

Deberán vacunarse las personas que traten con animales y quienes viajen a zonas remotas en las que no haya una fuente fiable de vacunas posmordedura en 24 h. Para evitar la enfermedad, se necesitan tres inyecciones administradas durante un mes. Quien no esté vacunado y sufra una mordedura, necesitará un ciclo de cinco inyecciones que comience a las 24 h (o lo antes posible) de la mordedura. Si se estaba vacunado, se necesitarán menos inyecciones, y se tendrá más tiempo para buscar ayuda médica.

Fiebre del Valle del Rift

Se propaga ocasionalmente por picaduras de mosquito y raras veces es mortal. Los síntomas son fiebre y malestar gripal.

Tifus

La enfermedad se propaga al manejar comida o agua potable contaminada por heces humanas infectadas. El primer síntoma suele ser fiebre o sarpullido rosa en el abdomen. A veces, se desarrolla septicemia (infección de la sangre). La vacuna para el tifus (Typhim Vi, Typherix) protege durante tres años. En algunos países, también está la vacuna oral Vivotif. Suelen administrarse antibióticos como tratamiento, y la muerte no es frecuente, salvo en casos de septicemia.

Fiebre amarilla

Para evitar problemas con Inmigración, hay que llevar un certificado como prueba de la vacunación contra la fiebre amarilla si se ha estado recientemente en un país infectado. Para consultar una lista de países con fiebre amarilla, visítense los sitios web de la Organización Mundial de la Salud (www.who.int) o de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/saludviajero.html). A los viajeros sin el certificado actualizado puede que los vacunen y retengan en aislamiento en el punto de llegada durante hasta 10 días, o incluso que los repatrien.

La fiebre amarilla se propaga por mosquitos infectados. Los síntomas van desde malestar gripal hasta una hepatitis (inflamación del hígado) grave, ictericia y muerte. La vacunación deberá hacerse en una clínica destinada a ello y vale para 10 años. Se trata de una vacuna viva y no debe administrarse a personas inmunodeprimidas ni a mujeres embarazadas. Para visitar Kenia no es obligatorio vacunarse (a no ser que se llegue desde un país con fiebre amarilla, como Tanzania y Uganda), pero sí muy recomendable.

Diarrea

Aunque no es inevitable padecer diarrea al viajar por Kenia, sí es posible. La diarrea es la enfermedad más relacionada con los viajes, y a veces la causa es solo el cambio de dieta.

Prevención Para prevenir la diarrea, conviene evitar el agua del grifo, comer solo fruta o verdura frescas si está cocinada o pelada, y tener cuidado con los productos lácteos que puedan contener leche sin pasteurizar. Aunque la comida recién cocinada pueda ser segura, los platos o utensilios quizá estén sucios; se aconseja ser muy selectivos con los puestos callejeros (y asegurarse de que la comida esté recién sacada del fuego).

Tratamiento Si se padece diarrea, hay que beber muchos líquidos, preferiblemente una solución de rehidratación oral que contenga agua (mucha), y algo de sales y azúcares. Unas cuantas deposiciones sueltas no requieren tratamiento, pero si se empiezan a tener más de 4 o 5 deposiciones al día, conviene tomar algún antibiótico (por lo general, un fármaco con quinoleína, como el ciprofloxacino o el norfloxacino) y un agente antidiarreico (p. ej., loperamida) si no se tiene fácil acceso a un baño. Cuando la diarrea presente sangre, persista más de 72 h o vaya acompañada de fiebre, escalofríos o dolor abdominal, hay que buscar asistencia médica.

Disentería amebiana

Se contrae al consumir comida y agua contaminadas y provoca la presencia de sangre y mucosa en las heces. Puede ser relativamente leve y tiende a remitir poco a poco, pero habrá que buscar ayuda médica si se cree que se ha contraído la enfermedad, ya que no desaparece sin tratamiento (con antibióticos específicos).

Giardiasis

Al igual que la disentería amebiana, la giardiasis se propaga en la comida o agua contaminadas. Suele aparecer una semana o más después de la exposición al parásito. Puede provocar un brote breve de diarrea típica, pero también episodios de diarrea persistente. Lo mejor es buscar ayuda médica en caso de sospecha; si se está en una zona remota, conviene iniciar un ciclo de antibióticos.

Riesgos específicos

Golpe de calor

Aparece tras una intensa sudoración y una pérdida excesiva de fluidos sin la adecuada sustitución de fluidos y sales, y es muy común en climas cálidos, cuando se hace más ejercicio del normal antes de aclimatarse.

Los síntomas incluyen dolor de cabeza, mareos y cansancio. La deshidratación es ya un hecho cuando surge la sensación de sed; hay que beber agua suficiente para producir orina clara y diluida.

Tratamiento por cuenta propia: sustitución de fluidos con agua o zumo de frutas, y agua fría y ventiladores para refrescarse. Para tratar la pérdida de sales, hay que consumir líquidos salinos, como sopas, y añadir más sal de lo normal a la comida.

Insolación

El golpe de calor es un indicio previo a una afección mucho más grave: la insolación. En este caso, hay daños en el mecanismo de sudoración y se produce una elevación excesiva de la temperatura corporal; conducta irracional e hiperactiva; y pérdida de conciencia y muerte. Hay que refrescar el cuerpo rápidamente rociándolo con agua y usando ventiladores. Suele ser necesario además sustituir los fluidos y electrolitos de emergencia por vía intravenosa.

Picadura y mordedura de insectos

Los mosquitos (y otros insectos) no siempre portan malaria o dengue, pero sí pueden provocar irritación y las picaduras se infectan. Hay que usar repelentes con DEET, eficaces también contra los tábanos.

Los escorpiones son frecuentes en climas áridos o secos. Pueden causar picaduras dolorosas que a veces ponen en riesgo la vida. Ante la picadura de un escorpión, hay que buscar asistencia médica inmediata.

Mordedura de serpiente

Básicamente, hay que evitarlas. Se aconseja no caminar descalzos ni meter la mano en agujeros ni hendiduras. En caso mordedura, no hay que entrar en pánico, sino inmovilizar la extremidad con una férula (p. ej., un palo) y cubrir la zona con una venda, aplicando una presión firme (como al vendar un esguince). No deben hacerse torniquetes, ni cortar ni succionar la mordedura. Hay que buscar ayuda médica lo antes posible para recibir el antídoto, en caso de ser necesario. La descripción detallada de la serpiente ayudará a los médicos a identificar la especie y aplicar el tratamiento más correcto.

 

Informarse es importante

Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.

 

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