Bienvenidos a Malta

Malta acumula templos prehistóricos, acantilados plagados de fósiles, calas escondidas, zonas espectaculares de buceo y una palpitante historia.

Una historia legendaria

La ubicación geográfica de Malta, en el centro del Mediterráneo, la hizo ser un trofeo atractivo y muy disputado en tiempos en los que los navíos no podían emprender viajes largos e ininterrumpidos. Las islas están llenas de imponentes fortificaciones por encima y por debajo de la tierra. La Valeta, la capital construida por los Caballeros de San Juan, es un armoniosa cuadrícula; Mdina y Victoria, coronando sendos montes, son dos ciudades tipo fortaleza; y numerosas torres vigía salpican la costa. La historia revive incluso en las barcas pesqueras, cuyas proas están pintadas con ojos, como las de sus antecesores fenicios.

Calas secretas y un mar brillante

En el paisaje de Malta los tramos rocosos de costa que acaban en vertiginosos acantilados de caliza contrastan con bahías resguardadas que ocultan aguas cristalinas y playas de rojos dorados. Los principales puertos deportivos rebosan de barcos; se puede salir al mar en barcas artesanales de color azul cielo, yates majestuosos o lanchas. Los buceadores y submarinistas tienen mucho que explorar bajo el agua, todo un mundo de cuevas, peñascos y pecios.

Cóctel mediterráneo

El país es católico a ultranza, pero también alberga una mezcla fascinante de culturas fraguada durante generaciones. La cocina tradicional maltesa amalgama sabores sicilianos y de Oriente Medio, con ingredientes locales, como conejo y miel. Los malteses son gente cálida y acogedora: no resulta raro que un lugareño acompañe a un turista para indicarle el camino. Hay mucha sofisticación del s. XXI, pero también hay zonas que conservan un aire de tiempos pretéritos, sobre todo en Gozo, donde iglesias enormes se alzan sobre pueblos tranquilos.

Ancestros misteriosos

Parece que los impresionantes yacimientos prehistóricos de Malta y Gozo los levantaron sofisticados constructores de templos, quienes dejaron además estatuillas en miniatura y esculturas enormes de “damas gordas”, que han sobrevivido milenios y se conservan en los fascinantes museos de Malta. Al aire libre, se alzan con orgullo templos gigantescos y torres de diversas eras, vigilando el mar sin descanso. Pero el lugar más extraordinario está bajo tierra: el Hipogeo de Hal Saflieni, una necrópolis excavada hace 5000 años en la roca viva.

Por qué me encanta Malta

Abigail Blasi, autora

Malta es un lugar de lo más interesante, y a la vez relajado y tranquilo. Ofrece paseos en barco, ciudades preciosas, mares violetas, gente amable y vistas que llenan el alma. El viajero podrá nadar en un mar deslumbrante, visitar un sitio prehistórico sobre un acantilado, ir a un restaurante junto al puerto, y todo, en unas horas. Para unas vacaciones perfectas, combinar los monumentos y playas de Malta con el sosiego de Gozo, lleno de lomas, pueblecitos y un litoral erosionado en la roca.

 

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