Belice

Bienvenidos a Belice

A caballo entre la jungla centroamericana y el mar Caribe, Belice es un país pequeño pero rebosante de cultura y aventuras.

Barrera de coral

La de Belice es la segunda más grande del mundo, por detrás de la australiana. Con sus más de 100 clases de coral y unas 500 especies de peces tropicales, brinda un auténtico paraíso submarino. Al nadar por sus transparentes aguas se descubre un caleidoscopio de corales, peces y tortugas; los submarinistas pueden investigar cuevas y paredes submarinas, así como el mundialmente famoso Agujero Azul. Si se le añade la vida en los cayos, donde se puede pasar el día practicando windsurf, kayak, surf a remo, nadando, pescando o descansando en una hamaca, se consigue la receta de las perfectas vacaciones tropicales.

La jungla

Hacia el interior, una enorme red de parques nacionales y reservas naturales, alberga desde laboriosas hormigas podadoras hasta el animal nacional de Belice, el tapir centroamericano, o el tímido jaguar. También hay unas 570 especies de aves, que viven junto a ríos y lagunas y en los frondosos bosques. Los visitantes que dediquen su tiempo a realizar excursiones podrán ver monos araña, monos aulladores, pecaríes, coatíes, gibnuts e iguanas verdes. Incluso el espectacular tucán pico iris, ave nacional de Belice, se deja ver de vez en cuando.

Tierra de mayas

En Belice vivió una de las civilizaciones más misteriosas del mundo, la maya. En el distrito de Cayo y el sur de Toledo existen yacimientos arqueológicos de la época dorada de los mayas (250-1000). Enormes escalones conducen a lo alto de templos de piedra, que suelen ofrecer vistas de 360o de la jungla. Hay tumbas con complicados jeroglíficos, así como profundas cuevas naturales donde los reyes mayas celebraban rituales y realizaban sacrificios a los dioses del inframundo. Una buena manera de descubrir esta cultura es alojarse en los pueblos y aprender el arte de la fabricación del chocolate.

Acción y aventura

Tanto si se va a bucear en el Agujero Azul, a lanzarse en tirolina por la jungla o adentrarse en cuevas, Belice es sinónimo de aventura. En el distrito de Cayo se pueden bajar oscuros ríos en piragua o en neumático hinchable o practicar espeleología en la cueva de Actun Tunichil Muknal. En Cayo y el sur de Belice la tirolina es todo un arte. Las excursiones a caballo están muy bien organizadas y el senderismo es excelente en los parques nacionales, como el Mayflower Bocawina National Park, el Cockscomb Basin Wildlife Sanctuary, la Shipstern Nature Reserve y Río Bravo.

Por qué me encanta Belice

Por Paul Harding, autor

Aunque suene manido decir que la esencia en tarro pequeño se vende, esta máxima en Belice se cumple a la perfección. De tamaño similar a la Comunidad Valenciana, no encaja exactamente con el patrón latinoamericano o caribeño, aunque se considera de ambos. Disfruto con la naturaleza discreta de sus gentes y la gran mezcla de culturas (beliceña, criolla, mestiza, garífuna, maya e incluso de expatriados). Me encanta poder bucear por la barrera de coral un día y al siguiente ir a explorar la jungla. Es un país algo rústico, pero genial para los viajeros.