Bienvenidos a Melilla

Melilla es un semicírculo de 12 km2 esculpido en la costa marroquí. ¿Quién podría esperarse encontrar cientos de edificios modernistas –la segunda colección más numerosa de este estilo arquitectónico fuera de Barcelona– en el norte de África? Y allí están, junto a una fortaleza medieval impecablemente conservada, varios museos interesantes y un sinfín de bares de tapas.

El resultado de toda esta amalgama es Melilla, un estupendo destino de fin de semana.
Junto con Ceuta, Melilla es una de las dos ciudades autónomas españolas de la costa marroquí. Su economía está arraigada al comercio transfronterizo y su población queda repartida casi a partes iguales entre cristianos españoles y musulmanes bereberes, lo cual aporta a la ciudad un ambiente intensamente multicultural.

El enclave está vallado y altamente protegido, a la vanguardia de los esfuerzos españoles por prevenir la entrada ilegal en la Unión Europea de migrantes subsaharianos y refugiados de los conflictos de Siria y Libia. 

Melilla es una ciudad agradecida con el turismo, y su infraestructura turística es excelente. Mientras que durante el verano recibe montones de ferris cargados de visitantes, en temporada baja es un destino muy tranquilo.
 

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