Serbia

El barrio de Zemun, en la orilla norte del Sava, fue durante siglos no solo un centro urbano independiente, sino un bastión de otro estado, el reino de Hungría. Actualmente, pese a que sus habitantes insisten en una identidad propia, diferente a la de sus vecinos, Zemun forma parte de Belgrado. Entre Zemun y el corazón de Belgrado había una especie de zona franca en la que no se construyó hasta la década de 1950. Una vez borradas las huellas del campo de concentración nazi, a esa zona se le llamó Novi Beograd y se convirtió en el símbolo más evidente de la gestión socialista de la ciudad.

Se dice que Belgrado ha sido destruida y reconstruida 40 veces. Quizás sea una exageración, pero el casco antiguo (Stari Grad) conserva huellas de sus múltiples pasados. En el saliente rocoso que se insinúa entre el Sava y el Danubio siempre ha habido una fortificación que controla el paso por ambos ríos, corazón del centro histórico de la ciudad. En la visita a esta zona se descubrirán rastros otomanos en angostas galerías subterráneas, ambientes que recuerdan a Oriente Próximo y espléndidas muestras arquitectónicas de regusto centroeuropeo.

La zona entre Terazije, el parque Pionirski y la plaza Slavija es el verdadero centro de Belgrado, por donde creció cuando se convirtió en la capital, en 1841. Junto al Sava, en Savamala, surgieron casas aisladas y extensiones de campo que a partir del s. XVI dieron paso a un asentamiento urbano.