Europa

Bienvenidos a Croacia

La fantasía mediterránea de vivir días cálidos junto a aguas color zafiro a la sombra de antiguas ciudades amuralladas se hace realidad en Croacia.

La costa croata

La extraordinaria costa de Croacia, cuajada de islas, es sin duda su principal atractivo. Lo primero que sorprende es la transparencia del agua que, en contraste con las relucientes playas de guijarros blancos, tiene un intenso brillo de tonos esmeralda y zafiro. También hay largos tramos de arena, ideales para tumbarse al sol y devorar novelas. Si todo eso pareciera demasiado tranquilo, existe la posibilidad de realizar todo tipo de actividades acuáticas, como buceo, submarinismo, kayak, windsurf o vela.

Frontera de imperios

En precario equilibrio entre los Balcanes y la Europa central, estas tierras han ido pasando entre reinos, imperios y repúblicas rivales durante siglos. Lo positivo de este continuo trasiego ha sido el rico legado cultural que ha ido dejando a su paso. Palacios venecianos junto a fuertes napoleónicos, columnas romanas que sobresalen de iglesias eslavas primitivas o mansiones vienesas frente a esculturas socialistas. Los excelentes museos albergan tesoros que abarcan toda la historia europea, desde la prehistoria al poscomunismo, mostrando un recorrido al mismo tiempo fascinante y terrible.

Belleza interior

Al apartar la mirada de las brillantes aguas aparecen imponentes montañas. Los Alpes Dináricos, que se extienden desde Italia hasta Albania, recorren buena parte de la costa. El karst de caliza ha creado un maravilloso paisaje de picos, cavernas, cañones, cascadas y lagos increíblemente pintoresco. Al adentrarse en el interior el terreno vuelve a allanarse, convirtiéndose en tierras de cultivo. Los viajeros más activos podrán recorrer su superficie a pie y en bicicleta por los numerosos senderos, mientras que los más aventureros podrán escalar, practicar rafting o lanzarse en tirolina.

Festín cultural

Quienes consiguen atravesar la barrera que separa al turista del huésped y son invitados a la casa de un croata, en seguida se acostumbran al “Jedi! Jedi! Jedi!” (“¡come, come, come!”). Compartir la comida y la bebida es uno de los grandes rasgos culturales de Croacia, que se explica por la naturaleza hospitalaria de su gente y por la calidad de sus productos. Las tabernas familiares preparan cocina casera sencilla, pero no dejan de aparecer nuevos chefs que dan a la gastronomía un toque más atrevido. Los vinos y los aceites de oliva croatas se están haciendo un hueco en el mercado internacional.

Por qué me encanta Croacia

Por Peter Dragicevich, escritor

Debo admitir que no soy en absoluto imparcial, pero Croacia es mi país favorito para viajar. Ofrece una combinación única de todo lo que me encanta: una belleza natural que quita el hipo, fantásticos lugares donde nadar, sol en verano, historia, edificios interesantes, unos vinos increíbles, un delicioso pescado… También es cierto que los croatas no siempre son amables con los desconocidos, pero en cuanto se consigue atravesar esa reserva inicial, se descubre a la gente más amable y acogedora que se pueda imaginar. Estoy seguro de que, aunque mis abuelos no fueran de aquí, me gustaría igual.