Kenia no es solo para verla. Ofrece mucho que hacer, desde coronar varios de los picos más altos de África a sobrevolar en globo la Masai Mara, bucear en el Índico o pasear en bicicleta junto a rinocerontes salvajes. Así que hay que bajar del coche y explorarla.
Kenia es fantástica para hacer actividades todo el año con una notable salvedad: durante las lluvias largas, entre marzo (o algo más tarde) y mayo. En esa época, los senderos (y carreteras de acceso) son a veces intransitables y la visibilidad bajo el agua, más pobre. Las lluvias cortas (como las llaman los kenianos) se dan de octubre a noviembre y son más localizadas, con aguaceros que rara vez duran más de 1 o 2 h, así que no suelen desbaratar los planes.
Casi ninguna actividad exige muchos requisitos. Los operadores de rafting en rápidos y deportes similares suministran equipo. Se alquilan bicicletas corrientes y de montaña, pero los ciclistas curtidos deberían llevarse la suya. Casi todos los excursionistas acometen los senderos por cuenta propia y con sus medios (un buen calzado es imperativo), pero en general también se exige equipo propio en las salidas organizadas con guía.
Un paseo en globo por la Masai Mara y alrededores es un modo soberbio de ver la sabana y su fauna. La experiencia casi fantasmal de flotar en silencio sobre las llanuras con vistas de 360 grados es incomparable y merece la pena el desembolso. Los precios oscilan alrededor de 400 US$ por persona.
Se despega al alba y el viaje dura unas 1½ h, a lo que sigue un desayuno con champán. Luego se ve fauna en un vehículo de apoyo y se vuelve al refugio.
Los operadores principales son Hot Air Safaris y Governors’ Balloon Safaris.
En Nairobi hay clases de vuelo más asequibles que en Europa, EE UU y Australasia. Segera Retreat ofrece vuelos panorámicos en el avión de Memorias de África y Lewa Wildlife Conservancy, safaris aéreos. Campi ya Kanzi, entre Amboseli y Tsavo en el sureste, organiza vuelos con vistas y safaris aéreos.
Kenia no es famosa por su escalada en roca, pero ello se debe más a falta de infraestructura que de destinos.
El Mountain Club of Kenya de Nairobi es una práctica fuente de información técnica sobre escalada. Savage Wilderness Safaris ofrece caminatas organizadas y personalizadas, y salidas de escalada y alpinismo, con ascensos al monte Kenia.
Si se busca ir de paseo y no ciclismo puro y duro, hay muchos alojamientos y negocios de alquiler de bicicletas, sobre todo en campings. Los precios suelen partir de los 500-1200 KES diarios; se aconseja comprobar la calidad de las máquinas, pues su estado varía mucho. El Hell’s Gate National Park es el único que permite practicar ciclismo.
Cada vez hay más empresas que ofrecen salidas serias de ciclismo, como Rift Valley Adventures; rondan los 120-150 US$ diarios.
Kenia tiene unas de las mejores rutas de África oriental, desde agotadores ascensos de montaña a sendas por bosques y colinas. Es preciso informarse sobre la seguridad de la ruta y la fauna salvaje que pueda hallarse en ella. A veces es aconsejable contratar a un guía, ya sea del Kenya Wildlife Service (KWS) o de una aldea local.
Estos destinos son sublimes y ofrecen distinto grado de dificultad:
En cuanto a excursionismo forestal, se recomiendan:
Se aconseja consultar Trekking in East Africa, de Lonely Planet. Quizá esté descatalogada, pero es la mejor guía de senderismo sobre la región.
Entre los operadores fiables se cuentan Savage Wilderness Safaris, cuya oferta abarca todo el país; Samburu Trails Trekking Safaris, para visitar el Gran Valle del Rift, y Maasai Trails, con senderismo cultural por las colinas Loita en la Masai Mara.
Fuera del mar Rojo, la costa keniana es uno de los mejores lugares de África para bucear. Aparte de su miríada de peces y colorido coral, surcan sus aguas carismáticos mamíferos marinos, como delfines, tortugas, tiburones ballena y ballenas jorobadas (ago-oct).
En la costa hay centros de submarinismo profesionales. Por si se carece de certificación, casi todos los hoteles y resorts ofrecen cursos en mar abierto, aunque no mucho más baratos que en otras partes del mundo (si es que lo son): uno de cinco días para la certificación PADI cuesta en torno a 470 US$. Dos inmersiones en tanque para buceadores con certificado vienen a costar 100 US$, incluidos equipo y transporte.
Hay varias temporadas de submarinismo; la mejor, de octubre a marzo.
Entre junio y agosto el limo de algunos ríos enturbia el agua, pero varios lectores han buceado en julio y disfrutado de una visibilidad decente de 7 a 10 m, si bien es más habitual que sea de 4 m.
Varios parques nacionales marinos perlan la costa entre Shimoni y Malindi. Los siguientes sitios son los mejores para bucear con y sin tubo; cuanto más alejados de Mombasa, mejores los parques.
El Kenya Fisheries Department dirige campos de pesca en varias partes del país y expide permisos de pesca. El personal del alojamiento o el safari puede ayudar con los trámites.
Para pesca en agua dulce, en los lagos Victoria y Turkana hay percas del Nilo grandes como personas. Y en los aledaños del monte Kenia y los Aberdare, una trucha excepcional.
En las aguas profundas de la costa se da una de las mejores pescas del mundo. Varios resorts y empresas privadas de los siguientes destinos organizan salidas. Las barcas (para cuatro o cinco personas) cuestan entre 250 y 500 US$. La temporada va de agosto a abril.
Kilifi, Mtwapa y Mombasa tienen clubes de vela, y en los lagos Naivasha y Victoria hay otros menores de agua dulce; ambos ofrecen windsurf y navegación con vela. Los navegantes curtidos tal vez hallen tripulantes en los clubes náuticos; para ello deberán hacerse socios temporales.
La clásica travesía en dhow desde Lamu es inolvidable, pero no suele poder hacerse por cuenta propia.
La costa de Kenia es ideal para el windsurf. Sus arrecifes protegen las aguas, y los vientos son razonablemente fuertes y constantes. Casi todos los hoteles de resorts al sur y al norte de Mombasa alquilan tablas. Más al norte, el abrigado canal entre las islas de Lamu y Manda es uno de los mejores lugares para practicarlo.
En la playa de Diani y Malindi se puede hacer kitesurf.
La mejor época va de finales de octubre a mediados de enero y de principios de abril a finales de julio, con el nivel del agua en su apogeo.
En los ríos Tana y Ewaso Ngiro, cerca de Isiolo. En el río Athi/Galana hay rápidos, cascadas y descensos contundentes.