El País Vasco es un lugar excepcional para viajar con niños; en todas partes acogerán a los más pequeños con los brazos abiertos. En las capitales hay circuitos en tren, barco o bicicleta que resultarán amenos y divertidos para toda la familia.
Al ser esta región uno de los destinos más solicitados y frecuentados por familias, todos sus establecimientos están preparados para acoger a los niños. Excepto en raras excepciones, los menores se benefician de tarifas de entrada reducidas. Casi todos los restaurantes, tanto en las ciudades como en los pueblos más aislados, disponen de tronas y menús infantiles, y como alternativa es muy común que ofrezcan medias raciones o platos más sencillos. De la misma manera, los hoteles y las casas rurales están equipadas con cunas y camas plegables que no suponen un suplemento del precio de la habitación.
Además, como en toda España, en los trenes de Renfe los menores de 14 años pagan un 40% menos, y los niños de hasta cuatro años viajan gratis, aunque deben retirar igualmente el billete. En Bilbao, los niños viajan gratis en los buses locales hasta los seis años; en San Sebastián, Pamplona y Vitoria-Gasteiz hasta los cinco.
Un periplo con niños por el País Vasco no puede prescindir del Museo Marítimo de Bilbao, del acuario de San Sebastián y del monte Igueldo, con un viejo parque de atracciones que domina la bahía de la Concha. El museo Eureka!, cerca de Donostia, dedicado a la ciencia, o la Fundación Albaola, donde aprender cómo se construían antiguamente los barcos son también apuestas seguras.
A estos, hay que añadir los centros de interpretación, las cuevas y las cascadas, que siempre gustan a los más pequeños.
Todos los puntos de interés, además, durante verano y Semana Santa, organizan muchas actividades y talleres infantiles, casi siempre gratuitos.