Aeropuerto internacional Manas (Bishkek): El microbús nº 380 (40 KGS) para a mano derecha de la salida de llegadas. Un taxi al centro de Bishkek cuesta 500 KGS.
Aeropuerto internacional de Osh: Los microbuses nº 107 y 142 unen el aeropuerto con el centro. Un taxi cuesta 200 KGS aprox.
Paso fronterizo de Korday (Kazajistán): Para los viajeros que no han reservado transporte directo desde Almaty salen microbuses regulares (20 KGS) hacia el centro de Bishkek después del control fronterizo.
Air Kyrgyzstan y AirManas conectan las principales ciudades del país, con servicio regular entre Bishkek y Osh así como varias conexiones semanales Osh-Tamchy (solo en verano), Bishkek-Batken y Bishkek-Jalalabad. Se rumorea que el aeropuerto de Karakol estará activo en breve.
Kirguistán es un país muy popular entre los ciclistas de fondo, y muchas rutas que resultan complicadas en automóvil son ideales para los ciclistas más intrépidos. Nótese que fuera de Bishkek hay muy pocas tiendas de recambios familiarizadas con bicicletas de alta gama, por lo que conviene ser lo más autosuficiente posible.
Los autobuses solo se utilizan para varias rutas, pero los taxis compartidos y microbuses (algunos sujetos a horario, aunque casi todos salen una vez llenos) esperan a los pasajeros en la mayoría de la estaciones de autobuses. Si el viajero abona las cuatro plazas, los microbuses hacen las veces de taxis que efectúan trayectos de ida. Los conductores de agencias o concertados por CBT suelen costar el doble, pues quizá deban volver de vacío, aunque aun así son recomendables si se trata de rutas complejas con paradas múltiples o nocturnas; además, el vehículo suele ser mejor, aunque el conductor no hable necesariamente inglés. Los precios rondan los 14-18 KGS por kilómetro, más 500-1000 KGS por los gastos de alojamiento del conductor.
El alquiler de vehículos sin chófer es un concepto novedoso, pero Bishkek cuenta con dos agencias: Iron Horse Nomads y Kyrgyz Rent-Car. En Osh, la suiza MuzToo alquila motocicletas de trial Yamaha-600, pero salen caras.
Si al viajero le para la policía de tráfico, la ley estipula que debe entregar su carné de conducir hasta que abone una multa en el centro regional más próximo. En la práctica, los agentes suelen aceptar una mordida de 200-500 KGS pagadera en el acto, y aunque a los extranjeros se les exige más, Lonely Planet no aconseja implicarse en actividades ilegales.
Parar un vehículo en la cuneta es algo común en Kirguistán, pero casi todos los conductores esperan una compensación económica de algún tipo. Antes de aceptar, conviene cerciorarse de que el automóvil (y el conductor) son aptos para circular. El autostop nunca es del todo seguro, y esta guía no lo recomienda. Quienes decidan hacer autostop deben pensar que corren un riesgo, pequeño pero real.
La única ruta de interés para el viajero es la conexión de 5 h entre Bishkek y Balykchy, pero casi todo el mundo prefiere viajar en autobús (2 h), o evitar la ciudad para llegar a otros puntos del Issyk-Köl.