Según las leyes del país, los visitantes extranjeros deben llevar siempre el pasaporte consigo. En la práctica, la mayoría lleva solo una fotocopia. El soborno es relativamente común entre los kirguises, pero el viajero debe evitarlo. En caso de detención o arresto, hay que contactar de inmediato con la embajada o representante consular.
Pese a las noticias que hablan de disturbios ocasionales e insurrecciones, Kirguistán es un país bastante seguro para el viajero. Quienes tengan previsto realizar actividades de aventura en espacios montañosos y agrestes, deben observar las precauciones lógicas: antes de partir, hay que ser consciente de los rápidos cambios en las condiciones meteorológicas, el terreno montañoso extremo y los efectos del mal de altura, a menudo infravalorados. Se impone siempre informar a alguien del destino y cuando se tiene previsto volver.
Antes de contratar un viaje por carretera, conviene cerciorarse bien de la idoneidad del vehículo y la sensatez del conductor. Los operadores turísticos acreditados cobran algo más, pero tienen una imagen que mantener.
Las ciudades suelen ser seguras, pero pueden producirse robos, sobre todo de noche en Bishkek. Se aconseja guardar los artículos de valor bajo llave en el hotel y tomar un taxi si se sale tarde.
Aunque limitado a sitios concretos (el bazar de Osh en Bishkek es el principal), los viajeros siguen informando de extorsiones por parte de policías corruptos que buscan una excusa para multar al viajero o apropiarse de parte de su dinero. Se aconseja no entregar el pasaporte a oficiales de paisano hasta llegar a una comisaría oficial, aunque ello no es siempre tan fácil como parece, pues por ley el visitante debe llevarlo siempre consigo.
En las zonas rurales no se deben arrancar flores, sobre todo la azul pálida con forma de campana conocida como issykulskiy koren. Aunque atractiva, se trata de la aconitum soongaricum, una variante muy tóxica del acónito que puede provocar un paro cardíaco si se ingiere su savia.
Investigaciones recientes sugieren que graves variedades de encefalitis transmitidas por garrapatas, ya presentes en Kazajistán, son un riesgo potencial en Kirguistán. La primera víctima de la que se tiene noticia fue una persona a la que picaron en Ala-Archa en el 2009. Conviene utilizar repelente y ropa adecuada si se camina o acampa sobre todo durante junio/julio, en zonas con hierba alta a unos 2000 m de altitud.
Se aconseja consultar la información actualizada sobre recomendaciones y alertas de viaje a Kirguistán en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.