Alaska es un lugar bastante seguro. Los principales peligros residen en sus vastas zonas naturales, pero se pueden evitar tomando una serie de precauciones básicas.
El consumo de drogas (excepto marihuana) es ilegal y acarrea multas muy duras, sobre todo en el caso de la cocaína, de gran consumo en Alaska.
La edad mínima para beber alcohol en Alaska es de 21 años; si un camarero lo pide, se deberá mostrar un documento de identidad con foto (pasaporte o permiso de conducir). En Alaska, el consumo de alcohol es un problema y conducir bajo los efectos del alcohol se considera una infracción grave. El límite de alcohol en sangre es del 0,08% y la multa por conducir ebrio supone tres meses de retirada del carné de conducir, aunque también se podría tener que pagar una multa o ir a la cárcel.
En caso de ser parado por la policía en carretera, hay que recordar que no existe ningún sistema de pago inmediato de multas y que en Alaska los sobornos no funcionan. En caso de infracción de tráfico, el policía explicará las opciones para solucionarla; muchas infracciones se pueden resolver por correo con una tarjeta de crédito.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.