Es una de las rutas por carretera más populares de Francia. Al conducir por el rincón noreste del país, se atraviesa un mosaico de viñedos, castillos cimeros y cumbres neblinosas. En camino, las únicas paradas son pueblos de casas con entramado de madera y bodegas donde poder catar y comprar los afrutados caldos alsacianos. Se aconseja recorrer la Route des Vins d’Alsace en otoño, cuando las vides cargadas de uvas aguardan la vendimia y los colores son insuperables.