El espectacular juego de mareas en esta isla normanda resulta mágico y misterioso. Considerada en la mitología celta la tumba marina a la que eran enviadas las almas de los muertos, Mont St-Michel es rico en leyendas e historia, algo que se palpa a medida que el viajero se aproxima, descalzo a pie por la arena, a este fascinante conjunto arquitectónico. Se puede visitar por libre o, mejor aún, con un guía de la cercana agencia Genêts.
Mont St-Michel

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