Europa

Bienvenidos a Bulgaria

Montañas inspiradoras rivalizan con playas doradas, mientras que las ciudades compiten con su arte y vida nocturna. La encantadora mezcla de naturaleza e historia de Bulgaria garantiza aventuras inolvidables.

Playas del mar Negro

Las largas playas de arena y el buen tiempo atraen cada verano a miles de búlgaros hasta los complejos turísticos del mar Ne­gro. Los extranjeros también visitan los fabulosos destinos de playa de Bulgaria, como Primorsko, con unos precios competi­tivos respecto a los de Europa occidental. Incluso las dos grandes ciudades de la cos­ta, Varna y Burgas, tienen atractivas playas muy cerca; y aunque Sunny Beach, Sozopol y otros populares destinos de playa están muy urbanizados, todavía quedan muchas calas por descubrir.

Iglesias y arte religioso

Desde enormes iglesias con cúpulas dora­das hasta iconos en miniatura, el arte reli­gioso del país es sencillamente impresio­nante. La iglesia de Alejandro Nevski en Sofía y el monasterio de Rila, del s. X, atraen a muchos visitantes y peregrinos, mientras que las tallas de madera de Tryavna y los murales apocalípticos de Bachkovo cada vez suenan más, e incluso las iglesias ortodoxas de los pueblos más pequeños tienen conmo­vedoras pinturas de santos, a menudo en iconostasios, que parecen mágicas a la luz de las velas. E igual de espectacular es el entorno de muchas iglesias, entre acantila­dos de granito, arroyos y desfiladeros.

Montañas y bosques

Los indómitos paisajes de Bulgaria aceleran el pulso de los excursionistas, ciclistas de montaña y esquiadores. Siete cordilleras, lagos glaciares y bosques habitados por lobos, osos y linces ofrecen una prístina idea del pasado de Europa. Las redes de senderos e hizhas (cabañas) permiten disfrutar de las neblinosas vistas panorámicas desde los Stara Planina o del amanecer desde el mon­te Vihren (2915 m), el segundo pico más alto del país, entre otras bellezas. Bulgaria tiene mucho que ofrecer a los amantes de la natu­raleza, ya sea senderismo por los pueblos de Ródope, esquí en Bansko u observación de aves en el Parque Nacional de Pirin.

Historia antigua

Bulgaria rebosa de fortalezas y ruinas históricas. Algunas cuevas acogen vesti­gios de asentamientos neolíticos, mientras que los tracios dejaron grandes tesoros de oro y tumbas. Los romanos construyeron impresionantes ciudades, mientras que los mismos zares se paseaban por las mura­llas de la fortaleza de Tsarevets en la anti­gua capital de Veliko Târnovo. Pero lo mejor es que todo este pasado aún está muy presente, y el arte tracio y la victoria de Bulgaria sobre los otomanos todavía son fuente de inspiración.

Por qué me encanta Bulgaria

Por Anita Isalska, autora

En algún lugar entre las vistas de los montes Pirin y los recovecos adoquinados del centro de Plovdiv, Bulgaria me atrapó y aún no me ha soltado. Este misterioso país de múlti­ples capas tiene pistas de esquí tan fantásticas como sus playas. Pero lo que realmente me cauti­va es su mezcla de cultura antigua y de vanguardia, con conciertos de heavy metal en un estadio romano, espectáculos de luces en una fortaleza medieval o destartaladas mansiones reconver­tidas en bares. Además, continuamente se realizan descubrimientos arqueológicos, por lo que siempre hay algo nuevo y emocionante que ver: la excusa perfecta para seguir volviendo.