No hace falta quedarse en una playa para disfrutar de los deportes acuáticos. Desde lo alto de las montañas los ríos se precipitan y crean unas condiciones memorables para el rafting.
La mejor zona para hacer rafting en aguas bravas se encuentra hoy cerca de Kitulgala, donde se puede remar por suaves meandros (aprox. 30 US$/persona) o, en el caso de los más experimentados, acometer descensos emocionantes por rápidos de clase IV a V. Es probable, sin embargo, que pronto la construcción de nuevas presas reste emoción a esta actividad.
Action Lanka es el principal operador de rafting del país y organiza expediciones desde su base en Colombo; precios desde 65 US$.
Se puede practicar kayak en muchos puntos de la costa, como las lagunas que rodean Tangalla. Las excursiones en barco o catamarán para visitas turísticas, observación de aves y pesca se ofrecen en Negombo, Bentota y muchos otros destinos de playa de las costas este y sur.
En la costa este hay buenas olas de abril a octubre. En las costas oeste y sur las condiciones son óptimas de noviembre a abril, y más al principio y al final de este período, aunque es en enero y febrero cuando acuden los surfistas. Sin embargo, en esta época las olas pueden estar menos limpias y los vientos del este pueden afectar algunos puntos.
Sri Lanka es maravillosa para aprender surf o para surfistas de nivel intermedio que quieran surcar su primer rompiente sobre arrecife. Por otro lado, muchos enclaves próximos al litoral son fácilmente accesibles, detalle que convierte a Sri Lanka en un destino ideal para surfistas que vayan acompañados por alguien que no haga surf. Se alquilan tablas (aprox. 1200-1500 LKR/día) y, en la mayoría de las poblaciones playeras, se ofrecen clases de surf (desde 2500 LKR).
Sri Lanka no es conocida por estos deportes, pero eso no quiere decir que no existan. Negombo cuenta con una buena escuela de kitesurf que ofrece cursos (3 días 359 €) y salidas costa abajo. Más al norte, Kalpitiya ha ganado fama como una de las mejores zonas para el kitesurf del sureste asiático, con muchos lugares donde alquilar tablas y también escuelas, como Sri Lanka Kite.
Más al sur, Bentota despunta como centro de windsurf con dos empresas ya consolidadas: Sunshine Water Sports Center y Diyakawa Water Sports. Es un buen lugar para aprender; los cursos de windsurf cuestan 150 US$.
Sri Lanka es un destino de fama mundial para avistar ballenas. El mayor reclamo es la ballena azul, la mayor de las criaturas vivas. Mirissa es el mejor lugar para organizar salidas. En la costa este, Uppuveli y Nilaveli ofrecen más tranquilidad pero menos garantías de verlas. Por el noroeste, la zona de Kalpitiya es otra buena base frecuentada por delfines, junto con, aunque menos probables, cachalotes y rorcuales de Bryde.
En todos estos lugares se pueden contratar circuitos en barco. Un operador excelente es Eco Team Sri Lanka 011-583 0833; www.srilankaecotourism.com; 20/63 Fairfield Gardens), que ofrece circuitos de observación de ballenas y delfines en las costas sur y oeste. La temporada de las ballenas (y delfines) frente a la costa sur y Kalpitiya va de diciembre a abril, y en la costa este, de mayo a octubre.
En Sri Lanka se puede hacer el pez de mil maneras. Las condiciones del mar, sin embargo, no son las ideales para el submarinismo, porque la visibilidad es limitada y las grandes olas dificultan el buceo tanto de superficie como de profundidad.
Hay escuelas de submarinismo por toda la costa (excepto en el extremo norte). El país es más para ver peces que de arrecifes, con la excepción de algunos pecios. En las aguas costeras abundan las especies tropicales del océano Índico, como peces ángel, mariposa y cirujano, y escorpenas. También se pasean tiburones de punta blanca y negra, aunque hace falta suerte para toparse con ellos.
En la costa oeste, la mejor época suele ser de noviembre a abril, mientras que en la este, de abril a septiembre, si bien en ningún momento la visibilidad es asombrosa.
Las tiendas de submarinismo de los principales complejos vacacionales de la costa oeste alquilan y venden equipo, también para buceo con tubo. Los cursos PADI cuestan unos 325-390 US$ y los imparten las siguientes escuelas:
Para disfrutar de una experiencia segura y divertida, antes de embarcarse en una salida de submarinismo, conviene atender las siguientes indicaciones:
Las siguientes recomendaciones ayudan a conservar el equilibrio ecológico y la belleza de los arrecifes: