Aunque en Laos se garantizan ciertos derechos, la realidad es que la policía puede multar, detener o deportar por cualquier motivo (como ha quedado demostrado en varias ocasiones en casos relacionados con extranjeros).
Si el viajero se aleja de todo aquello que se sabe que es ilegal, no debería tener ningún problema. En caso contrario, las consecuencias pueden ser caras y engorrosas. La posesión de drogas y el trato con prostitutas son los principales crímenes de los que se acusa a los viajeros; a menudo, el traficante o la prostituta es quien informa a las autoridades. Las relaciones sexuales entre extranjeros y ciudadanos de Laos que no están casados son ilegales. No registrar oficialmente una relación puede incurrir en multas de 500-5000 US$, además de la posibilidad de encarcelar o deportar al viajero.
En caso de detención, el viajero debe pedir permiso para llamar a su embajada o consulado en Laos, si la hay. Un encuentro o llamada telefónica entre las autoridades laosianas y el personal de la embajada puede acelerar el fallo y la liberación.
A veces, la policía pide sobornos por infracciones de tráfico y otras pequeñas faltas.
Se aconseja consultar la información actualizada sobre alertas y recomendaciones de viaje a Laos en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.