Viajar con niños a Jordania

Los jordanos adoran a los niños, por lo que su hospitalidad se nota aún más si se viaja en familia. Los niños rompen el hielo muy fácilmente y garantizan así el contacto con los lugareños, especialmente porque las familias extranjeras son aún una novedad.

Jordania para niños

Aunque no abunden las facilidades para niños, excepto alguna trona en un restaurante y algún cambiador de pañales en los centros comerciales modernos, los jordanos se esforzarán para que la familia se sienta bienvenida, sobre todo en autobuses, tiendas, hoteles y restaurantes.

Las actividades para niños son un concepto nuevo en Jordania, puesto que los niños participan en el ocio y las salidas de los adultos. Los jordanos adoran las actividades en grupo y siempre alguien cuida de los niños. Por todo ello, casi todos los puntos de interés para adultos se consideran también aptos para niños.

El foro Thorn Tree de Lonely Planet rebosa de comentarios positivos de padres sobre la experiencia de ir de visita a Petra, Jerash, Karak y Wadi Rum con niños, aunque conviene despertar su curiosidad previamente. Jordania es una mina de oro para proyectos escolares sobre los romanos, por ejemplo.

Lo más destacado para niños

Haya Cultural Centre, Ammán Incluye un ecomuseo interactivo.

Museo de los Niños, Ammán Centro interactivo divertido y educativo, con énfasis en la ingeniería y la biología humana y tan entretenido para niños como para padres.

Climbat, Ammán Ofrece una introducción a la escalada apta para niños, con un rocódromo para principiantes.

Centros comerciales Los modernos centros comerciales de Ammán, como el Mecca Mall, son fantásticos para días lluviosos (o muy calurosos), con cines y zonas lúdicas.

Amman Waves, Ammán Parque acuático al estilo occidental entre el aeropuerto y Ammán.

Luna Park, Ammán Atracciones y entretenimiento para niños.

Al Wadi Resort, mar Muerto Parque acuático con muchos toboganes. Se mide a los niños al entrar.

Antes de partir

La primavera es la mejor época: hace buen tiempo, las atracciones están abiertas y la temporada alta turística implica diversiones nocturnas.

Los niños toleran mal el calor del verano (med may-med sep), por lo que hay que limitar las actividades a primera hora de la mañana y última de la tarde. Los meses de invierno (med nov-med feb) pueden ser muy fríos y muchas actividades se suspenden. El peligro de crecidas repentinas en los wadis será una preocupación adicional.

En cualquier época del año, las temperaturas son comparativamente altas, sobre todo hacia el mediodía. Las visitas a Petra y Wadi Rum implican largos períodos bajo el sol, y no siempre es fácil encontrar sombra. Conviene ir temprano por la mañana o al atardecer. La costumbre local de echar una siesta después de comer ayuda a mantener a los niños lejos del sol en las peores horas.

Para evitar problemas digestivos, los niños deberían beber solo agua embotellada, fácil de conseguir, y evitar la fruta fresca pelada y las ensaladas lavadas.

Se puede conseguir leche fresca y en polvo, pero vale la pena comprobar que los lácteos (leche, nata, yogur y queso fresco) están elaborados con leche pasteurizada. Evítense los helados en zonas rurales, donde el suministro eléctrico suele sufrir altibajos, y muchos productos de descongelan y congelan de nuevo.

La higiene general puede no ser tan prioritaria como en muchos países occidentales. Llevar gel desinfectante para las manos es una buena idea.

Amamantar en público es culturalmente aceptable siempre que se sea razonablemente discreto. Un chal o un jersey para tapar a madre y bebé mantendrá a raya la curiosidad masculina.

Los pañales desechables no son fáciles de encontrar fuera de Ammán y Aqaba. Hay que estar preparado con bolsas de plástico para no contribuir al problema de la basura.

Mosquiteras y repelentes son útiles en los meses de más calor; la malaria no es un problema en Jordania, pero las picaduras pueden infectarse al rascarlas.

Las sillas infantiles de coche no abundan en Jordania, por lo que conviene llevar una. Las aceras, o su ausencia, son un reto para los cochecitos.

Los jordanos son tolerantes ante las costumbres occidentales, pero respetarán más a los visitantes si sus hijos visten apropiadamente; sobre todo en el caso de las adolescentes: la ropa provocativa, aunque esté de moda en otros lugares, atraerá desagradablemente la atención.

En general es un país seguro, con un bajo índice de delincuencia.

 

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