Rumanía es un país bastante seguro y los visitantes no se exponen a ningún peligro serio para la salud que no exista en cualquier otro país europeo.
No se requiere ninguna vacuna para entrar en Rumanía.
Todas las ciudades rumanas tienen un hospital o una policlínica equipada con servicio de urgencias. En las zonas rurales, el hospital más cercano puede quedar lejos, pero la población local puede indicar cuál es la mejor forma de actuar.
Por suerte, esta enfermedad no es habitual, si bien aún es una preocupación dado el gran número de perros callejeros que hay en el país. En caso de mordedura hay que recibir asistencia médica en menos de 72 h (los hospitales suelen tener vacunas contra la rabia).
Las garrapatas son habituales en las praderas y los espacios abiertos de Rumanía. Esta enfermedad poco común está causada por un virus que ataca algunas partes del cerebro. Si se va a practicar senderismo o acampada, podría considerarse la vacunación.
En general el agua del grifo es potable, aunque casi todo el mundo bebe agua embotellada, ya que es barata y está ampliamente disponible.
No es obligatorio tener un seguro de viaje para entrar en Rumanía, pero siempre es recomendable contratar una póliza que cubra posibles gastos médicos, robos o pérdidas.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.