¿Por qué conocer Polonia desde la ventanilla de un tren, encerrado en un museo o a través del objetivo de la cámara, pudiendo subir a una bici o ponerse las botas de senderismo y salir a respirar aire fresco? Polonia ofrece todo esto y mucho más.
La tradición polaca de disfrutar al aire libre se remonta al s. XIX, cuando se trazaron los primeros senderos por las cordilleras del sur. Los caminantes y alpinistas polacos siempre están presentes en las grandes citas del montañismo mundial, y el país ha financiado muchas expediciones por todo el mundo, incluido el Himalaya.
Polonia no emergió como destino de deportes de naturaleza hasta la caída del comunismo. Los operadores turísticos cada vez atienden más a las demandas de los aventureros de todo el mundo, con mejores instalaciones y una oferta más amplia.
Casi todas las regiones cuentan hoy con rutas ciclistas bien señalizadas, desde cortos y cómodos circuitos a épicas rutas internacionales, y la situación mejora cada año. Se puede restringir el recorrido a las zonas más llanas y cubrir el resto de la ruta en tren, pero los que no teman a las pendientes pueden recorrer algunas de las regiones más fascinantes (y poco exploradas) del país. Puede ser difícil encontrar mapas que indiquen las rutas ciclistas fuera de Polonia, pero en las oficinas de turismo suelen tenerlos.
En los montes Bieszczady hay pistas que atraviesan una serie de bosques de un verde profundo y prados que componen algunos paisajes naturales y arquitectónicos de postal. Parte de la Ruta de los Iconos (de 70 km), cerca de Sanok, es accesible para los ciclistas, a los que recompensa con vistas de antiguas iglesias de madera y castillos. La localidad de Sanok está a caballo de una amplia red de carreteras y senderos frecuentados por ciclistas que cubren cientos de kilómetros en Polonia y se extienden por las vecinas Eslovaquia y Ucrania. La web municipal (www.gminasanok.com) ofrece un buen resumen de estas pistas.
La región del río Dunajec, en los montes Pieninos, no es apta únicamente para el rafting. Szczawnica, en particular, es un gran centro ciclista. Es el punto de partida de varias rutas y cuenta con numerosas agencias de alquiler de bicicletas. Una de las mejores rutas de la región es la que sigue el Dunajec unos 15 km hasta la localidad eslovaca de Červený Kláštor.
Hay rutas encantadoras que arrancan cerca del pueblo de Białowieża y atraviesan la zona norte de este bosque y grandes extensiones de bosque virgen al norte y oeste del Parque Nacional de Białowieża, con desvíos que se adentran en el propio parque. Lo mejor es pedir un mapa en el centro de información y ponerse en marcha. Para ir sobre ruedas, Rent a Bike alquila bicicletas.
Pasear en bicicleta por la región de Mazuria también es muy agradable y fácil, ya que el terreno es llano. Junto al lago Mamry, la localidad de Węgorzewo es una práctica base para acceder a 18 rutas señalizadas, con circuitos de 25 a 109 km. El bosque de Augustów y las zonas en torno a Suwałki son también buenos territorios ciclistas. El viajero hallará varias empresas de alquiler en Augustów, como Jan Wojtuszko.
Estos montes, sobre todo en torno a la localidad de Szklarska Poręba, son un filón para ciclistas de montaña. El Parque Nacional de Karkonosze, que llega hasta la frontera checa, cuenta con numerosas pistas ciclistas señalizadas y es popular entre los amantes de los deportes extremos. Algunas de las pistas siguen por la República Checa. La oficina de turismo de Szklarska Poręba facilita mapas y asesora sobre alquileres.
La mayoría de los ciclistas van por su cuenta, pero si se quiere viajar en un grupo organizado, la británica Cycling Holidays Poland es la principal empresa a contactar. Hooked on Cycling (Reino Unido +44 1506 635 399; www.hookedoncycling.co.uk), especializada en circuitos autoguiados por toda Europa, es otra opción.
Las zonas montañosas de Polonia son estupendas para explorarlas a pie y atraen a miles de excursionistas cada año. Unos 2000 km de senderos atraviesan los parques nacionales del país, muchos de ellos bien señalizados y equipados con refugios. Además, el repertorio natural de cumbres, pendientes, climas y terrenos que exhibe la geografía del país permite infinidad de posibilidades, desde caminatas de una semana hasta dar paseos de 1 h. La PTTK (Sociedad Polaca de Turismo, Polskie Towarzystwo Turystyczno-Krajoznawcze; 22 826 2251; www.pttk.pl) tiene una web poco fiable, pero sigue siendo un excelente recurso para senderismo y paseos en todo el país. Ofrece un listado de refugios de montaña y centros de información gestionados por ellos, así como mucha información útil para planificar una caminata.
Las cordilleras del sur son las mejores para disfrutar de excursiones por cotas altas, pero para pasear por las llanuras, cualquier región es buena.
Los montes Tatras, en el sur, son un destino ideal para salir de excursión. Los Tatras Occidentales y los Altos Tatras ofrecen diferentes paisajes, siendo estos últimos los más desafiantes y más espectaculares. Una de las escaladas más populares es la del monte Giewont (1894 m), coronado por una cruz pero rodeado de fuertes pendientes que hacen desistir a algunos.
Los valles que rodean Zakopane brindan recorridos diversos, aptos para senderistas de todos los niveles (algunos se recorren en menos de 1 h). Asimismo, los senderos en torno a los cercanos montes Pieninos y los Bieszczady en el este, ofrecen apasionantes experiencias, incluso para quienes prefieren pasear. Otra opción son los Altos Beskides, que cuentan con senderos por los que se irán encontrando albergues de montaña. Muszyna y Krynica son populares bases de acceso a esta región.
La cordillera de los Bajos Beskides, de menor altura, ofrece caminatas menos arduas y vistas no tan espectaculares.
En todas estas zonas la primera escala obvia es la oficina de información turística.
El Parque Nacional de Karkonosze es una genuina muestra de esta cordillera. Las antiguas y peculiares formaciones rocosas en forma de meseta de las montañas Góry Stołowe figuran entre sus atractivos. Resulta sencillo acceder a esta zona desde la localidad de Szklarska Poręba, a los pies del monte Szrenica (1362 m), y existe una gran variedad de senderos que van desde Karpacz hasta el monte Śnieżka (1602 m). Más al sur, la localidad de Międzygórze es otra buena base para explorar los Sudetes. Las oficinas de turismo de Karpacz y Szklarska Poręba informan amablemente sobre los caminos y albergues de montaña más adecuados.
Por las pistas y circuitos naturales de Polonia operan muchos guías y operadores locales. Si se desea organizar una caminata guiada desde casa, la británica Venture Poland (Reino Unido +44 20 7558 8179; www.venturepoland.eu) está especializada en circuitos a pie por los Cárpatos, y Walks Worldwide (Reino Unido +44 1962 737 565; www.walksworldwide.com; 8.00-18.00 lu-vi, 9.00-17.00 sa) cubre todas las cordilleras del sur.
Por toda Polonia fluyen corrientes ideales para que uno le de al remo: las tierras bajas de Mazuria, Varmia y Kashubia, al norte del país, cuentan con miles de lagos y ríos. Más al este está el canal Augustów, que conecta con lagos y ríos. Al sur de Augustów se extienden diversos parques nacionales poco visitados que ofrecen más oportunidades para subirse a un kayak en un entorno protegido, lleno de riachuelos y pantanos.
No es preciso viajar con el kayak, pues hay muchos sitios donde alquilar embarcaciones, remos y chalecos salvavidas a precios muy razonables, así como numerosas empresas de circuitos y guías. Las oficinas de turismo locales ofrecen asesoramiento.
La localidad de Olsztyn es una práctica base para las salidas acuáticas, en particular en kayak. PTTK Mazury facilita excursiones, equipo y guías. Desde Olsztyn es posible surcar el río Łyna hasta la frontera del enclave ruso de Kaliningrado, o pasar un par de horas navegando más cerca de la localidad.
La ruta más popular en kayak de la zona recorre el río Krutynia. Comienza en Sorkwity, 50 km al este de Olsztyn, y sigue su curso y el lago Bełdany hasta Ruciane-Nida. Hay quien considera que el Krutynia es el río más espectacular del norte y el de aguas más claras de Polonia. Atraviesa 100 km de bosques, reservas ornitológicas, prados y pantanos. Para familiarizarse con él, PTTK Mazury, en Olsztyn, organiza populares circuitos de 10 días por el Krutynia, desde el Stanica Wodna PTTK (www.sorkwity.pttk.pl) en Sorkwity. Salen a intervalos regulares de junio a agosto, y el precio (1190 PLN) incluye kayak, comida, seguro, alojamiento en cabaña y un guía que habla polaco, inglés o alemán. El viajero también puede ir por su cuenta, alquilando un kayak (30 a 40 PLN diarios) en el Stanica Wodna PTTK de Sorkwity, aunque es mejor comprobar antes la disponibilidad.
Koch (89 751 1093; www.masuren2.de; ul Sportowa 1) es un operador de circuitos con base en el Hotel Koch de Kętrzyn que concierta todo tipo de aventuras en los grandes lagos Mazurianos.
Menos visitados que los famosos grandes lagos Mazurianos (y quizá más frescos), los lagos de la región de Augustów-Suwałki no están interconectados, pero sus aguas son claras. El río donde se practica piragüismo es el Czarna Hańcza, por una ruta que suele iniciarse en Augustów y avanza hacia el norte hasta el lago Serwy, pasando por el canal de Augustów, de 150 años de antigüedad, la región de lagos de Suwałki y el bosque de Augustów. Aunque numerosos operadores turísticos realizan este circuito, también es posible recorrerlo de manera independiente.
Cerca de la localidad de Suwałki, el lago Wigry del Parque Nacional de Wigry ofrece aguas cristalinas ideales para remar. En la región de Augustów-Suwałki, Szot ofrece una excelente gama de rutas cortas y largas con guías.
Al sur de los lagos Mazurianos, el río Biebrza atraviesa la espléndida región de Podlaquia y el Parque Nacional de Biebrza, con su variado paisaje de ríos, tremedales, pantanos y bosques húmedos. La principal ruta para el kayak sale de la localidad de Lipsk y sigue río abajo por el Biebrza hasta Wizna, cubriendo unos 140 km (7-9 días). Aunque es más tiempo del que tienen muchos visitantes, también se pueden cubrir tramos más cortos y hay sitios donde acampar por toda la orilla.
El Parque Nacional de Narew, más al sur, resulta tan interesante como el Parque Nacional de Biebrza pero no está orientado al turismo. Protege un tramo particular del río Narew apodado el “Amazonas polaco”, donde el río se divide en decenas de canales. Kaylon organiza aventuras en canoa o kayak en esta parte de Podlaquia.
El río más conocido para la práctica del kayak es el Brda, que atraviesa zonas boscosas del Parque Nacional de Bory Tucholskie (www.pnbt.com.pl) y unos 19 lagos.
La ruta de Drawa, que cruza el Parque Nacional de Drawa (www.dpn.pl), es una interesante excursión para remeros expertos. Se dice que esta ruta era una de las preferidas del papa Juan Pablo II para remar cuando era joven.
El descenso organizado más típico en Polonia es la plácida travesía por la garganta del Dunajec, en los Pieninos. El río serpentea desde el lago de Czorsztyn (Jezioro Czorsztyńskie) hacia el oeste entre abruptos acantilados, algunos de más de 300 m de altura. El río es angosto, tiene un punto de 12 m de ancho que hace las veces de embudo, y cambia sin cesar, pasando de tramos majestuosamente serenos y hondos a rápidos de montaña de poca profundidad. Aun así, nótese que no se trata de aguas rápidas, sino de una placentera y relajada excursión. El punto de partida es el muelle de balsas del pueblecito de Sromowce Wyżne-Kąty. Se empieza con un trayecto de 18 km y se desembarca en Szczawnica. La travesía dura unas 2¼ h, en función del caudal del río. Algunas balsas descienden aún más, hasta Krościenko (23 km, 2¾ h), pero en ese tramo no hay mucho que ver.
Polonia cuenta con las pistas de esquí más económicas de toda Europa. El alojamiento en las estaciones de esquí oscila entre 50 PLN por habitación en una casa particular y 300 PLN en los hoteles más lujosos. Los telesillas cuestan unos 100 PLN por día.
El sur del país está bien equipado para practicar esquí de fondo y descenso para todos los niveles y presupuestos. La popularidad del snowboard también está creciendo.
Las cordilleras del sur de Polonia son el lugar más indicado, aunque se puede practicar esquí nórdico en zonas más llanas, especialmente por los lagos Mazurianos.
Son la zona de esquí mejor equipada y Zakopane, capital nacional de los deportes de invierno, su enclave más popular. Las pistas, que alcanzan su máxima altitud en el monte Kasprowy Wierch, de 1987 m, son aptas para todos los niveles, y Zakopane dispone también de buenas instalaciones y equipos. Además de duras montañas ‒como el monte Kasprowy Wierch o el Gubałówka, con pistas de 4300 y 1500 m respectivamente‒, el variado panorama de los alrededores de Zakopane ofrece terrenos llanos para principiantes y mucho tiempo para aprender, con una extensa temporada de esquí que algunos años llega hasta abril.
Otro núcleo importante es Szklarska Poręba, en Silesia, al pie del monte Szrenica. La localidad ofrece casi 15 km de rutas de senderismo, esquí y esquí de fondo. La cercana Karpacz, en las laderas del monte Śnieżka (1602 m), goza de unos 100 días de nieve al año. La web de la oficina de turismo de Karpacz ofrece un excelente resumen de opciones de esquí y esquí de fondo, además de snowboard y snowtubing. Asimismo, la localidad de Międzygórze acoge a los entusiastas que se aventuran hasta la estación de esquí de la “Montaña Negra” de Czarna Góra.
La localidad de Szczyrk, al pie de los Beskides de Silesia, cuenta con las pistas menos duras y las colas más cortas del país, alberga el centro de entrenamiento polaco para los Juegos Olímpicos de Invierno y dispone de suficientes pendientes suaves para los esquiadores y snowboarders novatos. Véase la página web oficial de Szczyrk (www.szczyrk.pl) para información sobre las pistas y escuelas de esquí, alquiler de equipos y servicios turísticos.
Polonia es un país que siempre ha amado los caballos. Los parques nacionales, las oficinas de turismo y los centros ecuestres privados trabajan bien en la señalización de pistas ecuestres y en la organización de rutas a caballo.
La división de montañismo y equitación del PTTK puede ser de ayuda en la organización de salidas independientes. Por todo el país existen muchas caballerizas estatales y privadas, así como centros de equitación, que van desde establecimientos rústicos de agroturismo a lujosas instalaciones. También se pueden organizar salidas de unas horas, o de unos días, por medio de numerosos operadores privados. El coste varía dependiendo de la duración y la calidad. Una semana en un poni puede costar unos 800 €, mientras que un fin de semana en una finca selecta con acceso a establos con los mejores corceles ronda los 500 €. Es aconsejable comparar hasta que se encuentre lo que mejor se adapte al gusto, aptitudes y presupuesto de cada cual.
Para más detalles se puede contactar con la Asociación Ecuestre Polaca (22 417 6700; www.pzj.pl), que ofrece mucha información, aunque toda en polaco.
La cultura del mar está poco explotada en Polonia. Es posible alquilar yates o veleros con su propio capitán, que seguro deleitará al viajero con sus habaneras. La costa del Báltico no está mal, pero la gran afluencia de visitantes en verano demuestra el atractivo de los grandes lagos Mazurianos para la navegación. Esta gran red de lagos interconectados permite disfrutar de un par de semanas en el agua sin pasar dos veces por el mismo lago.
Se pueden alquilar veleros en Giżycko, Mikołajki y en muchos pueblecitos. La web de la oficina de turismo de Giżycko tiene un listado de barcos y yates para alquilar, y ofrece consejos de primera mano. En el paseo marítimo de Mikołajki, Wioska Żeglarska alquila veleros y su personal asesora sobre otras empresas si sus barcos están ya reservados.
Los más aficionados disfrutarán sobre todo con las excursiones por el canal Elbląg-Ostróda, en la región de Olsztyn. Con 82 km, es el canal navegable más largo operativo en Polonia, y también el más insólito; la diferencia del nivel del agua alcanza casi los 100 m y se solventa con un sistema único de gradas, que arrastra físicamente a los barcos por tierra firme mediante vagones sobre raíles. El canal sigue el curso de una cadena de seis lagos, casi todos zonas protegidas. De mayo a septiembre, barcos de recreo operados por Żegluga Ostródzko-Elbląska surcan su tramo principal, entre Ostróda y Elbląg. Se ofrecen excursiones de distinta duración. Para familiarizarse con la vida en el canal, es recomendable el tramo entre Elbląg y Buczyniec (desde 99 PLN, 4½ h), que cubre su parte más interesante, incluidas las cinco gradas.
Para ir en velero por el mar Báltico hay que dirigirse a la bahía de Szczecin, que comparten Alemania y Polonia. Sus 870 km2 permiten visitar la isla de Woslin y el Parque Nacional de Wolin. El golfo de Gdańsk también brinda la oportunidad de acceder a puertos marítimos y a pintorescos pueblos pesqueros.
En los Cárpatos, el lago Solina es el centro de deportes acuáticos más importante de la región de los Bieszczady, e incluye navegación y ocio. Está a unos 30 km al suroeste de Ustrzyki Dolne y es accesible en autobús. La oficina de turismo del lago Solina, junto a la autopista 894, camino de Lesko, facilita todos los detalles.
Aunque el windsurf y el kitesurf suelen compartir el agua con las embarcaciones, su verdadero feudo se encuentra en Hel, en el golfo de Gdańsk, entre Władysławowo y Chałupy. La arbitrariedad del viento y las corrientes provoca constantes cambios en la forma de la península de Hel, de manera que, por muy populares que sean los lagos Mazurianos, este es un sitio único. JoyTrip, con sede en Gdańsk, es una buena agencia para alquilar equipo.
El ala delta y el parapente están cobrando fuerza en Polonia, sobre todo en las montañas del sur, desde Zakopane y hacia el este. La web www.paraglidingmap.com/sites/Poland tiene un buen listado de zonas de despegue, con fotos y previsión meteorológica. Un lugar popular para empezar es la cima de Kasprowy Wierch, al sur de Zakopane, aunque la altitud (1967 m) propicia vientos fuertes. Las oficinas de turismo y operadores de Zakopane facilitan más información.
Tanto los escaladores principiantes como los más expertos pueden contar con los Tatras. La Asociación Polaca de Guías de Montaña (www.pspw.pl, solo en polaco, aunque se puede enviar un correo electrónico en inglés) facilita más información y una relación de guías cualificados.
El país cuenta con más de 1000 cuevas, aunque son pocas las que están habilitadas para la práctica de la espeleología. Una buena es la cueva del Oso (www.jaskinia.pl), cerca del pueblo de Kletno, en Silesia, al sureste de la localidad de Kłodzko. Se llega en automóvil y está situada en el alto de Śnieżnik Kłodzki, en la ladera derecha del valle de Kleśnica. Su web tiene los detalles; nótese que se debe reservar el circuito con antelación.
Hay dos cuevas en las tierras altas de Cracovia-Częstochowa. La cueva del Rey Łokietek tiene una extensión de 270 m repartidos por varios corredores, y puede visitarse en un circuito de 30 min. Cerca está la cueva de Wierzchowska Górna, la más larga de la región, con casi 1 km.
Esta novedosa actividad, un juego de caza de tesoros mediante GPS, quizá no sea tan popular en Polonia como en otros países, pero cada vez son más los polacos que se apuntan. Para empezar se pueden visitar las páginas www.opencaching.pl y www.geocaching.pl. A los aficionados les puede interesar también consultar el Twitter de geocachingpl (de tendencias y senderos. Los tweets suelen estar en polaco pero pueden descifrarse fácilmente con un traductor en línea.