Cultura

Cultura y tradiciones en Galicia

Galicia continúa muy unida al pasado en sus fiestas, su gastronomía y su literatura. Ser una comunidad poco urbanizada y con un paisaje exuberante que despierta la imaginación propicia que se hayan mantenido muchas costumbres, creencias y supersticiones populares. No obstante, existen corrientes que han acercado la región a Europa y a la modernidad, y todo ello convive ahora en buena armonía.

Música y baile en Galicia

Música y baile tradicionales en Galicia

Las asociaciones culturales de música y danza tradicional abundan en Galicia. Estos grupos trabajan por la recuperación y supervivencia tanto de los sonidos propios de la región como de las letras, bailes y trajes. Galicia tiene una fuerte tradición oral y muchos textos han sobrevivido en las canciones. Estas se caracterizan por tener estribillos y pareados, lo que permite que se recuerden fácilmente. La temática es variada, aunque siguiendo la tradición medieval de las cantigas galaicoportuguesas, suele ser amorosa, religiosa o de escarnio.

Los sonidos más asociados a Galicia son los de la gaita y la pandereta, que realmente son los dos instrumentos imprescindibles para una pieza tradicional. Las conchas de vieira, el tambor o el pandero se unen al grupo de los habituales. El baile más popular, la muñeira, mantiene un ritmo 6/8. Su nombre proviene de los molinos (muiños en gallego), tan abundantes en Galicia, y al baile que se danzaba para amenizar la espera de la molienda.

Los bailarines se visten con trajes tradicionales, que pueden ser de faena o de gala. Las mujeres llevan zuecos o zapatos, medias, pololos (pantalones), enaguas, refajo, falda, mandil y a veces incluso un mantelo (un mandil más grande bajo el pequeño). Arriba camisa y, sobre esta, lo más habitual es mantón, mantilla o chaleco. La cabeza se cubre con pañuelo, cofia o sombrero. Los hombres visten camisa, chaleco y a veces chaqueta. Sobre la ropa interior van las polainas y la faja cierra el conjunto. También llevan zuecos o zapatos y pueden cubrirse la cabeza con un gorro.

Durante las foliadas, las fiestas en las que se reúnen los gallegos para tocar, bailar, cantar, comer y beber, se escuchan muchos aturuxos. Es un grito que se usa para animar a los que tocan y bailan a que continúen con la locura (folía) de la fiesta.

Los gallegos disfrutan de los eventos populares todo el año como un lugar de encuentro con los vecinos y de exaltación de la cultura propia. Las romerías son muy notorias. Siguiendo el ejemplo que marca el Camino de Santiago, son muchas las pequeñas peregrinaciones que existen: la romería de los Remedios, la de San Andrés de Teixido, la del monte de A Guarda... Las procesiones religiosas son para muchos una excusa para celebrar una buena foliada.

Música moderna en Galicia

Existen muchos grupos en la actualidad que, bebiendo de la tradición, renuevan la música gallega. Exponentes de estos nuevos aires son la cantante Ses, Roi Casal o el grupo de versiones De Vacas. Este camino lo abrieron artistas como los gaiteros Carlos Núñez y Cristina Pato, y los grupos Berrogüeto o Luar na Lubre, que asociaron los instrumentos tradicionales a sonidos electrónicos y letras actuales. 

Pero no todo es tan fácilmente reconocible como sonido gallego. La variedad musical en Galicia es tan amplia como géneros existen y cuenta con grandes exponentes del rock como Los Suaves o Siniestro Total. El estilo pop-rock atraviesa un momento dorado. Algunos nombres como Iván Ferreiro y Xoel López, con décadas de carrera, viven un auge de popularidad. A ellos se les suman bandas emergentes que cosechan un gran éxito, como Novedades Carminha o Triángulo de Amor Bizarro.

Cultos, creencias y supersticiones en Galicia

Rosalía de Castro exaltó su tierra con el admirativo “¡Galicia encantada!” y es que esta es una región envuelta en creencias y cultos dispares. Los celtas adoraban los elementos de la naturaleza, los cristianos impusieron su devoción, los curanderos y meigas han mantenido el conocimiento popular y todos se han mezclado hasta crear un sincretismo que pervive con gran arraigo en el imaginario gallego. 

La población gallega profesa mayoritariamente el cristianismo. Alrededor de este, mezclada con los elementos autóctonos, se ha forjado la religiosidad popular. Un ejemplo: cuando cae la noche, los devotos advierten de la aparición de la Santa Compaña.

La tradición cuenta que una procesión de almas recorre los caminos durante la noche portando un féretro. Quien se encuentra con la comitiva corre el riesgo de fallecer pronto o de tener que unirse a la procesión de ánimas y salir con ella todas las noches. 

Otra tradición peculiar atañe a los cruces de caminos, considerados peligrosos por la simbología que representan: la elección del buen o el mal camino. Para recordar a los cristianos la figura de Cristo redentor, en estos puntos habituales de reunión, así como en las plazas, es común encontrar un cruceiro. Se trata de cruces de piedra, con palo alto, coronadas por un cristo en la parte superior. Algunos, como el de O Hío, en Cangas, son obras de arte.

Las famosas meigas son otro elemento característico del folklore gallego. Se diferencia entre meiga y bruja. Las primeras son mujeres que guardan y transmiten el conocimiento del medio natural, de las hierbas y su uso. Las brujas, en cambio, ejercen poderes oscuros, por ejemplo, causan el mal de ojo. Los gallegos creen que también las personas corrientes pueden desarrollar ciertos poderes sin saberlo y, así, la envidia excesiva o la fijación por una persona pueden derivar en un embrujo. Una rama de hinojo o un diente de jabalí sirven de amuleto para protegerse. Se trata de creencias fuertemente imbricadas con el catolicismo popular, presentes en manifestaciones religiosas como la romería del Corpiño en Lugo o la de San Campio en Pontevedra, adonde acude la gente para exorcizarse. 

La fuerza de los elementos naturales en Galicia les ha conferido una gran simbología dentro del imaginario colectivo. Tanto el agua como el fuego tienen múltiples poderes e interpretaciones. Algunos rituales son muy conocidos y se practican también en otras partes de España, como saltar las hogueras durante la noche de San Juan para espantar los malos espíritus. Pero en Galicia también hay que bañarse en el mar para purificarse. No obstante, hay que hacerlo con cuidado, porque las mujeres que salten las siete olas estarán invocando la fertilidad. En esta misma noche en la que los pueblos precristianos celebraban el solsticio de verano, los gallegos ponen en remojo hierbas del monte para lavarse la cara a la mañana siguiente y espantar así a las brujas.

Y siempre se puede optar por la queimada, un licor de alta graduación alcohólica que se elabora con aguardiente. Se vierte en un recipiente de barro cocido y se le prende fuego. Mientras se flamea, se lee el conjuro que espanta todos los males. “Con este cazo levantarei as chamas deste lume que se asemella ao do inferno e as meigas ficarán purificadas de tódalas súas maldades”. Cuando el fuego de apaga, se bebe un chupito, y de este modo cuerpo y alma quedan protegidos.

Artesanía en Galicia

La artesanía ocupa un lugar importante en Galicia. A los artesanos dedicados a los oficios tradicionales se unen artistas que trabajan con sus propias manos. La Xunta tiene registrados unos 2500 artesanos y sus creaciones están avaladas por el sello Artesanía de Galicia, que garantiza que se siguen las directrices de los gremios.

La cerámica, la cestería y el cuero son artes populares de la región. Hay desde piezas de decoración a utensilios de cocina, pasando por el típico souvenir.

Artes plásticas en Galicia

Las artes plásticas estaban muy vinculadas al cristianismo y el costumbrismo hasta que surgió un nuevo movimiento a finales del s. XIX y principios del s. XX. Se les dio el nombre de Os Novos u Os Renovadores. Su mayor exponente fue Luis Seoane (1910-1979), a pesar de ser el más joven de la generación. Aunque nació en Buenos Aires, creció y murió en A Coruña, no sin antes pasar un período en el exilio. Profundamente comprometido con la región, creó una extensa obra plástica y escrita, además de promover numerosos proyectos culturales. Sus trabajos pictóricos se caracterizan por los trazos negros que sirven como soporte a los colores. Junto a él destacan otros referentes, como Carlos Maside (1897-1958), Manuel Colmeiro (1901-1999), Xosé Otero Abeledo, conocido como Laxeiro (1908-1996), y Arturo Souto (1902-1964), que colaboraron en la creación de la identidad gallega a través de la pintura, el grabado y la cartelería, imprimiéndole un carácter universal a sus trabajos. Sus obras se pueden ver en diferentes museos, pero Seoane y Laxeiro tienen sus propios espacios: la Fundación Luis Seoane (San Francisco 27, A Coruña) y la Fundación Laxeiro (Policarpo Sanz 15, Vigo).

Siguiendo esta estela han surgido otros artistas como Antón Pulido, probablemente el mejor pintor gallego vivo. El artista combina técnicas contemporáneas con imágenes tradicionales gallegas de una manera tan genuina que sus obras son rápidamente reconocibles.

Pulido fue el primer director del Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago de Compostela, la mayor muestra de obras de este tipo de Galicia. Se exhiben trabajos de artistas nacionales e internacionales, con especial atención a Latinoamérica. Alberga también la colección Carlos Areán de la Xunta, comisario y coleccionista de arte español.

Teatro y cine en Galicia

En 1882 el Liceo Brigantino de A Coruña acogió la representación de A fonte do xuramento, de Francisco María de la Iglesia y González. Supuso la primera obra teatral llevada al escenario en gallego. A partir de ahí, autores como Manuel Lugrís Freire, Ramón Otero Pedrayo y Castelao contribuyeron a su desarrollo con obras imprescindibles de la dramaturgia gallega.

La Guerra Civil y la dictadura franquista relegaron la creación al folklore, pero en la actualidad existe una nutrida red de pequeñas compañías de excelente calidad. Chévere y Voadora son dos de las más populares, muy reconocidas por hacer gala de la retranca, aunque sin dejar de lado otras fórmulas dramáticas.

El creciente número de actores que dan el salto al panorama nacional, tanto en teatro como en televisión y cine, da cuenta de la buena cantera interpretativa de Galicia: Luis Tosar, María Castro, Javier Gutiérrez, Luis Zahera, María Bouzas… En cambio, el cine hecho cien por cien en Galicia todavía es anecdótico dentro del panorama nacional. Algunas películas gallegas de éxito en los últimos años son A Esmorga y A praia dos afogados.

Literatura en Galicia

Rosalía de Castro, Alfonso R. Castelao, Eduardo Pondal, Ramón María del Valle-Inclán y Camilo José Cela son gallegos que se convirtieron en pilares de la literatura hispana, pero la creación actual es igual de rica y abundante. La lista sería interminable. Basten, como ejemplo, los nombres de autores consagrados como Xosé Luis Méndez Ferrín, Suso de Toro y Manuel Rivas, y la de otros que han irrumpido con fuerza en los últimos años, como Pedro Feijoo, María Reimóndez y Domingo Villar. Juntos crean un universo con cabida para todos los géneros.

La poesía también está muy viva, con Marta DaCosta, Yolanda Castaño, María do Cebreiro y otros muchos nombres. Hay que destacar el lugar que ocupa la literatura infantil, con autores que firman títulos presentes en el currículum de lecturas de varias generaciones. Son especialmente: Agustín Fernández Paz, Fina Casalderrey y Antonio García Teijeiro. A ellos se han sumado nuevas propuestas, entre las que destaca Ledicia Costas, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.

 

Tienda

Un recorrido por más de 200 libros de viaje para descubrir todos los países del mundo.

A una hora de...

Desde 8.99€