La mayoría de los viajeros llegan a Alemania por avión o a través de conexiones de tren o carretera desde países vecinos.
Entrar en Alemania suele ser bastante sencillo. Si se llega desde cualquiera de los países incluidos en el Tratado de Schengen, como España, Francia, Holanda o Austria, e independientemente de la nacionalidad del viajero, no es necesario pasaporte (basta con el DNI) ni pasar por la aduana. Si se llega de otro país no adscrito a Schengen, habrá que seguir todas las formalidades fronterizas.
El aeropuerto de Fráncfort constituye la principal puerta de entrada para los vuelos transcontinentales, aunque los de Dusseldorf y Múnich también reciben una parte del tráfico aéreo transcontinental. Hasta la apertura del nuevo aeropuerto de Berlín-Brandeburgo, los vuelos a la capital aterrizan en sus dos aeropuertos internacionales más pequeños, Tegel y Schönefeld. También hay grandes aeropuertos en Hamburgo, Colonia/Bonn y Stuttgart, y otros más pequeños en ciudades como Bremen, Dresde, Érfurt, Hanóver, Leipzig-Halle, Münster-Osnabrück y Núremberg.
La aerolínea de bandera de Alemania es Lufthansa, miembro del consorcio Star Alliance. Ofrece una amplia variedad de vuelos nacionales e internacionales, y cuenta con uno de los mejores historiales de seguridad del mundo. Una de cada dos aerolíneas extranjeras vuela a Alemania, aparte, claro está, de las de bajo coste Air Berlin (www.airberlin.com), EasyJet (www.easyjet.com), Flybe (www.flybe.com), airBaltic (www.airbaltic.com), Ryanair (www.ryanair.com) y Germanwings (www.germanwings.com). Adviértase que Ryanair suele volar a aeropuertos remotos, que a menudo son poco más que pistas de aterrizaje militares recicladas. Por ejemplo, los vuelos a Fráncfort llegan al aeródromo de Fráncfort-Hahn, 110 km al noroeste de la ciudad, cerca del río Mosela.
Llevar una bicicleta a Alemania es mucho más barato y sencillo de lo que se puede imaginar.
El servicio de transporte de bicicleta del Eurotúnel (en Reino Unido 01303-282 201; www.eurotunnel.com) cobra 18 £ (22 £ en jul y ago) solo ida para una bicicleta y su portador. Hay que reservar con 48 h de antelación como mínimo.
Una bicicleta que, desmontada y embolsada, ocupe menos de 85 cm, se puede subir al Eurostar (desde fuera del Reino Unido +44 1233 617 575, en el Reino Unido 03432 186 186; www.eurostar.com) como parte del equipaje permitido. Embarcar una más grande cuesta 25-19 £ y se ha de reservar con antelación. En las temporadas altas, antes de completar la reserva conviene comprobar que haya espacio en el tren.
Deutsche Bahn cobra 10 € por transportar una bicicleta al extranjero. Hay que comprar una Internationale Fahrradkarte y reservar con un día de antelación, como mínimo.
En los ferris, los pasajeros de a pie normalmente pueden llevar una bicicleta, a veces sin coste.
Viajar a Alemania en autobús desde ciudades como Milán, Viena, Ámsterdam y Copenhague es una opción viable gracias a un nuevo elenco de compañías que ofrecen conexiones con buena relación calidad-precio en autobuses cómodos, con tentempiés y wifi gratuito. De dichas compañías cabe destacar MeinFernbus (0180-515 9915; www.meinfernbus.de), Flixbus (01807 1239 9123; www.flixbus.com), Megabus (en el Reino Unido +44 900 1600 900; www.megabus.com), Berlinlinienbus (030-338 4480; www.berlinlinienbus.de) y Eurolines (www.eurolines.com). Para rutas, horarios y precios, consúltese www.busliniensuche.de (también en inglés).
Busabout (en el Reino Unido 8450 267 514; www.busabout.com) es una compañía orientada a mochileros, con autocares que siguen rutas circulares entrelazadas por Europa, con paradas libres (may-oct). Los billetes se venden por internet y en agencias de viaje.
Alemania se encuentra en el circuito norte, con paradas en Berlín, Dresde, Múnich y Stuttgart. Los circuitos se pueden combinar. En Múnich, por ejemplo, el circuito norte converge con el circuito sur, que se dirige hacia Italia.
Una ruta circular cuesta desde 569 €; dos, 979 € y tres, 1159 €. El Flexitrip Pass, que permite viajar entre ciudades sitas en diferentes rutas circulares, cuesta 489/537/569/599 € para viajes con 6/7/8/9 paradas.
Si se viaja a Alemania en vehículo propio, se necesitará el carné de conducir válido, el certificado de matriculación y una copia del seguro a terceros. Los automóviles extranjeros deben llevar un distintivo de nacionalidad, salvo si tienen una matrícula europea oficial. Asimismo, es necesario disponer de triángulo de emergencia y un botiquín de primeros auxilios.
No hay ningún requisito especial para cruzar la frontera alemana en automóvil. Gracias al Tratado de Schengen, ya no existen los controles de pasaporte si se entra desde países como Francia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca, Austria, Suiza, República Checa y Polonia.
Para normas de tráfico y demás información relacionada con la conducción.
Desde Reino Unido, el Eurotúnel (en Alemania 01805-000 248, en Reino Unido 08443 35 35 35; www.eurotunnel.com) es la manera más rápida de llegar al continente. Estos trenes de enlace transportan automóviles, motocicletas, bicicletas y autobuses desde Folkestone (Inglaterra) por el Eurotúnel hasta Coquelles (cerca de Calais, en Francia) en unos 35 min. Desde allí, el viajero podrá plantarse en Alemania en unas 3 h. El embarque y desembarque suele durar 1 h.
Los trenes salen a diario las 24 h, con hasta cuatro salidas por hora en temporada alta. Los precios se calculan por vehículo, incluidos los pasajeros (hasta nueve), y dependen de factores como el momento del día, la temporada y la duración de la estancia. Un billete normal de ida cuesta a partir de 55 £. La web y las agencias de viajes facilitan más información.
Abundantes servicios ferroviarios conectan Alemania con casi todos los países de Europa. En Alemania los billetes los vende Deutsche Bahn ( enlazan las principales ciudades alemanas con otras extranjeras. Es esencial reservar en la temporada alta de verano y en fechas vacacionales, y se recomienda en otras épocas.
El City Night Line (en Alemania 0180-699 6633; o de Deutsche Bahn y ofrece tres niveles de comodidad:
Algunas webs útiles:
El Eurotúnel permite viajar en tren entre Reino Unido y Alemania de forma rápida y placentera. Los Eurostar (fuera de Reino Unido +44 1233 617 575, en Reino Unido 03432 186 186; www.eurostar.com), de alta velocidad, comunican Londres con París (el viaje dura 2½ h) o Bruselas (2 h), unas diez veces al día. En cada ciudad se puede cambiar a trenes normales o de alta velocidad a destinos de Alemania.
Las tarifas del Eurostar dependen de la clase, el momento del día, la temporada y el destino. Los niños poseedores de un abono de tren y aquellos de entre 12 y 25 años, y los mayores de 60 pueden optar a descuentos. La web facilita información actualizada de tarifas, promociones y paquetes especiales.
Si se piensa realizar muchos desplazamientos en tren, en un tiempo concreto, un abono es una opción cómoda y rentable. Permite viajar de forma ilimitada durante su período de validez en líneas férreas nacionales y en algunas líneas privadas, ferris y servicios de barco fluvial.
Hay dos clases: el Eurail para quienes residentes fuera de Europa y el InterRail para residentes en Europa.
Con un abono de Eurail (www.eurail.com) se puede viajar por 28 países; hay que adquirirlos (en la web, a través de una agencia de viajes o en www.raileurope.com) antes de salir del país natal. Existen varias modalidades:
Si se viaja en grupos de dos a cinco personas, se puede ahorrar un 15% en la tarifa normal para adultos. Los menores de 26 años tienen un descuento del 35%, pero deben viajar en 2ª clase. Los niños de 4 a 11 años pagan la mitad de la tarifa para adultos. Los menores de 4 años viajan gratis.
La web ofrece más detalles y una opción de compra de billetes que permite pagar en diversas monedas.
Los abonos de InterRail (www.interrail.eu) permiten viajar ilimitadamente por 30 países. Como los del Eurail, hay diferentes modalidades.
Los precios indicados son para adultos en 2ª clase. Se aplican diferentes tarifas para billetes de 1ª clase y para viajeros menores de 26 años o mayores de 60. Los menores de 4 años viajan gratis y no necesitan abono. Hasta dos niños menores de 11 años viajan gratis con un abono para niños si van acompañados, como mínimo, de una persona con abono de adulto.
El ferri para automóviles que une Romanshorn (Suiza) con Friedrichshafen (Alemania) constituye el modo más rápido de cruzar el lago Constanza. Funciona todo el año, lo gestiona Schweizerische Bodensee Schifffahrt (en Suiza 071-466 7888; www.sbsag.ch), tarda 40 min y cuesta 9,20/4,60 € (adultos/niños). Embarcar una bicicleta cuesta 6 €; un automóvil (con conductor incl.), desde 25,40 €.
Los principales puertos de ferris de Alemania son Kiel y Travemünde (cerca de Lubeca), en Schleswig-Holstein, y Rostock y Sassnitz (isla de Rügen), en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Todos ofrecen servicios a Escandinavia. Los horarios cambian de una temporada a otra.
Un billete de ida y vuelta suele ser más barato que dos billetes de ida. Algunas compañías de ferri usan el método de las aerolíneas de bajo coste: cuanto antes se reserve, menos se paga. La demanda de temporada es un factor crucial (las vacaciones escolares y julio y agosto son especialmente concurridos), como lo es la hora del día (un ferri vespertino puede costar mucho más que uno a las 4.00). Para ferris nocturnos, el tamaño del camarote, la ubicación y las comodidades afectan al precio. Si se va a embarcar un automóvil hay que reservar con bastante antelación.
Los menores de 25 y mayores de 60 años pueden optar a descuentos. Para obtener los mejores precios, consúltese el servicio de reserva que ofrece Ferry Savers (www.ferrysavers.com).
Casi todas las grandes ciudades alemanas, y algunas más pequeñas, cuentan con sus propios aeropuertos. Asimismo, numerosas líneas aéreas realizan vuelos interiores. A menos que se vuele de una punta a otra del país, como de Berlín o Hamburgo a Múnich, los aviones no son mucho más rápidos que los trenes, si se tiene en cuenta el trayecto a/desde los aeropuertos y el tiempo de espera.
Lufthansa cuenta con la red más densa de rutas. Las otras aerolíneas principales con vuelos nacionales son:
El uso de la bicicleta está permitido en todas las carreteras y autovías, pero no en las autopistas. Los ciclistas deben obedecer las mismas normas de tráfico que los automovilistas. No es obligatorio el uso de casco (ni siquiera los niños), pero es aconsejable llevarlo puesto. En las ciudades más grandes suele haber carriles-bici.
En casi todos los trenes se pueden embarcar bicicletas pero hay que comprar un billete especial (Fahrradkarte), que cuesta 9 € por trayecto en los trenes de largo recorrido (IC y EC y City Night Line). Hay que reservar una plaza, como mínimo, un día antes y dejar la bicicleta en el compartimento indicado, que suele estar al principio o al final del tren. No se permite llevar bicicletas en los trenes ICE de alta velocidad.
El precio en trenes locales y regionales (IRE, RB, RE, S-Bahn) es de 6 € diarios. En algunos trenes es gratis. Para obtener más información, se puede preguntar en las estaciones de trenes o llamar al 01805-99 66 33.
Muchas compañías de autobuses regionales disponen de vehículos con portabicicletas. Se puede embarcar la bicicleta en la mayoría de barcos y ferris
Casi todas las localidades alemanas disponen de un establecimiento de alquiler de bicicletas, normalmente emplazado cerca de una estación de trenes o allí mismo. Los costes del alquiler van de 7 a 20 € diarios y de 35 a 85 € por semana, según el modelo. Hay que dejar una fianza mínima de 30 € (más si la bicicleta es de calidad) y presentar un documento de identidad. Algunos establecimientos también ofrecen servicio de reparación o instalaciones para guardar las bicis.
Los hoteles, sobre todo en las zonas más turísticas, suelen disponer de bicicletas para uso de los huéspedes, a menudo sin coste alguno.
Call a Bike (069-4272 7722; www.callabike.de) es un servicio automático de bicicletas de alquiler que gestiona Deutsche Bahn en docenas de localidades y ciudades alemanas. Para utilizarlo, hay que registrarse gratis con una tarjeta de crédito en línea o en una de las estaciones de los barrios céntricos. Hay un mapa en el sitio web que solo está en alemán pero en las estaciones hay instrucciones en inglés. Una vez registrado se puede escoger una bicicleta y llamar al número de teléfono que figura en ella para desbloquearla. Después de utilizarla hay que dejarla en otra estación. Cuesta 0,08 €/min de tarifa básica, 15 €/24 h como máximo. El alquiler se carga en la tarjeta de crédito.
En unas 30 ciudades alemanas, a Call a Bike le ha salido un competidor, Nextbike (030-6920 5046; www.nextbike.de/en ), que cobra 1 € por 30 min o 9 € por 24 h. El registro es gratis a través de su web, su aplicación para teléfonos inteligentes, por teléfono o en las terminales de alquiler. Se necesita una tarjeta de crédito o de débito.
Al ser Alemania un país con dos mares y un interior inundado de lagos y ríos no sorprende que, en algún momento, el viajero tenga que subir a algún barco. El ferri es el medio de transporte para ir a las islas Frisias Orientales, en Baja Sajonia; a las Frisias Septentrionales, en Schleswig-Holstein; a Helgoland, también en Schleswig-Holstein; y a las islas de Poel, Rügen y Hiddensee en Mecklenburgo-Pomerania Occicental.
En algunos tramos de los ríos Rin, Elba y Danubio operan servicios de barcos regulares. También hay servicios de ferris en zonas con pocos puentes, así como en los principales lagos: Chiemsee y Starnberg en Baviera, y Constanza en Baden-Wurtemberg.
De abril a octubre las líneas de barcos organizan cruceros turísticos por los lagos y ríos que pueden durar de 1 h a todo el día.
Los autobuses suelen ser mucho más lentos y menos fiables y eficientes. Sin embargo, en algunas zonas rurales pueden ser la única opción para desplazarse si no se dispone de vehículo privado. Esto es especialmente cierto en el macizo del Harz, en algunos puntos del Bosque bávaro y en las estribaciones alpinas. Diferentes compañías de autobuses operan en cada una de las regiones del país, cada una con sus propias tarifas y horarios.
La frecuencia de paso es muy variable en función de la zona. Los servicios diseñados para las personas que viven lejos de su lugar de trabajo no suelen funcionar por la noche ni los fines de semana, así que conviene tenerlo en cuenta para no correr el riesgo de quedarse bloqueado en un lugar remoto un sábado por la noche. Se recomienda preguntar siempre por las ofertas especiales, como los abonos diarios o semanales, o los billetes turísticos.
En las ciudades, los autobuses suelen converger en la Busbahnhof o Zentraler Omnibus Bahnhof (ZOB; estación central de autobuses), que generalmente está cerca de la Hauptbahnhof (estación de trenes).
Gracias al levantamiento en el 2013 de una anacrónica prohibición sobre los viajes en autobús de larga distancia por el país (aprobada en 1931 para proteger el sistema ferroviario entonces estatal), la red de rutas ha crecido tanto que hoy descubrir Alemania en autobús es fácil, económico y popular. Los vehículos son modernos y cómodos, están limpios y tienen aire acondicionado. La mayoría de las compañías ofrece tentempiés y bebidas, además de wifi gratuito.
Los precios siguen muy bajos por la encarnizada competencia. Ir de Berlín a Hamburgo cuesta solo 8 €, y de Fráncfort a Múnich, 15 € de media.
MeinFernbus (www.meinfernbus.de), Flixbus (www.flixbus.com), Postbus (www.postbus.de), Berlinlinienbus (www.berlinlinienbus.de) y Eurolines (www.eurolines.com) son las compañías más grandes, pero también las hay regionales y más pequeñas. Un portal práctico para descubrir destinos, horarios y precios de cada compañía es www.busliniensuche.de.
De abril a octubre, el Romantic Road Coach (09851-551 387; ecial para turistas que dispone de un autobús diario en cada dirección entre Fráncfort y Füssen (para ir al Schloss Neuschwanstein) vía Múnich; el recorrido se completa en 12 h. Se puede interrumpir el viaje y seguir al día siguiente, sin gastos extra. Conviene tener en cuenta que los autobuses se llenan, y mucho, en verano. Se venden billetes para toda la ruta o para tramos cortos. Se pueden adquirir en línea o en las agencias de viajes, EurAide (www.euraide.de; mostrador 1, Reisezentrum, Hauptbahnhof; 10.00-19.00 lu-vi mar-abr y ago-dic, hasta 20.00 may-jul; Hauptbahnhof, Hauptbahnhof,Hauptbahnhof) en Múnich o en las oficinas de los Reisezentrum de las estaciones de trenes más grandes.
Viajar en automóvil o motocicleta en Alemania constituye un modo divertido y flexible de descubrir el país. El orgullo y la alegría del país es la red de 11 000 km de Autobahnen (autopistas). En estas hay áreas de servicio con gasolinera, lavabos y restaurantes cada 40-60 km; muchas están abiertas las 24 h. Las áreas de descanso (Rastplatz) son aún más frecuentes y suelen tener mesas de pícnic y lavabos. Si el automóvil se avería, se puede pedir ayuda desde las cabinas telefónicas naranjas de emergencia, situadas cada 2 km.
Además de las Autobahnen, hay una extensa red de Bundesstrassen (carreteras secundarias) y Landstrassen más pequeñas (carreteras rurales). No hay peajes en las carreteras públicas.
Si el vehículo no dispone de un sistema de navegación, es esencial contar con un buen mapa o atlas de carreteras, especialmente si se quiere circular por la complicada red de carreteras rurales. Los mapas son baratos y se venden en librerías, estaciones de tren, aeropuertos y gasolineras; los mejores son los de Freytag & Berndt, ADAC, Falk y Euromap.
Conducir por las ciudades puede ser estresante por los atascos y los precios y escasez de aparcamientos. En centros urbanos, solo se puede aparcar en parkings y garajes (0,50-2,50 €/h). Conviene saber que algunos aparcamientos (Parkplatz) y garajes (Parkhaus) cierran por la noche y cobran una tarifa nocturna. Muchos tienen parquímetros especiales para mujeres, muy bien iluminados y cercanos a las salidas.
En muchas ciudades hay sistemas electrónicos que indican al conductor el aparcamiento más cercano, así como las plazas disponibles. El estacionamiento en la calle funciona casi siempre mediante el sistema de parquímetros, y suele estar limitado a 1-2 h. Para aparcar durante largos períodos o por la noche (a bajo coste o gratis), se puede dejar el vehículo en las zonas Park & Ride (P+R), fuera del centro.
ADAC (Allgemeiner DeutscherAutomobil-Club; información 0800 510 1112, asistencia en carretera 0180 222 2222; www.adac.de) es la principal organización automovilística de Alemania y tiene oficinas en todas las ciudades importantes y en otras más pequeñas. Su programa de asistencia en carretera se ofrece también a los socios de otros clubes asociados.
Los conductores deben poseer un permiso de conducir válido. No es necesario presentar un permiso internacional (IDP), pero siempre es preferible si se dispone de uno: ayudará en caso de que haya que presentarlo ante las autoridades (imprescindible llevarlo siempre encima) y simplificará el proceso para alquilar automóviles y motocicletas.
Como en todas partes, las tarifas de alquiler varían considerablemente, pero por lo general se puede alquilar un utilitario por unos 40 -60 € diarios, sin contar seguro e impuestos. Suelen aplicarse suplementos si se recoge el automóvil en un aeropuerto o estación de trenes, si se inscribe a otros conductores o si se devuelve el vehículo en un punto distinto al de recogida. Se pueden alquilar sillas infantiles por unos 5 € al día y deben reservarse con antelación.
Los coches de alquiler con transmisión automática son raros en Alemania y normalmente hay que pedirlos con mucha antelación.
Para alquilar un automóvil hay que ser mayor de 25 años, poseer un permiso de conducir válido y una tarjeta de crédito. Algunas compañías también alquilan a conductores de 21 a 24 años, pero cobran un cargo adicional (12-20 €/día). Menos suerte tendrán los más jóvenes o los que no dispongan de tarjeta de crédito. Por razones de seguros, entrar con un coche alquilado en un país de Europa oriental, como la República Checa o Polonia, a menudo no es factible.
Las principales compañías internacionales tienen oficinas en los aeropuertos, estaciones principales de trenes y en las principales ciudades. Entre estas se hallan:
Alamo (0800 723 9253; www.alamo.com)
Avis (01806-217 702; www.avis.de)
Europcar (040-520 187 654; www.europcar.com)
Hertz (01806-333 535; www.hertz.com)
National (0800-723 8828; www.nationalcar.com)
Sixt (01806-25 25 25; www.sixt.de)
Los paquetes reservados y pagados por adelantado en el país de origen del viajero suelen costar bastante menos que los alquileres directos. Lo mismo ocurre con los que incluyen vuelo y alquiler de automóvil. Se pueden encontrar ofertas en internet.
Este modelo de alquiler de automóviles sigue estando en estado embrionario en Alemania. El servicio principal es Drivy (www.drivy.de). Hay que registrarse primero en su web, buscar el automóvil que se desee alquilar, contactar con el dueño y firmar el contrato cuando se recojan las llaves. Hay que tener más de 21 años y una antigüedad en el carné de conducir de al menos dos años. Si el carné no está expedido en un país miembro de la UE, Noruega, Islandia o Liechtenstein, hay que llevar un permiso internacional de conducción. El pago se efectúa por tarjeta de crédito o PayPal. Los alquileres incluyen seguro completo y asistencia en carretera.
Por todo el país hay un gran número de gasolineras, casi todas en régimen de autoservicio, excepto en las zonas rurales poco pobladas. El carburante se vende por litros.
Encontrar repuestos no debería ser ningún problema, sobre todo en las ciudades, aunque la disponibilidad depende del modelo y de la antigüedad del automóvil. Se recomienda disponer de algún seguro de asistencia en carretera por si se sufre alguna avería.
La legislación alemana exige que todos los vehículos registrados, también aquellos adquiridos en el extranjero, tengan seguros con responsabilidad a terceros. Si se conduce sin seguro o con vehículos asegurados por debajo del valor real se podrían tener problemas. Los alemanes son muy quisquillosos con sus automóviles: un pequeño golpe en el parachoques de otro vehículo al salir de una plaza de aparcamiento puede acarrear un parte.
Normalmente, los coches privados matriculados y asegurados en otro país europeo no requieren un seguro adicional, pero conviene comprobarlo con el proveedor del seguro antes de emprender viaje.
Si se tiene intención de alquilar un automóvil, hay que asegurarse de que el contrato incluye el seguro obligatorio. Las agencias de alquiler casi nunca incluyen un seguro que cubra los daños al vehículo, llamado Collision Damage Waiver (CDW) o Loss Damage Waiver (LDW). Este seguro es opcional, pero se recomienda contratarlo. Algunas compañías de tarjetas de crédito incluyen el seguro CDW/LDW durante un determinado período de tiempo si se abona la totalidad del alquiler con tarjeta; se recomienda consultar la cobertura de dicho seguro en Alemania con la compañía emisora de la tarjeta. Hay que tener en cuenta que algunas agencias locales tal vez no acepten la cobertura de su tarjeta de crédito como prueba de seguro.
En Alemania se circula por la derecha y se utiliza la señalización estándar internacional. Si el viajero no está familiarizado con estas normas de tráfico, debería recoger un panfleto en su asociación automovilística o consultar www.adac.de (búsquese “señales de tráfico”). Conviene obedecer las normas de circulación y los límites de velocidad.
Los radares son habituales y las multas suelen enviarse a la dirección que figura en la documentación del vehículo, sea la que sea. Si se alquila un automóvil, la policía obtendrá la dirección del conductor en la agencia de alquiler. Muchísimas infracciones se multan, entre ellas algunas, quizás, sorprendentes, como utilizar lenguaje o gestos violentos y quedarse sin gasolina en plena Autobahn (autopista).
Los límites de velocidad son de 50 km/h en zonas urbanas y de 100 km/h en carretera, a menos que se indique lo contrario. Los límites bajan a 30 km/h en las calles residenciales. En las autopistas no existe límite de velocidad, pero hay numerosas señales de tráfico que obligan a moderarla (cerca de los pueblos o cuando hay obras). Si el conductor no las respeta, es muy probable que se vaya a casa con una multa. Y, obviamente, a mayor velocidad, mayor consumo de combustible y más emisiones.
Otras importantes normas de tráfico:
El autostop (Trampen) nunca es del todo seguro en ningún país y en esta guía no se recomienda. Sin embargo, en algunas zonas rurales de Alemania, como en partes de las estribaciones alpinas y del Bosque bávaro que no disponen de un transporte público adecuado, no resulta raro ver a gente haciendo autostop. Si se decide imitarlos, hay que tener en cuenta que se está corriendo un riesgo, pequeño pero potencialmente grave, y que resulta más seguro viajar en pareja y asegurarse de informar a alguien sobre el destino final. Está prohibido hacer autostop en las autopistas y en los accesos de entrada o salida a las mismas.
Una forma de viajar más segura, económica y ecológica es compartir un automóvil particular como pasajero a cambio de repartir los gastos de gasolina. Hoy la mayoría se ponen en contacto vía webs gratuitas como www.blablacar.de y www.mitfahren.de. El viajero puede anunciarse con su trayecto o contactar con un conductor que vaya a su destino.
Todas las ciudades y los pueblos de cierta importancia de Alemania tienen buenos sistemas de transporte público. Las ciudades más grandes, como Berlín y Múnich, integran autobuses, tranvías, U-Bahn (metro) y S-Bahn (cercanías) en una única red.
Los precios se fijan según las zonas o la duración del viaje, y a veces ambos. Los abonos de varios viajes (Streifenkarte o 4-Fahrtenkarte) o los de un día (Tageskarte) suelen salir más a cuenta que un billete sencillo. Normalmente, los billetes deben validarse al subir al transporte público en cuestión. El viajero puede recibir una multa si no cuenta con un billete válido.
Los alemanes aman el ciclismo, ya sea para hacer recados, deporte, viajar o por placer. Muchas ciudades tienen carriles-bici, que deben utilizarse a menos que estén obstruidos. No es obligatorio llevar casco, ni siquiera para los niños, aunque su uso es recomendable. Las bicicletas deben disponer de una luz blanca en la parte delantera, una roja en la trasera y reflectores amarillos en las ruedas y en los pedales.
Los autobuses constituyen un modo común de transporte público y casi todas las localidades disponen de su propia red. Salen a intervalos regulares, con servicios limitados por la noche y los fines de semana. Algunas ciudades disponen de autobuses nocturnos que recorren las rutas más populares.
En ocasiones, los autobuses se ven reemplazados por tranvías (Strassenbahn), que suelen ser más rápidos, ya que viajan por sus propias vías y son independientes del tráfico rodado. En los centros urbanos, a veces viajan bajo tierra. En general, los conductores de autobuses y tranvías solo venden billetes individuales.
Las grandes áreas metropolitanas, como Berlín y Múnich, tienen un sistema de trenes de cercanías llamados S-Bahn. Son más rápidos y abarcan un área más amplia que los autobuses y los tranvías, pero suelen ser menos frecuentes. Las líneas de S-Bahn a menudo están conectadas a la red ferroviaria nacional y a veces enlazan centros urbanos. Los pases ferroviarios se pueden utilizar para estos servicios. Las líneas de S-Bahn se abrevian con una “S” seguida de un número.
Los taxis son caros y, debido al excelente sistema de transporte público, no demasiado necesarios a menos que se tenga prisa, aunque de hecho, en las horas punta, pueden tardar más que los trenes o los autobuses directos. Disponen de taxímetros y aplican una bajada de bandera seguida de un importe fijo por kilómetro (distinto en cada ciudad). Algunos conductores cobran un suplemento por equipaje o en las carreras nocturnas. Pocas veces es posible parar un taxi. Lo mejor es pedirlo por teléfono (consúltese Taxiruf en el listín telefónico) o acercarse a una parada. Si se está en el hotel o en un restaurante, se puede pedir al personal que pida uno. También suelen esperar fuera de los teatros o salas de conciertos. Si se tiene un teléfono inteligente se pueden pedir a través de la aplicación Mytaxi (descargable gratis en iTunes o Google Play) en más de 30 ciudades alemanas.
Uber (www.uber.com), una aplicación que pone en contacto a conductores privados con posibles pasajeros, no se utiliza mucho en Alemania después que un tribunal decidiera en mayo del 2015 que los servicios UberPop y UberBlack violaban las leyes de transporte del país. La reacción de Uber fue crear UberX, que utiliza solo a conductores con licencia profesional y se halla en Dusseldorf, Fráncfort, Hamburgo y Múnich. Una carrera suele costar entre un 3 y 12% menos que en un taxi. UberTaxi, de momento solo en Berlín, recoge a pasajeros en taxis normales y aplica las tarifas habituales.
El metro (U-Bahn) constituye la forma más rápida de desplazarse en las grandes ciudades. Los mapas con las líneas se encuentran en todas las estaciones y a veces se puede conseguir una copia impresa en las taquillas. La frecuencia suele depender de la demanda, lo que significa que hay más trenes durante las horas punta que a mediodía. Los billetes que se adquieren en las máquinas automáticas deben validarse antes de cada viaje. Las líneas de U-Bahn se abrevian con una “U” seguida de un número.
Prácticamente toda la red ferroviaria alemana depende de Deutsche Bahn (os de trenes que llegan a casi todos los rincones del país. El sitio web de DB contiene información detallada en varios idiomas y ofrece la posibilidad de comprar billetes, con instrucciones detalladas.
Cada vez hay más rutas gestionadas por compañías privadas pero integradas en la red de DB, como la Ostdeutsche Eisenbahn en Sajonia y la Bayerische Oberlandbahn en Baviera.
Los billetes se pueden comprar con tarjeta de crédito hasta 10 min antes de la salida sin recargo. Es necesario mostrar al conductor una copia impresa del billete, así como la tarjeta de crédito utilizada para comprarlo. Los usuarios de teléfonos inteligentes pueden registrarse con Deutsche Bahn y descargarse el billete a través de la aplicación gratuita DB Navigator.
Los billetes también se compran en los distribuidores automáticos o a los agentes de los Reisezentrum (centros de viaje) de las estaciones de trenes. Estos últimos cobran un suplemento por el servicio pero son útiles si se necesita ayuda para planificar el itinerario (si fuera necesario, se puede preguntar por alguien del personal que hable inglés).
Los niños menores de 15 años viajan gratis si lo hacen, como mínimo, con uno de los padres o los abuelos. Solo se exige que se registre el nombre de los niños de entre 6 y 14 años en el billete del viajero cuando se compre. Los menores de 6 años siempre viajan gratis y sin billete.
Las estaciones más pequeñas disponen de pocas ventanillas y otras tal vez solo cuenten con expendedores automáticos. Las instrucciones también están en inglés.
Si se compra el billete a bordo, suele cobrarse un recargo, aunque no en trenes regionales (RE, RB, IRE) o S-Bahn. Los vendedores, los revisores y las máquinas aceptan tarjetas de débito y las tarjetas de crédito más importantes. Si se viaja sin billete se aplican multas salvo en contadas excepciones (estación sin personal, máquina automática estropeada).
La mayoría de las estaciones de trenes disponen de taquillas de consigna (1-4 €/24 h) que funcionan con monedas (Schliessfach). Las estaciones más grandes tienen oficinas de consignas con personal (Gepäckaufbewahrung), que son un poco más caras que las taquillas. Si se deja el equipaje durante una noche, se cobrarán dos días enteros.
En los trenes alemanes hay compartimentos de 1ª y 2ª clase, ambos modernos y confortables. A menos que uno sea muy maniático, pagar un suplemento de 1ª clase no vale la pena, salvo quizás cuando se viaja los días de mayor movilidad (vi, sa por la tarde y festivos), cuando los vagones de 2ª clase van muy llenos. Los asientos se distribuyen en compartimentos de hasta seis personas o en vagones abiertos con ventanas panorámicas. En los trenes ICE también se podrá disfrutar de asientos reclinables, mesas y sistemas de audio en el reposabrazos. Los trenes ICE de última generación tienen también tomas de corriente individuales para ordenadores portátiles, repetidor de señal de móvil en 1ª clase y, en algunas rutas, acceso wifi.
En todos los trenes y estaciones está prohibido fumar. Los trenes ICE, IC y EC tienen aire acondicionado y restaurante o autoservicio.
Los billetes de tren estándar (sin descuento) suelen ser caros. En trenes concretos, un número limitado de billetes está disponible en la reducida Sparpreis (tarifa ahorro) que cuesta de 29 a 99 € en 2ª clase y de 49 a 149 € en 1ª, aunque hay que reservar pronto o tener suerte para conseguir uno. Se cobra un suplemento de 5 € si se compran por teléfono, en una agencia de viajes o en la taquilla de la estación. Normalmente se ofrecen otras ofertas y billetes a precios reducidos. Véase www.bahn.com.
La Bahncard está más enfocada a los residentes pero puede valer la pena si van a realizar muchos viajes a Alemania el mismo año. Las tarjetas se obtienen en las principales estaciones de trenes y en internet.
Deutsche Bahn también ofrece tres espléndidas opciones de viaje: el Schönes-Wochenende-Ticket (“billete de buen fin de semana”), el Quer-durchs-Land-Ticket (“billete alrededor de Alemania”) y los Länder-Tickets (“billetes regionales”). Al igual que en los billetes normales, los niños menores de 6 años viajan gratis si van acompañados por un padre o abuelo, como mínimo. Los billetes se pueden adquirir por internet, en distribuidores automáticos o, por un suplemento de 2 €, en las taquillas de la estación.
Una variación para día laborable del Schönes-Wochenende-Ticket.
Este abono, el GRP, se reserva a personas no residentes en Europa (que en este caso incluiría también a los residentes en Turquía y Rusia). Se vende en www.germanrailpasses.com y www.raileurope.com y en las agencias de viajes del país de residencia.