Información y Consejos de Salud para ir a Alemania

Los únicos problemas que probablemente tendrá el viajero serán quemaduras solares, ampollas en los pies, picaduras de insecto, problemas leves de estómago y alguna que otra resaca. El agua del grifo es potable.

Antes de partir

  • Si se lleva alguna medicación, es buena idea llevar una receta o una carta del médico que lo justifique. Es ilegal importar medicamentos con codeína sin un certificado médico.
  • No se requieren vacunas para viajar a Alemania, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los viajeros estén vacunados contra la difteria, el tétanos, el sarampión, las paperas, la rubéola y la polio.

Disponibilidad y coste de la asistencia sanitaria

  • La asistencia sanitaria es excelente y de fácil acceso en las Rettungsstelle (salas de emergencias) de los Krankenhauser (hospitales) y en los Arzt (centros de salud).
  • En caso de dolencia o indisposición leve, el personal cualificado de las farmacias puede dar consejo, vender medicamentos que no requieren prescripción o enviar al afectado a un médico en caso de necesitar más ayuda.
  • Pueden comprarse preservativos en farmacias y supermercados; los anticonceptivos requieren receta médica.

Farmacias

  • Las Drogerien (droguerías) alemanas no venden ningún tipo de medicamento, ni siquiera aspirinas. Incluso los fármacos sin prescripción (rezeptfrei) para tratar problemas leves de salud como un resfriado o el dolor de estómago solo se pueden adquirir en una Apotheke (farmacia).
  • En caso de trastornos más graves se debe presentar una Rezept (receta) emitida por un médico autorizado. Las personas que se mediquen con regularidad deben llevar lo que necesiten para todo el viaje, ya que la misma marca quizá no exista en Alemania.
  • Los nombres y direcciones de las farmacias que abren de noche (se van turnando) se cuelgan en la ventana de todas ellas; también se puede llamar al 01141.

Seguro de viaje

  • Se recomienda contar con un seguro de viaje que cubra robos, pérdidas y problemas médicos.
  • Algunas pólizas excluyen específicamente actividades peligrosas, como montar en moto, bucear e incluso el senderismo; hay que leer la letra pequeña.
  • Hay que comprobar que la póliza cubre la ambulancia o la repatriación de urgencia.
  • Antes de partir hay que averiguar si el seguro paga directamente a los proveedores o reembolsa los gastos sanitarios.
  • Pagar el billete de avión con tarjeta de crédito a veces proporciona un seguro limitado de accidente durante el viaje; hay que preguntar al banco emisor de la tarjeta.
  • Si hay que hacer una reclamación, es importante guardar todos los documentos y facturas necesarios.
  • También conviene que el seguro de viaje cubra la pérdida o el robo de equipaje. Si ya se dispone de una póliza, hay que comprobar qué cubre y obtener solo un seguro complementario si fuera necesario.
  • Cuando se abona por adelantado buena parte del viaje, es aconsejable contratar un seguro de cancelación.

Informarse es importante

Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.

 

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