48 horas en Oporto para celebrar la Navidad
La magia de la Navidad hechiza a todo aquel que pasea por las calles de Oporto durante los últimos días del año. El ambiente festivo aporta una dosis extra de magnetismo a una ciudad que puede presumir de una marcada personalidad y un encanto único por sí misma.
Su clima templado, su gastronomía o su ubicación al norte de Portugal tal vez sean motivos por los que elegir Oporto para una escapada antes de acabar el año. Pero, más allá de ellos, la ciudad bañada por el Duero ofrece una serie de propuestas y actividades pensadas para estas fechas navideñas que tienen en la Praça do General Humberto Delgado (frente al ayuntamiento) uno de los principales epicentros. Presidida por un gigantesco árbol de Navidad de unos 40 metros de altura, hasta ella hay que desplazarse para emprender un recorrido de dos días en vísperas navideñas.
Primeras 24 horas en Oporto
Desde la Praça do General Humberto Delgado se toma la Avenida de los Aliados, plagada de edificios modernistas, y se alcanza la Praça da Liberdade, un imponente enclave dominado por una estatua ecuestre del rey Pedro IV. Girando a la izquierda, a escasos metros, se llega hasta la estación de trenes de San Bento. Al adentrarse en su vestíbulo se encontrará la pura maestría artística de los más de 20 000 azulejos que visten sus paredes con escenas que relatan la historia de Portugal. Contemplarlo cautiva y resulta un enclave imprescindible en toda visita a la ciudad.
De nuevo en la Praça da Liberdade se pone rumbo por Rua dos Carmelitas hasta la librería Lello, posiblemente una de las más bonitas del mundo. Si bien su exterior es atractivo, aún lo es más su interior, aunque para disfrutar de este bello enclave debe pagarse peaje: hay que abonar una entrada de 5 €, reembolsables con cualquier compra, y hay que hacer cola para entrar y dentro de la librería el lleno está (casi) asegurado. Pese a todo, la visita vale la pena y ¿por qué no empezar por aquí con las compras navideñas? Si el instinto consumista asoma con ganas, a pocos pasos de la librería hay dos comercios a tener en cuenta, Fernandes Mattos y A Vida Portuguesa. ubicados en un edificio histórico donde pasear, deleitarse con sus objetos decorativos y llevarse un recuerdo portuense.
Diez librerías que merecen un viaje
Tomando el tranvía 22, y a tan solo tres paradas, se llega a escasos metros del Mercado de Bolhão, un lugar decadente y lleno de nostalgia donde ser testigo de la auténtica esencia de la ciudad, sin artificios. A escasos metros, se puede reponer fuerzas en algún restaurante en cuya carta no puede faltar un sabroso plato de bacalhau. Y media tarde, tras pasear por las callejuelas circundantes, se hace un alto en el café Majestic, cuyo ambiente y decoración permiten viajar en el tiempo. De regreso a la Praça General Humberto Delgado (punto de partida), ya con las luces del árbol encendidas, se disfrutará de alguna de las atracciones navideñas que cada tarde tienen lugar en la plaza (conciertos, desfiles, marionetas, bailes, etc.).
Al caer la noche y, sin alejarse demasiado, el viajero puede alojarse en el hotel Teatro, un atractivo hotel boutique ambientado en el mundo artístico y bohemio, cuya moderna decoración contrasta con el entorno antiguo y tradicional del centro urbano, Patrimonio de la Humanidad.
Segundo día en Oporto
Al día siguiente, la jornada empieza en la catedral de Oporto, visitando su interior y paseando por su claustro. Tras ella, hay que dirigirse en dirección suroeste hasta el Palácio da Bolsa, una bella construcción neoclásica, declarada Monumento Nacional. Por el camino se pasa por delante del Pelourinho do Porto y la iglesia de San Lorenzo dos Grilos, en cuyo interior se encuentra el Museo de Arte Sacro y Arqueología de Oporto.
Poco a poco se llegará hasta la zona de la Ribeira, un lugar perfecto para parar y disfrutar de una comida en alguno de los restaurantes con vistas al Duero que hay por la zona, y, tras el almuerzo, se puede bajar la comida con un paseo cruzando el puente Luis I y subiendo hasta el Miradouro da Serra do Pilar para disfrutar de inmejorables vistas de la ciudad.
Oporto en el plato: un día perfecto en la capital gastronómica de Portugal
Si se dispone de otro día, una excelente opción es acercarse al margen izquierdo del río para visitar Vila Nova de Gaia, y darse un homenaje con los vinos de algunas de sus famosas bodegas. Para un plan familiar y acorde a las fechas navideñas hay que acercarse hasta la gran Alfândega do Porto (antiguo edificio de aduanas de Oporto) donde este año, por primera vez, se ha instalado el denominado Porto Christmas Village, un gran mercado navideño cubierto –ajeno a las inclemencias de tiempo– que cuenta con puestos de productos artesanales y gastronómicos portuenses, pista de hielo, una fábrica de juguetes, atracciones de realidad virtual y curling para el disfrute de pequeños y mayores. Un colofón perfecto para apurar, en pleno universo de fantasía, las últimas horas de esta breve (intensa e incluso mágica) escapada navideña a Oporto.