Un paraíso tropical para niños y adolescentes
Las islas Seychelles son un destino ideal para planificar unas vacaciones en familia. Tanto la diversidad de actividades orientadas a niños y adolescentes como sus playas paradisíacas de agua poco profunda y arena fina, las convierten en un verdadero paraíso para todos. Su población es muy amigable y simpática, por lo que no es extraño que los lugareños saluden y despeinen a los más pequeños al caminar por la calle.
Las islas Seychelles no presentan ningún tipo de riesgo y, si bien se encuentran en África, este viaje no requiere vacunas adicionales por ser un destino de bajo riesgo. Al entrar en Seychelles solo se exige cumplimentar un formulario para confirmar que los visitantes no padecen ningún tipo de enfermedad grave de carácter contagioso.
Viajar con niños a Seychelles es abrir las puertas a la aventura, y también disfrutar de días tranquilos en cualquiera de sus playas. En diversos resorts se puede acceder a diversas actividades orientadas a niños y adolescentes, solo hay que tener en cuenta la edad del niño ya que no todas las actividades son aptas para todos. Algunas son la proyección de películas, talleres de manualidades, juegos de mesa, maquillaje infantil o bolos, entre otras opciones. También se puede disfrutar de actividades y deportes acuáticos como kayak, surf, botes con pedales, pesca, motos acuáticas, paseos en bote-banana, snorkel y buceo.
Se puede optar por un curso de buceo o Bubble Maker para niños mayores de 8 años, una divertida forma de aprender a bucear. Los niños mayores de 12 años podrán obtener su certificado Junior PADI Open Water Diver. Para poder realizar cursos de buceo es preciso que los más pequeños aporten un certificado médico de buceo deportivo que se obtendrá en su país de origen.
Otro buen plan es navegar alrededor de las islas, en especial si se realiza en barcos con suelo de cristal que permiten observar de cerca los corales, infinidad de peces exóticos y otras criaturas marinas. Existen diversas empresas que ofrecen este tipo de excursión, tanto en Mahé como en otras islas.
Recorrer y explorar las islas más importantes de Seychelles también es una oportunidad para que los más pequeños vivan un contacto próximo con la naturaleza. En la isla de Mahé los niños podrán descubrir cómo se procesa el té en el Tea Factory, conocer de dónde provienen las especias visitando el Jardín del Roi o bien dejarse sorprender por la diversidad de la flora en el Jardín Botánico. Para conocer la arquitectura y el estilo de vida del lugar, es buena idea visitar Domaine de Val-des-Pres (Craft Village) en Mahé. Se trata de un pueblo de turismo ecológico que puede visitarse gratis de lunes a viernes de 8.00 a 16.00. y donde se puede optar por apuntarse a varios talleres de artesanía (9.00-17.00) o degustar platos típicos criollos. También en la isla de La Digue se podrá acceder al procesamiento de cocos en el complejo L'Union Estate y montar a caballo, una experiencia llena de encanto en medio de un entorno natural tropical.
Las 5 mejores playas de Seychelles, el paraíso tropical
La diversión por excelencia, además de los botes con suelo de cristal, es subirse a una barca en la isla de Praslin y visitar las cercanas Cousin y Curieus donde los niños podrán encontrarse, acariciar y alimentar a las tortugas gigantes sin limitación alguna, además de visitar la guardería que alberga a las tortugas bebés durante los primeros 5 años de vida. Se recomienda que los pequeños visitantes calcen sandalias antideslizantes para protegerse de los extremos afilados de las rocas y los corales.
Los amantes de los animales, después de visitar a las tortugas en Cousin y Curieus, pueden acudir a una isla de corales llamada la isla de los Pájaros (Bird). Allí anidan y viven cientos de aves (gaviotas, golondrinas, tórtolas, aves de Madagascar y otras especies) que los niños podrán observar, estudiar y acariciar.
Las islas Seychelles tienen dos sitios declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO: las islas de Aldabra, el arrecife de coral más grande del mundo, y el Valleé de Mai, en la isla de Praslin, conocido también como Jardín del Edén. Las islas de Aldabra también ofrecen un entorno natural donde el contacto con tortugas gigantes y aves está garantizado. Valleé de Mai es una reserva natural que tiene un bosque de cocos de mar, una variedad que solo crece de forma natural en dos lugares del mundo y cuya semilla es más grande que cualquier otra planta. Además de permitir conocer de cerca a diversos loros, aves, reptiles y animales, este valle es una prueba de los procesos biológicos y geológicos que sucedieron hace millones de años. Sin duda, una aventura sin igual para niños y adolescentes.
Las islas Seychelles son un lugar ideal para las familias, con infinidad de propuestas y actividades para los más pequeños, tanto visitando entornos naturales como aprovechando los diversos clubes infantiles y actividades para adolescentes que ofrecen los resorts. Las islas están totalmente equipadas para cualquier tipo de necesidad de niños pequeños y bebés, y es un entorno seguro, libre de enfermedades y situaciones peligrosas.