Rincones de California: terapia de bosques con secuoyas en la Costa Norte

Escrito por
Alison Bing, autora de Lonely Planet

12 Julio 2018
7 min de lectura
© Redwoods modal image_welcomia_Shutterstock
Bosque de secuoyas de la Costa Norte, California, EE UU

En busca de la calma en la Costa Norte de California

En la Costa Norte de California el arte de desestresarse es algo natural. Bajo el dosel de secuoyas gigantes parece que cada respiración permite recuperar la serenidad, la perspectiva e incluso la esperanza perdidas. Así que, si el viajero anda falto de entornos verdes, tiene aletargada la capacidad de sorprenderse y necesita recordarse a sí mismo que debe respirar hondo, que se aventure en estos parajes y se mime con el remedio ancestral a estos males modernos: la terapia de bosques.

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Parece el invento de un gurú hippy californiano, pero en realidad el término lo acuñó en Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca japonés. El shinrin-yoku (terapia de bosques) es el acto de pasear por los bosques respirando aceites esenciales de plantas que restauran los sentidos y que incluso puede que refuercen las funciones del sistema inmunológico, según indican estudios recientes. Esta práctica de inspiración sintoísta se promueve en centros urbanos desde Tokio hasta Washington D.C.

 

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La terapia de bosques se ha popularizado por todo el mundo, y las secuoyas gigantes son terapeutas perfectas, Costa Norte, California, EE UU © Aleksei Potov / Shutterstock

La terapia de bosques se ha popularizado por todo el mundo, y las secuoyas gigantes son terapeutas perfectas, Costa Norte, California, EE UU © Aleksei Potov / Shutterstock

 

Para empezar la terapia de bosques

Los urbanitas que se inicien en la terapia de bosques pueden empezar por Muir Woods, a solo una hora de San Francisco. En 1945, delegados de la entonces recién fundada ONU recordaron a Franklin Delano Roosevelt en Cathedral Grove, un bosque accesible con lanzaderas adaptadas y por Main Loop Trail. Aquel evento quedó escrito para la posteridad en inglés y en braille: "Aquí, en este templo de la paz, los delegados tendrán una perspectiva y un sentido del tiempo que ningún otro lugar de América como este bosque sabe ofrecer. Muir Woods es una catedral, los pilares de la cual se han mantenido firmes a lo largo de la mayor parte de la historia escrita de la humanidad”.

 

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Sentir el terreno bajo los pies descalzos, tocar con las manos las texturas de las cortezas de los árboles y recibir el calor del sol son elementos de la terapia de bosques, Costa Norte, California © Doug Marshall / Getty Images

Sentir el terreno bajo los pies descalzos, tocar con las manos las texturas de las cortezas de los árboles y recibir el calor del sol son elementos de la terapia de bosques, Costa Norte, California © Doug Marshall / Getty Images

 

Para vivir una experiencia inmersiva completa se puede ir a Humboldt County, cuatro horas al norte. Allí hay un tramo panorámico de 50 km de la antigua ruta US 101 flanqueado por secuoyas y conocido como la Avenue of the Giants. A lo largo de la ruta, carteles pintados a mano anuncian a los viajeros la existencia de curiosos puntos de interés junto a la carretera: cabañas de ermitaños en árboles resquebrajados por relámpagos, secuoyas tan grandes que pueden atravesarse en coche y osos grizzly esculpidos a golpe de motosierra en los troncos de secuoyas caídas. Pero el mejor destino no tiene indicador, e incluso es difícil de encontrar en el Parque Estatal Humboldt Redwoods: se trata de Women's Grove.

Cuando este tramo de antiquísimas secuoyas se vio amenazado por los intereses de la industria maderera en 1923, las mujeres de Humboldt lograron el apoyo de organizaciones de mujeres de toda California. Sesenta mil californianas contribuyeron con un dólar cada una para comprar este bosque, incorporarlo al parque y salvar aquellas majestuosas secuoyas para la posteridad. Al adentrarse por la ruta moteada de sombras de Women's Grove se siente la humedad aterciopelada del sotobosque y algo más: la férrea decisión de las mujeres que protegieron este lugar hace un siglo. El comienzo de la ruta lo marca el monumento de piedra dedicado a Julia Morgan, la primera arquitecta de California, famosa por el Castillo Hearst, con un lema grabado que bien podría ser un temprano homenaje a la terapia de bosques: “El bosque ofrece alegría, paz y la dulce compañía de la naturaleza”.

 

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Llevar a los niños a pasear por el bosque puede brindar calma y serenidad a toda la familia; y por la noche se duerme mejor, Costa Norte, California © © Aleksei Potov / Shutterstock

Llevar a los niños a pasear por el bosque puede brindar calma y serenidad a toda la familia; y por la noche se duerme mejor, Costa Norte, California © © Aleksei Potov / Shutterstock

 

No hace falta dejar atrás los años veinte al abandonar este bosque inspirado en la historia de California; es posible alojarse en el majestuoso refugio rústico de la arquitecta Julia Morgan, construido en 1926 al sur de Women's Grove. Conviene reservar con bastante antelación para el té del Día de la Madre, las cenas de viticultores o las estancias en las antiguas cocheras del Julia Morgan's Redwood Grove House. Al otro lado del río Eel, la bellamente restaurada Benbow Inn fue escondite de citas amorosas hollywoodienses desde 1926, con cenas a base de filetes en el acogedor comedor de vigas de madera, bailes con música en directo sobre las baldosas del patio bajo la luz de la luna y decantadores de sherry de cristal junto a la cama para las flappers que querían tomar una última copa antes de dormir.

 

 

Para repostar

Al oeste de Benbow los excursionistas persiguen al arcoíris a lo largo de 40 km de escarpadas rutas costeras hasta las puestas de sol con lobos marinos de la Lost Coast; pero los adeptos a la terapia de bosques que no quieran mojarse deben saber que la King Range National Conservation Area de la Lost Coast es la zona más húmeda de California, y que apenas hay lugares donde resguardarse en esta reserva tan remota. Al norte de la King Range el paisaje da paso a las praderas que rodean el pintoresco pueblo de Ferndale.

 

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La ciudad de Ferndale es la parada ideal para cargar provisiones antes de aventurarse de nuevo en los bosques, Costa Norte, California © dentok / Getty Royalty Free

La ciudad de Ferndale es la parada ideal para cargar provisiones antes de aventurarse de nuevo en los bosques, Costa Norte, California © dentok / Getty Royalty Free

 

Aquí uno encuentra las comodidades que un conductor de diligencias necesitaba hacia 1890: cerveza local de Eel River Brewing en The Palace Saloon, habitaciones con chimenea y diván en The Victorian Inn, herraduras de la suerte en The Blacksmith Shop, y –si pierde el sombrero en la Lost Coast–, la sombrerería Main Street Millinery. Ferndale es la ciudad de postal perfecta del lejano oeste californiano, así lo prueba su entrada en IMDB como escenario de rodajes de Hollywood; pero este lugar remoto ha sabido conservar su apacible encanto rural sin excederse en lo turístico ni en lo cursi. Es buena idea pasar por la carnicería Ferndale Meat Co a comprar unos sándwiches de pastrami envueltos en papel encerado, o por Mario's Lost Coast Café, a por un adult grilled cheese, un sándwich de verduras con pan elaborado con la harina que muele el propio Mario.

 

Secuoyas para abrazar

Con las provisiones a punto, se pueden visitar los Redwood National & State Parks, protegidos por la Unesco, y su atracción estrella, de fácil acceso: Lady Bird Johnson Grove. Los sagaces conservacionistas californianos le pusieron a este bosque el nombre de la primera dama en un intento por proteger el parque de la voracidad de la industria maderera. Y la treta funcionó: el parque celebra en 2018 su 50º aniversario y algunos de sus árboles más altos han crecido 30 m desde entonces. Talarlos es algo impensable; abrazarlos, algo instintivo. Los niños más pequeños se acurrucan en las cunas que forman los troncos caídos, los adolescentes se hacen selfies posando con el símbolo de la paz, y familias enteras rodean los enormes troncos de las secuoyas para sacarse una foto juntos.

 

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Las fitoncidas que producen las plantas pueden reducir el nivel de estrés, reforzar el sistema inmunitario y ofrecer una aventura increíble, Costa Norte, California © MNStudio / Shutterstock

Las fitoncidas que producen las plantas pueden reducir el nivel de estrés, reforzar el sistema inmunitario y ofrecer una aventura increíble, Costa Norte, California © MNStudio / Shutterstock

 

Los carteles de Redwood Parks piden a los visitantes que tengan cuidado al pasear entre estos gigantones: las raíces de las secuoyas no son muy profundas, a veces se hallan bajo un suave manto de humus y plantas. Las secuoyas alcanzan las 20 plantas de altura entrelazándose por las raíces, formando una red de apoyo mutuo y comunicación subterránea que las ayuda a resistir las tormentas. La sequía sigue siendo un problema para estas gigantonas, a pesar de las recientes lluvias: el legendario cultivo hippy de marihuana del condado de Humboldt hoy es legal en California, y requiere mucha agua. Por suerte se ha frenado el cultivo ilegal bajo el dosel arbóreo y los esfuerzos conservacionistas son constantes. Los viajeros pueden echar una mano apoyando los negocios californianos con el distintivo verde y los destinos sostenibles de Lonely Planet (señalados en nuestras guías con el icono de una hoja).

 

 

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Venerar las secuoyas más ancianas, Jedediah Smith Redwoods State Park, Costa Norte, California © Christopher Kimmel / Getty Images

Venerar las secuoyas más ancianas, Jedediah Smith Redwoods State Park, Costa Norte, California © Christopher Kimmel / Getty Images

 

Venerar las secuoyas más ancianas

Algunas de las secuoyas más antiguas se han descubierto hace muy poco, cerca de la frontera con Oregón, en el Jedediah Smith Redwoods State Park, en California. Oculto a simple vista frente al centro de visitantes se halla un bosque de antiguas secuoyas cuya edad real se calculó recientemente por datación con carbono: tienen más de 2000 años. Tras admirar a estas ancianas no hay que perderse el montón de robustas secuoyas de Stout Grove, cerca de allí. En los años más difíciles las secuoyas crecen a estirones en lugar de en anillos ordenados; algo que se aprecia en los árboles caídos de Stout Grove. Es bueno que, cuando uno regresa al mundo real tras la terapia de bosques no olvide la enseñanza de las secuoyas: incluso en tiempos difíciles se crece, aunque no se pueda medir de la manera habitual.

 

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