Forjada por los volcanes durante cientos de miles de años, la siempre cambiante isla Grande de Hawái actualmente cuenta con cinco activos: Kolaha, Mauna Kea, Hualālai, Mauna Loa y Kīlauea. Durante siglos, los hawaianos han honrado estas maravillas geológicas rindiendo homenaje a Pelehonuamea (Pele), la diosa de los volcanes y el fuego.
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✩ Lo mejor para amantes de la lava y estancias únicas
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Sumergirse en la historia
Hasta hoy, los turistas, entre curiosos e intimidados, hacen cola para ver de cerca el Kīlauea en el Volcanoes National Park de Hawái, sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco y Reserva de la Biosfera Internacional. El Kīlauea ostenta el título de volcán más activo del mundo: en el 2018, su erupción de varios meses de duración alteró para siempre la isla (y destruyó áreas residenciales cercanas).
La impresionante visión de la lava ardiente vertiendo en el océano ejemplifica poéticamente la historia y la cultura hawaianas: vivir en armonía con la naturaleza significa que se honra su magnificencia y se entienden sus poderes destructivos. Por eso es habitual pedir permiso a la diosa Pele antes de establecerse cerca de su morada.
Una de las formas más únicas e inmersivas de experimentar el Kīlauea es alojarse en la asequible, histórica y espléndida Volcano House (los precios de las habitaciones empiezan en 100 USD/noche), situada dentro del popular parque nacional. La estructura original de una habitación, construida en 1846, se ha reconstruido varias veces. Ahora, un albergue de 33 habitaciones, la rústica Volcano House tiene un ambiente decididamente hawaiano de los años sesenta, ubicada en un entorno absolutamente espectacular.

Volcán Kilauea. ©Wirestock Creators/Shutterstock
Una estancia inolvidable
Con su larga historia, bien documentada en los archivos del servicio del parque nacional, alojarse en la Volcano House es a la vez divertido y conmovedor. Después de todo, este es el mismo lugar donde Mark Twain, en 1866, se fue a la cama comentando que "La sorpresa de encontrar un buen hotel en un lugar tan pintoresco me sorprendió mucho más que el propio volcán".
Para los que se alojen aquí en la actualidad, Volcano House es una alegre sorpresa, con vistas sin igual de la caldera del Kīlauea y el cráter del Halema‘uma‘u teñido de destellos naranja y rojo. Por supuesto, hay riesgos cuando se está tan cerca de un volcán en erupción. Pero tanto el servicio del parque nacional como Volcano House se mantienen alerta antes las condiciones y listos para tomar precauciones en caso necesario.

Cráter Halema‘uma‘u. ©Lance Sagar/Shutterstock
Lo mejor es pedir una habitación con vistas al cráter para poder contemplar (posiblemente) los chorros de lava desde la ventana. Volcano House también gestiona 10 cabañas de acampada y campings. Los no huéspedes también pueden comer en su restaurante, Rim, al atardecer, o tomar una copa en el Uncle George’s Lounge.
Despertarse en medio de la etérea belleza de esta zona sagrada es una sensación extraordinaria e indeleble, que solo puede experimentarse en este lugar tan mágico.
Momento memorable
Si se pernocta aquí durante una erupción, se presenciará el mayor espectáculo de la Tierra: el humeante inmenso cráter dentro de un cráter, el Halema‘uma‘u, escupiendo lava como ha hecho la mayor parte del último cuarto de siglo. La actividad del volcán en el momento de la visita dependerá de los antojos de la deidad hawaiana Pele, diosa del fuego y los volcanes. Así que conviene pedirle un permiso de admisión para aumentar las posibilidades.