5 experiencias gastronómicas que no hay que perderse en Japón

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Izayaka, las tabernas japonesas, Japón

Si es tu primer viaje a Japón –o incluso el segundo o el tercero-, apúntate en tu cuaderno de viaje estas cinco experiencias gastronómicas para no perderte ante tanta diversidad.

Resulta muy difícil aburrirse en este país. Con una cultura compleja que bebe con igual pasión de las tradiciones y los nuevos ritos, todo en Japón provoca fascinación y curiosidad en el viajero. Incluyendo la cocina, donde este destino brilla con luz propia. Así lo demuestra el hecho de Tokio se mantenga como la ciudad del mundo que más estrellas Michelin atesora año tras año. 

1. Desayunar sushi fresco

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Tsukiji Outer Market

No es lo que en principio puede apetecer a un estómago acostumbrado a desayunar tostada con café, pero acercarse bien temprano a los locales de comida que rodean el mercado de Tsukiji de Tokio, la mayor lonja del mundo, merece la pena. Tanto trabajadores como turistas encuentran en las barras y mesas de estos pequeños restaurantes el sushi más fresco de la ciudad, preparado con el pesco recién llegado a la lonja. Uno de los locales más populares es Daiwa Sushi.

 

2. Disfrutar de la alta cocina tradicional

Cualquier viaje a Japón debe incluir en la agenda de viaje una cena kaiseki, cuyo  nombre designa a la alta cocina tradicional japonesa. Se presenta en un menú cerrado de varios y exquisitos platillos, siempre elaborados con productos de temporada y decorados con esmero. Esta experiencia culinaria está al alcance de la mayoría de los viajeros, ya que la amplia oferta también incluye propuestas asequibles.  

 

3. Comer como un monje

Cierto es que no es la comida más sabrosa del mundo, pero es una experiencia interesante que permite conocer la cocina vegetariana del país. En la elaboración de la llamada Shojin-ryori no se usa carne, pescado ni huevos y se puede probar en los templos budistas que ofrecen alojamiento, como en la localidad de Koya-san. El menú incluye normalmente fideos soba, un surtido de tofus, verdura en tempura, sopa de miso con algas y el plato más típico de este menú, el gomadofu, un pastelito de fécula y sésamo.

 

4. Llevar la experiencia más allá del paladar

Para disfrutar de la experiencia culinaria japonesa de más alto nivel hay que cruzar las puertas de un ryotei. Aquí el lujo no está sólo en la comida sino en la forma de ser servida. Los diversos platos son traídos ceremoniosamente por la nakai-san y el cliente los disfruta en un habitación cubierta de tatami y con vistas a un jardín. En estos establecimientos la experiencia transciende del paladar y se extiende a lo estético y espiritual, al núcleo mismo de la esencia japonesa, donde la belleza, el instante y la armonía mantienen un diálogo permanente. Este tipo de establecimientos son más accesibles al viajero en la ciudad de Kioto.

 

5. Sentarse a la barra de una izakaya

Son lo más parecido a nuestras tabernas y se distinguen porque habitualmente de la puerta cuelga una linterna roja. Su nombre “significa tienda de sake”, aunque no sólo sirven este típico licor japonés sino también comida a buen precio, normalmente pensada para ser compartida. En las izakayas el ambiente es más relajado y animado que en otro tipo de restaurantes. 

 

Texto y fotos de Nuria Cortés

 

Para redondear la experiencia gastronómica japonesa, aprende el diccionario básico para comer en japonés.

 

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