Qué ver y hacer en Londres en 48 horas
Posiblemente es una de las capitales más vibrantes del mundo y en la que todo tiene cabida. Escaparse 48 horas a Londres puede que resulte insuficiente para explorarla de lleno, pero es un placer para los sentidos y una inyección de diversidad.
Primer día en Londres
Con tan solo 48 horas por delante para disfrutar de la mayor capital europea no hay tiempo que perder pero conviene explorar la ciudad con las pilas cargadas por lo que nada mejor que empezar con un típico desayuno inglés (huevos fritos, salchichas, tostadas, panceta, alubias, champiñones…) y para ello el clásico Regency Café o el coqueto Terry’s Café son garantía de éxito.
Ya sea la primera vez o la énesima que se viaja a Londres por placer, no puede faltar dejarse caer por los alrededores de la Abadía de Westminster y fotografiarse a los pies del Big Ben, el emblemático reloj situado en lo alto de la torre del Parlamento. Al otro lado del puente, el tramo que comprende hasta llegar al Tower Bridge invita a pasear y detenerse en los múltiples lugares emblemáticos que hoy ocupan esta antigua zona industrial. Este es el caso de The London Eye (El Ojo de Londres), una impresionante noria de 135 metros de altura convertida en icono de la ciudad, seguido del Royal Festival Hall y el mercado de Waterloo situado tras él.
Continuando bordeando el Támesis se llega hasta la torre OXO que aglutina galerías de arte, restaurantes y tiendas en un antiguo almacén junto al muelle y próxima a ella está la Tate Modern, la galería de arte moderno de Londres a la que merece entrar por varios motivos: el primero, porque contiene una colección de arte moderno y contemporáneo exquisita; segundo, porque la arquitectura del propio edificio, con sus “tanques” (espacios expositivos industriales) y su sala de turbinas son, de por sí, puro arte; y tercero, porque las vistas que se disfrutan desde su cafetería bien valen las libras de cualquier café, té o refresco. Todo ello, además, con entrada gratuita.
Junto a la Tate, el Millennium Bridge conecta ambas orillas del Támesis. Subir hasta su plataforma colgante (aunque no quiera cruzarse) permite ser testigo de una gran estampa con la catedral de San Pablo asomando sobre él. Siguiendo el curso del río se llega hasta Borough Market, un verdadero paraíso gastronómico con encanto en el que comparten espacio tiendas gourmet y con productos de la cocina tradicional británica junto con puestos de comida callejera internacional.
Los mejores mercados locales del mundo
Mientras se cruza el Tower Bridge se deja atrás el rascacielos The Shard, el edificio más alto de Londres que desde 2012 ha transformado el skyline de la ciudad. Junto al río, en la otra orilla se alza la Tower of London o Torre de Londres, una imponente fortaleza Patrimonio de la Humanidad. De camino a la catedral, se encuentra el enigmático Leadenhall Market, uno de los mercados cubiertos más antiguos de la capital británica que data del siglo XIV. Y finalmente, tomando Lombard Street y la comercial Cheapside se llega hasta la catedral de St Paul.
Si se quiere aprovechar al máximo la jornada, un buen plan es disfrutar de alguno de los espectáculos de teatro en el West End. Mejor si se viaja a Londres con la entrada comprada on line, pero si se quiere improvisar, nada como acercarse hasta Leicester Square minutos antes del espectáculo y probar suerte por si se consigue entrada con descuento.
Planes gratis para disfrutar de Londres
Segundo día en Londres
La segunda jornada en Londres invita a recorrer sus parques sí, pero también a rendirse ante la pompa de la realeza británica siendo testigo de la ceremonia de cambio de guardia. Esta se lleva a cabo desde las 10:30 horas hasta las 11 horas cuando tiene lugar el relevo en el Palacio de Buckingham. Tras el solemne espectáculo, nada mejor que dejarse caer por los alrededores en alguna de las imponentes zonas verdes con las que cuenta Londres como Hyde Park donde pasear, hacer un picnic, dar comida a las aves junto al estanque o simplemente sentarse y observar mientras se reponen fuerzas.
Siguiendo los pasos de la realeza por Londres
Saliendo del mayor pulmón verde de la ciudad y adentrándose por el barrio de Mayfair, el más elegante de Londres. Pasear por Audleys St, adentrarse en Mount St Gardens, perderse por algún mew o antiguo callejón peatonal y deleitarse con sus tiendas y cafés, no tiene precio.
Después de este oasis y tomando Piccadilly Street, se llega a Piccadilly Circus, el epicentro del entretenimiento y las compras, y si se continúa, hasta la National Gallery y Trafalgar Square. Para un alto en el camino, se puede comer en Cafe in the Crypt, un singular lugar donde degustar propuestas caseras a buen precio, situado bajo la iglesia St. Martin-in-the-Fields, en la propia Trafalgar Square.
La escapada llega a su fin, y si bien hay muchos mercadillos (Candem, Portobello o Brick Lane) en los que es fácil perderse durante varias horas, según gustos y ganas de compras, hay un imprescindible que no puede faltar en toda visita a la capital británica y es Covent Garden. Arte, cultura y comercios se fusionan en una zona con mucho carácter, con su icónico Apple Market y espectáculos de artistas en plena calle. Ejemplo claro de la esencia londinense, aquella capaz de atrapar al viajero, cautivarlo y motivarlo a regresar de nuevo pronto, aunque sean 48 horas más.
Comprar, comer y bailar en 4 mercadillos de Londres