Información y Consejos de Salud para ir a Malasia
Antes de partir
- Contratar un seguro médico.
- Viajar con los medicamentos en su envase original.
- Llevar una carta del médico, firmada y fechada, sobre el estado de salud y las medicinas necesarias con su nombre genérico.
- Si se padece del corazón, adjuntar una copia del último ECG.
- Llevar medicamentos extras por si acaso.
Vacunas recomendadas
Si en los seis días previos a la entrada en la región el viajero ha visitado una zona endémica de fiebre amarilla (como África o América del Sur), debe aportar un certificado de vacunación. La OMS recomienda las siguientes vacunas:
Difteria y tétanos para adultos Una dosis de recuerdo si no se ha administrado en los 10 años anteriores.
Hepatitis A Protege casi al 100% durante un año. Un recordatorio a los 12 meses cubre 20 años más.
Hepatitis B Es una vacuna rutinaria para los viajeros. Son tres inyecciones, suministradas en seis meses o una pauta acelerada junto con la de la hepatitis A.
Sarampión, paperas y rubeola (SPR) Se necesitan dos dosis, salvo que ya se hayan padecido estas enfermedades. Muchos jóvenes requieren un recordatorio.
Poliomielitis Últimamente no ha habido casos de polio. Solo se requiere una dosis de recuerdo en la edad adulta para quedar inmunizado de por vida.
Tifus Se recomienda la vacuna, excepto si el viaje dura menos de una semana y solo se visitan grandes ciudades. Ofrece casi un 70% de protección durante dos o tres años y se administra en una dosis inyectable o en pastillas; la inyección tiene menos efectos secundarios.
Varicela Si el viajero no la ha padecido, hay que consultar con el médico la conveniencia de vacunarse.
Información en la red
Centres for Disease Control & Prevention (CDC; www.cdc.gov) Información sobre condiciones sanitarias en todos los destinos y consejos actualizados para viajar.
World Health Organization (WHO; www.who.int/ith) Enlaces con sitios web nacionales sobre viajes y sanidad.
En Malasia
Asistencia médica y coste
Malasia El nivel de la asistencia médica en las principales ciudades es bueno; casi todas las patologías se pueden resolver en Kuala Lumpur.
Enfermedades infecciosas
Las más comunes entre viajeros son:
Dengue Cada vez es más común en las ciudades. El mosquito que lo transmite pica día y noche, de modo que hay que protegerse a todas horas. Los síntomas son fiebre alta, fuertes dolores de cabeza y musculares, erupción y diarrea. No existe un tratamiento específico, solo descanso y paracetamol (nada de aspirina, pues aumenta el riesgo de hemorragia).
Hepatitis A El virus se transmite por el agua y la comida. Infecta el hígado y provoca ictericia, náuseas y letargo. Todas las personas que viajen a esta región deberían vacunarse.
Hepatitis B Es la única enfermedad de transmisión sexual (ETS) que puede prevenirse con la vacunación. Se transmite a través de los fluidos corporales, incluido el contacto sexual.
Hepatitis E Se transmite por el agua y la comida. Sus síntomas son similares a los de la hepatitis A, pero es mucho menos común. En las embarazadas es muy grave y puede provocar la muerte tanto de la madre como del feto. Actualmente no existe vacuna contra esta hepatitis, por lo que hay que prevenirla mediante las pautas de higiene al comer y beber.
VIH Las relaciones heterosexuales sin protección son el principal medio de transmisión de este virus.
Gripe Puede ser muy grave en mayores de 65 años y aquellos que padezcan enfermedades crónicas, como cardiopatías o diabetes; en tales casos se recomienda vacunarse. No existe un tratamiento específico, solo descanso y paracetamol.
Malaria Aunque potencialmente mortal, no es habitual en esta región. Los medicamentos contra la malaria pocas veces se recomiendan a los viajeros. No obstante, las zonas rurales pueden entrañar cierto riesgo. Antes de partir conviene pedir consejo al médico respecto a la necesidad de medicación y dosis.
Rabia Constituye un grave riesgo y, si no se trata adecuadamente, puede acarrear la muerte. Se propaga por la mordedura o el contacto con la saliva de un animal, principalmente perros y monos. Vacunarse antes del viaje simplifica el tratamiento posterior. En caso de mordedura, hay que lavar la herida con agua y jabón y aplicar un antiséptico a base de yodo. Si no se está vacunado, urge ser tratado con inmunoglobulina antirrábica.
Tifus Es una infección bacteriana grave que se propaga a través de los alimentos y el agua. Algunos de los síntomas son fiebre en aumento, mal de cabeza, tos seca y dolor de estómago. La vacunación, recomendada para quienes deban pasar más de una semana en Malasia, no es totalmente efectiva, de modo que hay que vigilar lo que se come y se bebe.
Diarrea
Suele ser causada por una bacteria y es, con diferencia, el problema más frecuente de los viajeros. Para tratarla, hay que mantener una buena hidratación, p. ej., con una solución rehidratante como Gastrolyte. Los antibióticos como la norfloxacina, la ciprofloxacina o la azitromicina eliminan rápidamente la bacteria.
Aunque solo sirve para detener la diarrea, la loperamida puede ser útil en algunas circunstancias, como en un viaje largo en autobús. Si los antibióticos no surten efecto, hay que ir al médico.
La giardiasis es bastante común. Los síntomas son náuseas, hinchazón abdominal, gases, fatiga y diarrea intermitente. El tratamiento preferido es el tinidazol; también se usa el metronidazol.
Riesgos específicos
Polución del aire
Si se sufren problemas respiratorios graves, hay que hablar con el médico de cabecera antes de viajar a cualquier urbe con un alto nivel de polución. De notar molestias debido a la contaminación, hay que salir de la ciudad unos días para oxigenarse. Consúltese el Air Polutant Index of of Malaysia (http://aqicn.org/map/malaysia/) para conocer la situación actual de la región.
Submarinismo y surf
Si se tiene previsto practicar estos deportes, conviene consultar con un especialista antes de partir para añadir el botiquín tratamientos contra la otitis y los cortes provocados por el coral. También es aconsejable sacarse un certificado médico de submarinismo. Aunque el buceo está contraindicado en ciertas enfermedades. Hay cámaras hiperbáricas en Kuantan y Lumut (Malasia peninsular) y Labuan (Borneo malasio).
Calor
El organismo puede tardar hasta dos semanas en aclimatarse al calor de la región. La hinchazón de pies y tobillos es habitual, así como los calambres musculares causados por una excesiva sudoración. Estos efectos se pueden prevenir si se mantiene la hidratación y se evita el ejercicio físico en las horas más calurosas.
La deshidratación es la principal causa del agotamiento por calor. Sus síntomas son debilidad, dolor de cabeza, irritabilidad, náuseas o vómitos, piel sudorosa, pulso débil y acelerado, y una temperatura corporal normal o ligeramente alta. Hay que alejar al afectado del calor, aplicarle paños húmedos y fríos sobre la piel, tumbarlo con las piernas levantadas y rehidratarlo con sal disuelta en agua (¼ de cucharadita de sal por litro).
La insolación es un caso de urgencia. Los síntomas aparecen de repente y pueden ser debilidad, náuseas, piel seca, temperatura corporal superior a los 41°C, mareo, confusión, descoordinación, ataques y, por último, colapso y pérdida del conocimiento. Hay que pedir asistencia médica y, mientras esta llega, separar al afectado del calor, quitarle la ropa y aplicar paños húmedos y fríos, o hielo, por el cuerpo, sobre todo en ingles y axilas.
La miliaria es una erupción cutánea de pequeñas vesículas provocada por la retención del sudor bajo la piel. Lo apropiado sería permanecer en un lugar con aire acondicionado durante varias horas y darse duchas de agua fría. Deben evitarse cremas y pomadas, pues obstruyen la sudoración.
Picaduras de insectos y mordeduras
Piojos Habitan sobre todo en la cabeza y la zona púbica. Se transmiten por contacto directo con una persona infectada. Se tratan con aplicaciones reiteradas de un champú antipiojos, p. ej., a base de premetrina.
Garrapatas Se adhieren al cuerpo al pasear por el campo. Si tras su mordedura aparecen síntomas, como una erupción en el lugar de la picadura o en otra parte, fiebre o dolores musculares, hay que ir al médico. La doxiciclina previene las enfermedades producidas por este parásito.
Sanguijuelas Viven en zonas húmedas de la selva tropical. No transmiten ninguna enfermedad pero sus mordeduras pueden picar semanas e infectarse fácilmente. Para evitar la infección hay que aplicar un antiséptico con yodo.
Abejas o avispas Los alérgicos a sus picaduras deben llevar una inyección de adrenalina (p. ej., epinefrina), en caso de emergencia.
Medusas En su mayoría no son peligrosas. En caso de picadura hay que mojar la zona con vinagre para neutralizar el veneno. Conviene tomar analgésicos y acudir al médico si el estado empeora.
Problemas cutáneos
Hay dos erupciones fúngicas comunes que afectan a los viajeros en los trópicos. Una de ellas se localiza en las partes húmedas y poco ventiladas del cuerpo, como ingles, axilas y entre los dedos de los pies. Empieza como una mancha roja que se extiende lentamente y suele escocer. El tratamiento consiste en mantener la piel seca, evitar las rozaduras y usar una crema antimicótica como clotrimazol o Lamisil. La pitiriasis versicolor también es común; provoca manchas de color claro, normalmente en la espalda, pecho y hombros. Hay que consultar al médico.
Se debe extremar el cuidado de posibles cortes y arañazos para evitar infecciones. Hay que limpiar inmediatamente las heridas con agua limpia y aplicar un antiséptico. Si aparecen signos de infección, como aumento de dolor y rojez, hay que ir al médico. Los submarinistas y surfistas deben tener especial cuidado con los cortes producidos por el coral.
Serpientes
Es mejor suponer que todas son peligrosas. Hay que llevar siempre botas y pantalones largos al andar por una zona donde pueda haber serpientes. En caso de mordedura, hay que presionar e inmovilizar la zona colocando una venda elástica en el miembro afectado, vendando desde el lugar de la herida hacia el pecho. Pero el vendaje no deber apretar demasiado ni dificultar la circulación de la sangre; para comprobarlo, hay que dejar los dedos al aire. Seguidamente se debe entablillar el miembro y acudir a un centro médico. No hay que hacer torniquetes ni succionar el veneno. Existen antídotos para la mayoría de las especies.
Quemadura de sol
Incluso en un día nublado, el sol puede quemar en poco tiempo. Hay que usar siempre crema solar con un factor de protección alto (mín. 30) y repetir la aplicación después del baño, así como llevar sombrero de ala ancha y gafas de sol. Conviene no tumbarse al sol en las horas más calurosas (10.00-14.00). En caso de quemaduras, hay que mantenerse apartado del sol hasta la total recuperación, aplicar compresas frías y tomar algún analgésico para el dolor. Ponerse dos veces al día una crema con hidrocortisona al 1% también alivia.
Viajar con niños
Hay varias cuestiones que deberían tenerse en cuenta antes de viajar con niños:
- Los pequeños deben estar al día de todas las vacunas rutinarias, puesto que muchas enfermedades infantiles erradicadas en Occidente todavía existen en zonas del sureste asiático. Un centro de medicina tropical puede asesorar sobre vacunas específicas, pero si se piensa visitar zonas rurales o estar más de un mes, es aconsejable la vacuna contra la rabia, pues los niños son más propensos a sufrir mordeduras de animales.
- Los críos también son más sensibles a las enfermedades graves transmitidas por mosquitos, como la malaria, la encefalitis B japonesa o el dengue. La malaria puede ser mortal. Conviene plantearse seriamente la conveniencia de viajar con niños a una zona de malaria. El uso de ropa impregnada con permetrina y repelente de insectos que contenga entre un 10 y un 20% de DEET ayuda a protegerse.
- La diarrea es algo común, por lo que hay que mantener siempre bien hidratados a los pequeños. El mejor antibiótico antidiarreico infantil es la azitromicina.
- Los niños pueden enfermar grave y rápidamente, por lo que siempre hay que tener bien localizados los mejores centros médicos y acudir a ellos al primer síntoma.
Salud de la mujer
- En las zonas urbanas suele ser fácil encontrar productos sanitarios. Pero no siempre disponen de todos los anticonceptivos, así que conviene llevar los más habituales. El calor, la humedad y los antibióticos pueden producir candidiasis; se trata con cremas antifúngicas y óvulos, p. ej., clotrimazol, o bien con una única pastilla de fluconazol (Diflucan). Las infecciones del tracto urinario pueden aparecer debido a la deshidratación o a los largos viajes en autobús sin ir al lavabo; hay que llevar los antibióticos adecuados.
Embarazo
- Conviene informarse de los servicios médicos de calidad en el destino y asegurarse de poder mantener en ellos la atención prenatal habitual. Hay que evitar las zonas rurales mal comunicadas y con una atención sanitaria deficiente.
- Se debe tener un seguro que cubra todas las eventualidades relacionadas con el embarazo, incluido el parto prematuro.
- La malaria es una enfermedad de alto riesgo para el embarazo. La OMS recomienda que las embarazadas no viajen a zonas con malaria resistente a la cloroquina. Ningún fármaco antipalúdico es totalmente inocuo para el feto.
- La diarrea puede producir una rápida deshidratación y dificultar el flujo de la sangre hacia la placenta. Muchos de los medicamentos empleados para tratar los parásitos causantes de la diarrea están contraindicados para las embarazadas, excepto la azitromicina.
Medicina tradicional y popular
En Asia se practican diferentes medicinas tradicionales. Pero hay una gran diferencia entre estos métodos de curación y la medicina “popular”. Hay que evitar los remedios populares, que a menudo implican procedimientos dudosos y hasta peligrosos. En cambio, los métodos tradicionales, como la medicina tradicional china, gozan de prestigio y cada vez hay más médicos occidentales que recurren a algunas de sus técnicas.
Todas las medicinas tradicionales asiáticas identifican una fuerza vital y consideran que su bloqueo o desequilibrio provoca la enfermedad. Diversos métodos curativos, como las hierbas medicinales, el masaje o la acupuntura, devuelven o mantienen el equilibrio de dicha fuerza vital. Estas terapias se emplean sobre todo para tratar enfermedades persistentes, como la fatiga crónica, la artritis, el síndrome de colon irritable y algunas patologías cutáneas, pero deberían evitarse para tratar infecciones agudas graves como la malaria.
Sin embargo, lo natural no siempre es sinónimo de seguro, pues entre las hierbas medicinales y los medicamentos occidentales pueden producirse incompatibilidades. En cualquier caso, ambos especialistas deben estén informados de lo que el otro ha recetado.
Seguro de viaje
Siempre es buena idea contratar un seguro; hay que comprobar que cubra actividades potencialmente de riesgo (p. ej., espeleología, submarinismo o excursionismo) y los objetos de valor. En cuanto a asistencia médica, quizá se prefiera una póliza que se haga cargo directamente del pago a doctores u hospitales en lugar de ser el viajero quien lo haga primero y después reclame a la compañía el reembolso, en cuyo caso habrá que guardar toda la documentación. Lo ideal sería que la póliza abarque el uso de ambulancias, la repatriación urgente y, en caso de que se vaya a practicar excursionismo por zonas apartadas, la evacuación en helicóptero.
Informarse es importante
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.