El “palacio de la Virtud ilustre” se construyó a principios del s. XV en Seúl como palacio secundario del Gyeongbukgung, aunque hoy, este monumento declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, supera a este en belleza y elegancia, en parte porque en muchos de sus edificios vivieton miembros de la familia real hasta bien entrado el s. XX. El rincón más encantador es el Huwon, el “Jardín Secreto” donde se solazaba el monarca. Conviene reservar con tiempo una de las limitadas plazas del circuito que permite contemplar este palacio a la luz de la luna.