Aunque otras culturas han dejado su huella, el s. XX parece haber borrado lo anterior y hoy decir isla de la Cartuja es sinónimo de Exposición Universal de 1992. Fue esta cita la que rehabilitó el monasterio de Santa María de las Cuevas, urbanizó las 215 Ha de la isla y ha convertido el lugar en un refugio cultural, empresarial y de esparcimiento.
Cruzar la pasarela de la Cartuja permite admirar el perfil de Santa María de las Cuevas. A la derecha, se encuentra el Jardín Americano, con su pasarela de madera que sobrevuela el río. Antes de visitar el conjunto monumental, que alberga el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, conviene desayunar en su cafetería.
Para los aficionados a la arquitectura, es una delicia admirar la herencia de la Expo 92, como el pabellón de la Navegación, o visitar las exposiciones del CaixaForum. Tras almorzar en el Sabina, se puede conocer la Fundación Tres Culturas.
Los más jóvenes no dejarán pasar la oportunidad de disfrutar en Isla Mágica, también se puede ir al Teatro Central, con sus espectáculos vanguardistas, o cenar en la planta 34 de Torre Sevilla, en el restaurante El Duende, con las mejores vistas de la ciudad.