Los sevillanos van con sus hijos a todas partes, de forma que es normal encontrarlos en terrazas de bares y restaurantes, incluso de noche, o en plena bulla de Semana Santa. Pero Sevilla tiene un buen número de espacios abiertos en los que los niños pueden campar a su antojo y divertirse, además de un carril-bici para recorrer la ciudad de forma segura.
Entre los ss. XVI y XVIII, los galeones remontaban los 80 km del Guadalquivir desde su desembocadura en el Atlántico en Sanlúcar de Barrameda hasta el muelle de la Sal, tramo que todavía hoy es navegable y convierte a Sevilla en el único puerto fluvial de España. Los pequeños amantes de la navegación pueden repetir la travesía de unas 5 h en verano (www.crucerosensevilla.com; may-sep). Si no se dispone de tanto tiempo, durante todo el año el río ofrece una gran diversidad de embarcaciones tripuladas, o que pueden manejar los visitantes, para disfrutar de sus mansas aguas.
Algunos monumentos son gratis para los menores pero, como el límite de edad varía, se aconseja llevar un documento identificativo. Los descuentos se suelen aplicar a los pequeños acompañados por adultos. Algunos ejemplos: el Real Alcázar es gratis hasta los 16 años; el Hospital de la Caridad, hasta los 12 años; y en los cruceros que recorren el Guadalquivir no pagan los menores de 12 años.
Isla Mágica Un parque de atracciones siempre es un éxito entre los niños, pero este aún lo es más porque está lleno de piratas.
Torre de los Perdigones El juego de espejos que permite ver el exterior desde una cámara oscura.
Torre del Oro Además de formar parte del sistema defensivo de la ciudad, alberga el Museo Naval, con cientos de embarcaciones a escala.
Metropol Parasol Ver la ciudad desde las alturas, sobre ‘setas’ gigantes, algo así como jugar a ser la menguante y creciente Alicia.
Casa de la Ciencia (954 232 349; www.casadelaciencia.csic.es; av. María Luisa s/n; entrada general/planetario/combinada 3/3/5 €, menores de 3 años, gratis; 10.00-21.00 ma-do, cerrado ago; C1, C2, C4, 5, 28, 29, 30, 31, 34, 37, 38 y 41) Cetáceos, minerales y un planetario que cautiva a todos los públicos en este museo interactivo.
Cubiertas de la catedral La imaginación se dispara en esta especie de bosque de pináculos habitados por gárgolas. Solo para mayores de 12 años.
Pabellón de la Navegación Una muestra interactiva sobre la navegación atlántica con historias basadas en hechos reales, pero relatadas como cuentos.
Muralla almorávide Muralla, foso, almenas y torres; todo lo necesario para dejar volar la imaginación.
Teatro Alameda Una programación para los más pequeños en la que caben todos los géneros, hasta el flamenco.
Teatro de la Maestranza El templo de la lírica en Andalucía también ofrece óperas y ballets para niños.
Museo de Artes y Costumbres Populares Pasear ante sus reproducciones de talleres de artesanos es como jugar a las casitas, pero a gran escala.
Parque de María Luisa Coches de caballos, paseos en barca por el canal de la plaza de España, bicicletas compartidas, estanque con patos, espacio para correr y mucho más.
Jardín Americano Un bosque para perderse y una pasarela sobre el río para soñar con aventuras.
Parque del Alamillo Desde una fiesta de cumpleaños hasta aprender a montar en bicicleta, cualquier actividad tiene cabida en este enorme espacio.
Muelle de las Delicias Donde fondean reproducciones de embarcaciones históricas y que, en ocasiones, se pueden visitar.
Paseo por el río A pie o en bicicleta, recorrer la orilla del río es un deleite para toda la familia. Hay muchas zonas habilitadas para ello.
Alameda de Hércules Aunque está llena de bares, también hay dos parques infantiles y dos fuentes a ras de suelo que, en verano, sirven de duchas para los más atrevidos.