Información y Consejos de Salud para ir a Nueva Zelanda

Sanidad en Nueva Zelanda

En Nueva Zelanda el viajero se expone a riesgos mínimos de salud. No existen enfermedades como la malaria y el tifus, ni serpientes venenosas u otros animales peligrosos, o enfermedades peligrosas transmitidas por insectos. Los riesgos más grandes tienen que ver con la exploración de la naturaleza: los excursionistas deben tener en cuenta los cambios repentinos del tiempo e informar de los planes si visitan zonas remotas, mientras que los conductores deben ser extremadamente cautos en las muy sinuosas carreteras del país.

Agua potable

El agua del grifo es en general potable en todo el país, y en las fuentes públicas que no es potable suele estar indicado con un cartel. Sin embargo, la calidad del agua se ha visto afectada por la contaminación en algunos lugares. Muy de vez en cuando se produce un aviso para que se hierva el agua del grifo; el alojamiento debería advertir al viajero si se da el caso.

Disponibilidad y costes médicos

Los hospitales públicos de Nueva Zelanda ofrecen una atención de alta calidad (gratis para residentes). Todos los viajeros tienen la asistencia cubierta en caso de accidentes ocurridos en el país (p.ej., de tráfico, o derivados de deportes de aventura) por el Fondo de Compensación de Accidentes (Accident Compensation Corporation; www.acc.co.nz). Los gastos resultantes del tratamiento de una enfermedad durante la estancia solo los cubrirá el seguro del viajero. Para más información, visítese www.health.govt.nz.

La línea telefónica Healthline (0800 611 116) ofrece asesoramiento sobre cuestiones de salud en todo el país las 24 h (gratis desde móviles o fijos locales). Dispone de intérpretes.

Enfermedades infecciosas

Aparte de las enfermedades de transmisión sexual del resto del mundo (hay que tomar las precauciones habituales), la giardiasis es la principal enfermedad infecciosa a tener en cuenta si se viaja a Nueva Zelanda.

Giardiasis

El parásito de la giardiasis está muy extendido en los cursos de agua del país y se puede aferrar al viajero si nada en ríos y lagos (hay que intentar no tragar agua), o si se entra en contacto con animales infectados. Los síntomas consisten en diarrea, vómitos, retorcijones de estómago, hinchazón abdominal y gases. El tinidazole y el metronidazole son tratamientos efectivos.

Medicamentos

En las farmacias se dispensan medicamentos sin receta, incluidos analgésicos, antihistamínicos, productos para la piel y protectores solares. Se pueden comprar también en las farmacias algunos anticonceptivos sin receta (si se ha recetado la píldora dentro de los últimos tres años). Si se sigue un tratamiento médico, hay que llevar suficiente suministro y el nombre genérico, pues los nombres comerciales varían de un país a otro.

Medicinas

Deben conservarse en sus envases originales, bien etiquetados. También se recomienda llevar una carta fechada y firmada por el médico que describa las patologías y tratamientos necesarios (incluidos los nombres genéricos), y justifique el uso de jeringas o agujas.

Riesgos medioambientales

Los numerosos insectos que pican suponen más una molestia que un riesgo grave para la salud, pero la hipotermia y los ahogamientos son auténticos riesgos.

Hipotermia

La hipotermia, un peligroso descenso de la temperatura corporal, es un riesgo considerable para los viajeros en Nueva Zelanda, especialmente en invierno, y en las altitudes, siempre. La altura y/o los fuertes vientos pueden potenciar el frío y provocar hipotermia, incluso cuando las temperaturas son moderadas. Los primeros síntomas incluyen la pérdida de precisión en los movimientos (como al abrocharse los botones), temblores y dificultades al hablar. Para tratarla, hay que minimizar la pérdida de calor: quitarse la ropa mojada, ponerse ropa seca con capas resistentes al viento y al agua, y consumir carbohidratos y agua o líquidos calientes (sin cafeína) para que los temblores suban la temperatura interna. En casos de hipotermia grave, los temblores desaparecen; en ese caso, además de todo lo anterior, es necesaria la evacuación urgente y la atención médica.

Picaduras de insectos

Hay que llevar ropa larga y suelta y utilizar repelente de insecto con un 20% o más de DEET para evitar los tábanos y los mosquitos, especialmente presente en zonas lacustres y prados rodeados de árboles de la Isla Sur. Las picaduras producen mucha comezón, pero no transmiten ninguna enfermedad.

Playas de surf

Nueva Zelanda tiene unas playas excepcionales para el surf. La fuerza del oleaje puede fluctuar según la inclinación del lecho marino: las corrientes de resaca son habituales y a veces se producen ahogamientos. Antes de aventurarse al mar conviene consultar a las organizaciones de socorrismo locales, acatar las señales de aviso en las playas y ser realista sobre las limitaciones y experiencia propias.

Seguro médico para viajar a Nueva Zelanda

Es esencial tener un seguro médico. Aunque la asistencia sanitaria en Nueva Zelanda es buena y no resulta cara, en comparación con otros países, los gastos se pueden acumular y la repatriación puede dispararse.

Si no se tiene un seguro médico que cubra los gastos médicos en el extranjero, conviene contratar una póliza extra; véase see www.lonelyplanet.com/travel-insurance. Hay que averiguar antes si la aseguradora paga directamente a los proveedores o si reembolsa los gastos posteriormente al asegurado. Asimismo se debe comprobar si cubre las actividades que se piensa realizar (p. ej., escalada en roca o deportes de invierno) y si hay un límite de días que cubra esa actividad.

Vacunas recomendadas

Nueva Zelanda no requiere ninguna vacuna a los viajeros, pero la OMS recomienda que todos los viajeros estén vacunados de varicela, difteria, hepatitis B, sarampión, paperas, tos ferina, polio, rubeola, gripe, tétanos y tuberculosis, independientemente del destino. Conviene pedir al doctor un Certificado Internacional de Vacunación, donde se especifiquen todas las vacunas del viajero.

Informarse es importante

Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.

 

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