Hogar de parisinos muy adinerados, este lujoso barrio se extiende hacia el oeste por la margen izquierda del Sena y alberga arquitectura magnífica, incluida la torre que simboliza la ciudad, además de excelentes museos dedicados a la historia y el arte de diversas épocas y culturas.
Un crucero por el río es la forma ideal de empezar (y/o terminar) un día en esta emblemática zona. Varias compañías, como Bateaux-Mouches, paran cerca de la Torre Eiffel. Por la mañana se visita el Musée Rodin y su bello jardín con esculturas; después se va a Hôtel des Invalides para conocer la historia militar francesa y sobrecogerse ante la tumba de Napoleón. Tras el arte indígena y la llamativa arquitectura del Musée du Quai Branly, hay que subir a la Torre Eiffel al atardecer, para tener vistas tanto diurnas como nocturnas.