Cómo llegar a Colombia

Cómo llegar a Colombia

A Colombia se puede llegar volando, por carretera, río o mar. La mayoría de los visitantes llega en avión a los aeropuertos de Bogotá, Medellín, Cartagena o Cali.

Colombia tiene frontera con Panamá, Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador, pero solo hay conexiones por carretera con Venezuela y Ecuador. Estos son los pasos fronterizos más transitados, aunque la crisis política venezolana ha hecho que las fronteras no funcionen con regularidad.

También se puede cruzar a Santa Rosa (Perú) y Tabatinga (Brasil) en las tres esquinas junto a Leticia. Se fletan yates privados a/desde Panamá, y hay barcos locales frecuentes a Ecuador desde Tumaco.

Los vuelos, coches y circuitos pueden reservarse en línea en lonelyplanet.com/bookings.

Llegada a Colombia

La mayoría de viajeros llegan a Colombia en avión, o por tierra desde Ecuador, Venezuela o Brasil (con menos frecuencia). También hay muchos veleros que traen a viajeros desde Panamá, pasando por las islas de San Blas.

Se necesitará un pasaporte en vigor (válido por lo menos para 6 meses) y, en el caso de algunas nacionalidades, un visado. Los viajeros reciben un visado turístico con una vigencia de 90 días, que puede ampliarse otros 90 días por año natural.

Al llegar en avión (pero no así por tierra), se recibe un impreso de aduanas que hay que rellenar y dar al funcionario tras recuperar el equipaje. Si se va a conectar con un vuelo nacional, puede enviarse el equipaje directo a través de Bogotá al destino final (cosa rara en la región) pero aun así habrá que rellenar el impreso y pasar la aduana antes de ir a la puerta de salidas nacionales.

Avión

Aeropuertos y líneas aéreas

El mayor aeropuerto internacional de Colombia es el recién renovado aeropuerto internacional El Dorado, (1-266-2000; www.eldorado.aero; av. El Dorado). Se está realizando la segunda fase de la ampliación.

Otros aeropuertos importantes con vuelos internacionales son:

Aeropuerto José María Cordova (www.aeropuertorionegro.co) El de Medellín.

Aeropuerto Rafael Núñez (www.sacsa.com.co) En Cartagena.

Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón (www.aerocali.com.co) El de Cali.

La aerolínea nacional es Avianca (1-8000-953434, 5-330-2030; www.avianca.com), una de las mejores de la región tanto en servicio como en fiabilidad.

Billetes

En teoría, para permitir la entrada de visitantes, Colombia exige que tengan un billete de salida del país. Las aerolíneas y agencias de viajes son muy estrictas en esto, por lo que no venden billetes de un solo trayecto, a menos que se tenga ya uno de vuelta. No obstante, al llegar a Colombia es raro que algún agente de inmigración exija la presentación de dicho billete.

El truco es comprar mediante tarjeta de crédito un billete totalmente reembolsable y pedir el reembolso tras llegar a Colombia. Si se llega por tierra, la impresión de una reserva no pagada basta para pasar el puesto fronterizo. Es más probable que se les pida el billete de salida a los viajeros de aspecto desaliñado que a los que vayan correctamente vestidos.

Viajar por Sudamérica

Los billetes de avión en Sudamérica a menudo son caros. Si se va a viajar a Ecuador, Venezuela o Brasil, es más fácil tomar un vuelo nacional hasta el punto fronterizo (Ipiales, Cúcuta o Leticia, respectivamente), cruzar la frontera por tierra y tomar luego otro también nacional hasta el destino final.

No obstante, Bogotá suele ser el punto de entrada a Sudamérica más barato; hay muchos vuelos internacionales desde Bogotá, más unos cuantos desde Cali y Medellín. Se puede tomar un avión Bogotá-Quito y Cali-Quito, p. ej.. Debido a la crisis política de Venezuela, país al que Avianca ha suspendido el servicio, cuesta cada vez más conseguir plazas para entrar y salir de Caracas.

Por tierra

Pasos fronterizos

Véase en “Visados” la información pertinente.

Brasil y Perú

El único paso fronterizo viable para entrar desde estos dos países a Colombia es por Leticia, en la punta suroriental de la Amazonia colombiana. Se puede llegar a Leticia en barco desde Iquitos (Perú) y Manaos (Brasil). El avión es la única forma de ir de Leticia al resto de Colombia.

Ecuador

Prácticamente todos los viajeros usan el paso fronterizo de la Carretera Panamericana entre Tulcán (Ecuador) e Ipiales (Colombia). La parte de la Panamericana entre Pasto y Popayán ha mejorado, pero para evitar problemas y disfrutar de unas vistas fantásticas, lo mejor es viajar de día.

También se puede cruzar de San Miguel (Putumayo) a Nueva Loja (en la Amazonia ecuatoriana). Aunque los mochileros han empezado a usar esta ruta sin problemas, antes de salir consúltese en el hotel la situación de seguridad en el terreno, que a menudo oscila entra aceptable y escasa. Esta ruta ha de hacerse siempre de día.

Venezuela

La crisis política de este país está afectando al funcionamiento normal de sus fronteras con Colombia. El Gobierno de Caracas las ha cerrado a veces totalmente y otras, solo al tráfico de vehículos. Consúltense las novedades antes de hacer planes.

Existen cuatro pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela. Con mucho, el más utilizado por los viajeros es el que une San Antonio del Táchira (Venezuela) y Cúcuta (Colombia), en la ruta principal Caracas-Bogotá.

Hay otro paso fronterizo bastante transitado en Paraguachón, en la carretera de Maracaibo (Venezuela) a Maicao (Colombia). Es un buen recurso si se quiere ir de Venezuela a la costa caribeña colombiana. Diversos autobuses y taxis compartidos comunican Maracaibo y Maicao, y hay líneas directas de Caracas a Maracaibo y de Santa Marta a Cartagena. Pueden sellar el pasaporte tanto los funcionarios de frontera colombianos como los venezolanos.

Menos popular es el paso fronterizo entre Puerto Carreño (Colombia) y Puerto Páez o Puerto Ayacucho (ambas en Venezuela). Menos práctico aún es el paso entre El Amparo de Apure (Venezuela) y Arauca (Colombia), zona remota y algo insegura.

Por mar

Hay travesías desde Colombia a Panamá y Ecuador.

Panamá

Numerosos veleros navegan entre los puertos panameños de Portobelo, El Porvenir o Colón y Cartagena. Es un popular medio de llegar al país y suele hacerse escala en las islas de San Blas. Algunos barcos que zarpan desde el muelle de yates de Cartagena mantienen unos horarios regulares, mientras que otros salen cuando se llenan. La travesía entera Cartagena-San Blas-El Porvenir en velero cuesta entre 450 y 650 US$ todo incluido, cobrando 550 US$ la mayor parte de los barcos. Desde El Porvenir hay que continuar en motora hasta Carti o Miramar, desde donde se puede proseguir el viaje por tierra hasta la ciudad de Panamá, o bien se vuela desde El Porvenir.

Por tradición, los barcos no han estado regulados y la seguridad representa un problema. Blue Sailing (www.bluesailing.net), agencia colombiana-estadounidense con sede en Bogotá, ha empezado a modificar la situación en los últimos años; durante la elaboración de esta guía representaba a 25 barcos. La compañía garantiza que todos disponen del equipo de seguridad adecuado para navegar por mar, controlan la posición de su sus barcos 24 h al día y emplean solo a capitanes con licencia.

También cabe la posibilidad de organizar el transporte desde Bahía Solano hasta Jaqué en Panamá, aunque las salidas son infrecuentes. Desde allí se puede seguir por la costa pacífica panameña hasta la ciudad de Panamá o bien volar.

Ecuador

Se puede cruzar la frontera en esquife por el Pacífico cerca de Tumaco, pero la situación de inseguridad en la carretera a esta ciudad y en la ciudad misma convierte a Tumaco en lugar a evitar.

Cómo moverse por Colombia

Avión

  • Es lo más fácil para cubrir las enormes distancias entre grandes ciudades en Colombia. La reciente aparición de aerolíneas de bajo coste lo ha hecho más accesible, y puede ser un modo razonable de viajar si se reserva con tiempo. Casi todas las ciudades tienen aeropuerto, como también muchas localidades más pequeñas y apartadas.
  • Aunque para la misma ruta el avión suele ser más caro que el autobús, la diferencia no es siempre tremenda, sobre todo en las rutas más transitadas y largas. No vale la pena ir en autobús de Medellín a la costa para ahorrar 30 000 COP.
  • Hay que mirar precios en varias aerolíneas, pues pueden variar mucho para la misma ruta. Para ciertos destinos, los precios caen en las dos últimas semanas previas al vuelo; para otros, pueden subir bastante.
  • Comprar por internet sale más barato que en agencias y oficinas de aerolíneas.
  • Algunas aerolíneas ponen precios distintos en distintas versiones de su web; recuérdese que los mejores se hallarán en la página colombiana.
  • Se pueden reservar y pagar con tarjeta de crédito extranjera algunos vuelos nacionales, pero para otros habrá que reservar y luego pagar en efectivo a un agente.
  • Algunas líneas aéreas ofrecen paquetes para visitar los grandes destinos turísticos (p. ej., Cartagena y San Andrés) por poco más de lo que costaría el billete aéreo. Quienes compren estos paquetes desde otro país quedan exentos del 16% de IVA; hay que asegurarse de pedir este descuento, pues muchos colombianos desconocen dicha ventaja.

Bicicleta

  • Colombia no es el destino más cómodo para los ciclistas, aunque este deporte goza de inmensa popularidad en determinadas regiones (p. ej., Boyacá).
  • Las normas de circulación favorecen a los conductores, y los ciclistas tendrán que enfrentarse al tráfico en las carreteras principales. Nunca hay que presuponer que un conductor cederá el paso. La mayoría de las carreteras están asfaltadas y la seguridad está mejorando. Incluso en las localidades más pequeñas hay algún taller donde se puede reparar la bici por poco dinero y sin problemas.
  • Salvo en las principales zonas turísticas, es raro que se alquilen bicicletas, aunque las venden en casi cualquier sitio.
  • Las ciudades colombianas se están adaptando más para las bicicletas, con nuevos carriles-bici y la llamada Ciclovía (el cierre de ciertas calles para coches y autobuses los fines de semana y su conversión en vías para ciclistas y patinadores).

Barco

  • Hay rápidas lanchas motoras entre Turbo en el norte de Antioquia y las localidades de Capurgana y Sapzurro en el Caribe, y entre Bahía Solano y Nuquí en el Pacífico.
  • Los barcos de carga recorren la costa del Pacífico, y tienen el puerto de Buenaventura como centro de operaciones. Los viajeros con tiempo suficiente pueden conseguir una litera para llegar hasta puntos del norte y el sur, como Nuquí y Bahía Solano.
  • Antes de la llegada del ferrocarril y las carreteras, el transporte fluvial era el medio más importante en este montañoso país. Hoy no es muy común pero sigue siendo el único modo de desplazarse en partes del Amazonas, como de Leticia a Puerto Nariño.
  • En el Chocó hay líneas de pasajeros por los ríos Atrato y San Juan, pero ambos deben evitarse al haber grupos armados operando en la zona.

Autobús

Principal medio de desplazarse por Colombia, conecta casi cualquier lugar del país: hay desde atestados colectivos (taxis o microbuses compartidos) hasta cómodos autobuses climatizados de largo recorrido. El autobús es el principal medio de transporte entre ciudades, y llega prácticamente a todas partes. La mayoría de los autobuses interurbanos de larga distancia tienen butacas más cómodas que las que se encuentran habitualmente en los aviones, y los autobuses nocturnos a veces tienen clase preferente, con asientos más grandes. Ahora es bastante normal que los mejores dispongan de wifi, aunque a menudo funcione a ratos o nada en absoluto. Muchos conductores colombianos suelen poner el aire acondicionado a una temperatura gélida; vale la pena llevar un suéter, gorro, guantes o, mejor aún, una manta. Los conductores tienden además a poner la música y/o películas de acción en el TV incluso en mitad de la noche, por lo que quizá convenga llevar tapones para los oídos.

Es habitual que los autobuses paren en las requisas incluso de madrugada. Los soldados piden a todos los pasajeros que bajen, verifican sus identidades y después los cachean; a veces revisan los equipajes, pero con frecuencia hacen caso omiso de los extranjeros.

En las rutas largas se efectúan paradas para comer, pero no necesariamente a los horarios habituales, sino más bien cuando el conductor tiene hambre o cuando el autobús llega a un restaurante que tenga algún acuerdo con la empresa.

Todos los autobuses interurbanos salen y llegan a alguna terminal de pasajeros. Cada ciudad tiene la suya, generalmente fuera del centro, pero siempre está comunicada con el centro mediante transporte urbano. Bogotá es el núcleo de comunicaciones más importante, con rutas de autobuses prácticamente a todos los rincones del país.

El límite de velocidad en Colombia es de 80 km/h, y las compañías de autobús están obligadas a poner un gran indicador de velocidad en la parte delantera de la cabina, de modo que los pasajeros ven a qué velocidad va el autobús. También están obligadas a presentar sus estadísticas de accidentes/mortalidad en la taquilla, lo cual es un buen indicador de su nivel de seguridad.

Tipos de autobús

La mayoría de autobuses interurbanos tienen aire acondicionado y suficiente espacio para las piernas. En rutas más cortas (de menos de 4 h) aparecen las busetas, más pequeñas. A veces hay también furgonetas, más caras pero más rápidas aunque nada cómodas. En zonas rurales apartadas, donde las carreteras se encuentran en mal estado, las viejas chivas (camiones con carrocería de madera y varias filas de asientos) llegan hasta los pueblos más pequeños, recogiendo y dejando pasajeros por el camino. El servicio más rápido se llama “Super Directo”.

Precios

Viajar en autobús por Colombia es razonablemente barato. Se puede regatear (salvo en las temporadas altas de fiestas), aunque a menudo el agente ya ha dado el precio rebajado para eliminar a la competencia: por eso suele salir más barato comprar los billetes en la terminal que por internet. Según a quién se pregunte, los precios de los autobuses pueden ser negociables fuera del auge de las épocas festivas; se puede probar suerte preguntando si hay descuento o cuál es el mínimo, e ir después de mostrador en mostrador. Lo mejor es tomar la segunda oferta más barata: la más barata de todas suele tener truco.

Cuando se sube a un autobús en la carretera se le paga al ayudante del conductor; suelen ser honrados, pero conviene conocer de antemano la tarifa vigente para no pagar más de la cuenta.

Reservas

Fuera de las épocas de vacaciones (como Navidades o Semana Santa), no es necesario hacer reservas. Basta con presentarse en la estación de autobuses con 1 h de antelación y subir al primer autobús que salga. En algunas rutas menores, con pocas salidas al día, quizá haya que plantearse la posibilidad de comprar el billete horas antes de la salida.

Especialmente en autobuses pequeños, es habitual que cierren el maletero con llave y digan que les falta un pasajero para ponerse en marcha, con lo que se puede acabar esperando 1 h, mientras van saliendo otros autobuses. No conviene meterse en el autobús o pagar hasta que el conductor encienda el motor y se prepare para salir.

Automóvil y motocicleta

  • Son prácticos para quien quiera ir a su ritmo o visitar zonas con poco transporte público. Alquilan automóviles en las principales ciudades, pero no suele ser barato.
  • Además, la situación de seguridad sigue siendo peliaguda en zonas rurales y remotas, lo que aumenta el riesgo de robo del vehículo y el precio del seguro. Antes de dirigirse a cualquier región apartada, véanse las advertencias del Gobierno en sus páginas web.
  • Además, en las ciudades el tráfico es denso y caótico. Las reacciones de los conductores son bruscas e impredecibles, y se tarda un tiempo en acostumbrarse al estilo de conducción colombiano. Todo ello es asimismo aplicable a viajar en motocicleta.
  • En Colombia se conduce por la derecha y es obligatorio el uso del cinturón, so pena de multa. El límite de velocidad son 60 km/h en las ciudades y 80 km/h en carretera. El número de la policía de tráfico en todo el país es 767.
  • Si se decide conducir, habrá que llevar el carné. El permiso de conducir del propio país suele darse por válido a menos que esté escrito en caracteres no latinos, en cuyo caso se necesita además un permiso de conducir internacional.

Alquiler de automóviles

Varias agencias internacionales –p. ej., Avis (1-8000-12-2847; www.avis.com.co) y Hertz (www.hertz.com)– operan en Colombia. Lo normal es pagar desde 170 000 COP por día, que incluyen la exención de responsabilidad por daños y la gasolina. Siempre se pueden encontrar mejores ofertas reservando por internet. Compruébense atentamente las cláusulas sobre seguros y responsabilidad civil antes de firmar un contrato. Cuidado con cualquier cláusula que obligue a pagar una cantidad importante en caso de robo del vehículo. Si se alquila un coche con las lunas tintadas, se necesitará un documento especial de la agencia que la policía pedirá en los controles. Las agencias no suelen informar debidamente, así que hay que preguntar.

Autostop

  • En Colombia el autostop es infrecuente y complicado. Dada la compleja situación interna, los conductores no quieren correr riesgos y sencillamente no se detienen por la carretera.
  • El autostop nunca es del todo seguro, y por eso esta guía no lo recomienda. Los viajeros que hacen autostop deben saber que están corriendo un riesgo aparentemente pequeño pero que puede convertirse en grave.

Transporte local en Colombia

Autobús

Casi todos los centros urbanos de más de 100 000 habitantes, y también muchas localidades pequeñas, tienen servicio de autobuses. La calidad, la velocidad y la puntualidad de los autobuses locales varían de un lugar a otro, pero en general suelen ser lentos e ir muy llenos. Los autobuses urbanos tienen un precio fijo que no depende de la distancia. Se entra por delante y se paga al conductor o al ayudante. Nunca se proporcionan billetes.

En algunas ciudades y en algunas calles hay paradas (paraderos) de autobús, mientras que en otras paran cuando se les hace un gesto. Para pedir parada, solo hay que decírselo (o gritárselo) al conductor.

Existen muchos tipos de autobuses urbanos, desde viejas tartanas a vehículos modernos con aire acondicionado. Son frecuentes las busetas, sobre todo en ciudades como Bogotá y Cartagena. Un billete de autobús suele costar entre 800 y 2200 COP, según la ciudad y el tipo de vehículo.

Un trayecto en autobús o buseta, especialmente en grandes ciudades como Bogotá o Barranquilla, no es un paseo tranquilo y silencioso, sino más bien una aventura trepidante con un toque de folclore local. Permite saturarse de música tropical a todo volumen, aprender cómo se entienden en Colombia las normas de tráfico y observar al conductor abriéndose paso desesperadamente por entre una marea de vehículos.

Colectivo

En Colombia, un colectivo puede ser un autobús mediano, un taxi compartido o un todoterreno atestado, o cualquier cosa parecida. Es el medio de transporte más usado para trayectos interurbanos cortos, de menos de 4 h. Como son más pequeños que los autobuses, son más rápidos, y cuestan aprox. un 30% más. Suelen salir en cuanto se llenan.

En algunas ciudades salen de la terminal de autobuses, pero en las localidades más pequeñas suelen encontrarse en la plaza principal. La frecuencia del servicio varía mucho de un lugar a otro. En algunos lugares puede haber un colectivo cada 5 min, pero en otros puede que haya que esperar 1 h o más hasta que se alcance el número necesario de pasajeros. Si se tiene prisa, se puede pagar por todas las plazas y el conductor se pondrá en marcha inmediatamente.

Otros medios de transporte público

El transporte público se está modernizando en todo el país. Bogotá tiene el TransMilenio, y Cali y Bucaramanga cuentan con proyectos similares, llamados Mio y Metrolínea, respectivamente. Medellín tiene su famoso Metro, la única línea de tren suburbano del país. Pereira ofrece el sistema MegaBús.

Mototaxi
  • Muchas poblaciones pequeñas y algunas ciudades, sobre todo en el norte, tienen motocicletas taxi, un transporte rápido para quien vaya solo. No obstante, no son el medio más seguro, y en algunos lugares son incluso ilegales, como en Cartagena (aunque no parece que nadie las detenga).
  • La norma del casco obligatorio se hace cumplir en todas las zonas urbanas; el conductor tendrá uno de más para el cliente, aunque quizá tenga la correa rota u otros defectos y no proteja en caso de accidente grave. Ojalá no esté demasiado sudado por el anterior cliente.
Taxi

Los taxis son baratos, prácticos y en las ciudades suelen encontrarse por todas partes. Llevan taxímetro en casi todas las ciudades grandes y medianas, pero en partes de la costa caribeña y en localidades pequeñas los precios se fijan según destino. Aunque en teoría debería haber una tarjeta con esas tarifas colgada del asiento del acompañante, a menudo no la hay, en cuyo caso debe acordarse un precio antes de subir.

Cuando las tarifas no estén a la vista, o se regatea o se paga de más, y muchos taxistas (sobre todo en Cartagena) intentarán aprovecharse al máximo de la ingenuidad del viajero. Dicho esto, un inusitado porcentaje de ellos son gente honrada.

Aunque es raro, a veces hay individuos que engañan haciéndose pasar por taxistas en falsos taxis. No es recomendable subirse a taxis en los que ya hay alguien además del conductor. A veces los taxistas llevan a un amigo por razones de seguridad o para que les haga compañía, pero eso puede resultar peligroso para el viajero, pues puede tratarse de una habitual táctica para robar. Si se nota algo extraño, no hay que subir; párese otro taxi. Mejor aún, se pide uno por teléfono que costará solo unos cientos de pesos más.

Las aplicaciones como Tappsi (www.easytaxi.com.co/bodapp) y Easy Taxi (www.easytaxi.com) han mejorado espectacularmente la seguridad en los taxis y son muy recomendables para todos los que tengan un smartphone; funcionan en casi todas las ciudades principales.

Las tarifas siempre se aplican por el taxi, no por el número de pasajeros. Muchos taxis tienen las puertas algo endebles, así que hay que tener cuidado para no dar portazos al subir o bajar.

También se puede alquilar un taxi para distancias más largas. Es práctico si se quiere visitar lugares próximos a ciudades importantes adonde no llegan los medios de transporte urbanos pero que están demasiado cerca como para usar un autobús de largo recorrido. En las principales ciudades también se puede alquilar un taxi por horas, un buen método para crearse un recorrido a medida.

Mototaxi de tres ruedas

Los tuk-tuks chinos están adquiriendo cada vez más popularidad en pequeñas localidades turísticas. En estos mototaxis caben tres personas; tienen capota y una lona que puede bajarse por los lados cuando llueve. Se ven en Barichara, Darién, Mompós, Santa Fe de Antioquia, el desierto de la Tatacoa y algunas localidades pequeñas de la costa del Pacífico.

Tren

La red ferroviaria de Colombia cubre casi todo el país pero apenas se utiliza (o la ha invadido la vegetación o ha sido desmantelada y vendida). El único tren que probablemente se tomará es el Turistren (1-316-1300; www.turistren.com.co; Parque la Esperanza; ida y vuelta adultos/niños 55 000/48 000 COP), que funciona los fines de semana desde Bogotá hasta Zipaquirá.

Quienes visiten San Cipriano, en un desvío de la carretera de Cali a Buenaventura, podrán gozar de la nueva sensación de viajar en una vagoneta de tren propulsada por una motocicleta.

 

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