Deportes y actividades en Moscú

Baño tradicional ruso: ‘banya’

Menos caliente pero más húmeda que una sauna, la banya, el baño tradicional ruso, ayuda a eliminar todas las impurezas del cuerpo y la mente.

El viajero solo tiene que entrar en la sala de vapor (parilka) completamente desnudo (los bani normalmente están separados por sexos). El usuario puede controlar –o al menos aumentar– la temperatura echando agua sobre las piedras calientes. También se puede añadir unas gotas de esencia de eucalipto para aromatizar el vapor. Luego, solo hay que sentarse y esperar que suba la temperatura. Para eliminar las toxinas y mejorar la circulación, los usuarios se golpean unos a otros con un puñado de ramitas de abedul llamadas veniki.

Cuando no se soporte más el calor, hay que salir. Los bani públicos suelen dar acceso a una pequeña piscina que normalmente está llena de agua helada. El contraste de temperaturas vigoriza, confiere energía y purifica.

Una banya no está completa sin una mesa cubierta de tentempiés o, como mínimo, con un termo de té. Y, cuando uno creía que ya se había recuperado, debe repetir el proceso. Como dicen en Rusia, s lyokum parom (“¡que te siente bien el baño de vapor!”).

Qué hacer y qué no en la banya:

  • Hay que sacar provecho de la piscina o las duchas de agua fría. Es importante para bajar la temperatura corporal después de estar en la banya.
  • No hay que molestarse en llevar bañador. La mayor parte de los bani públicos están separados por géneros, en cuyo caso los asistentes van desnudos. En los baños mixtos es habitual envolverse con una sábana que proporcionan en la propia banya.
  • Hay que hidratarse entre baño y baño de vapor. Aunque es habitual beber té, o incluso cerveza, es importante tomar también agua o zumos.
  • ¡No hay que darse un solo baño! La mayoría de los usuarios regresan a la parilka entre tres y ocho veces en el transcurso de una o dos horas.

 

 

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