Praga es un museo de arquitectura al aire libre; casi todo el centro es Patrimonio de la Humanidad. Su legado arquitectónico se ha construido a lo largo de los siglos, sobre cimientos románicos y góticos que se levantaron hace casi mil años. Los estilos posteriores (renacentista, barroco, neoclásico, art nouveau y moderno) se añadieron en función de las modas.
Rotonda de San Martín Iglesia diminuta y circular en Vyšehrad, el edificio más antiguo de Praga y un ejemplo románico perfecto.
Catedral de San Vito Gótica hasta las puntas de sus célebres agujas.
Puente Carlos Emblema gótico y el puente más famoso.
Iglesia de San Nicolás En Malá Strana, la decana de todas las iglesias barrocas de Praga.
Loreto El lugar de peregrinación tomó como modelo el original italiano.
Casa Municipal Art nouveau resplandeciente en su máxima expresión.
Grand Hotel Evropa Esplendor de otra época en este ornamentado hotel y café art nouveau.
Edificio Danzante Su construcción se asemeja a una pareja de bailarines.
Veletržní Palác No es un palacio al uso sino una colosal estructura funcionalista de la década de 1920.
A lo largo de los siglos, las guerras y las ocupaciones saquearon el fondo de artes plásticas de la ciudad, y los museos praguenses, si bien atesoran algunas obras maestras, carecen de colecciones como las de Viena o París. Dicho esto, el fuerte de la Galería Nacional es el arte medieval, el barroco y las escuelas surrealista y constructivista de principios del s. xx, cuando los artistas checos alcanzaron su máximo esplendor.
Alfons Mucha (1860-1939) es probablemente el pintor checo más reputado pero, como logró la fama en París, y no en Praga, se le reconoce más en el extranjero que en casa. Mucha se hizo célebre por sus carteles de la actriz francesa Sarah Bernhardt pero fue un artista prolífico cuya obra queda patente en la catedral de San Vito y la Casa Municipal.
Veletržní Palác Asombrosa colección de arte de los ss. xx y xxi de la Galería Nacional.
Palacio Šternberg La colección de arte europeo de la Galería Nacional incluye obras de Goya y Rembrandt.
Museo Mucha Delicados carteles, pinturas y paneles decorativos art nouveau de Alfons Mucha.
Convento de Santa Inés La colección de arte medieval y renacentista temprano es un tesoro de relucientes retablos góticos.
‘Miminka’ (Mami) Los diez escalofriantes bebés de David Černý gateando por el exterior de la Torre de la Televisión de Žižkov.
‘Proudy’ La escultura de David Černý presenta a dos chicos orinando en un charco con forma de la República Checa.
Monumento a Franz Kafka Singular escultura con un pequeño Kafka a hombros de su propio cuerpo sin cabeza.
Farola cubista Única en el mundo.
En Praga hay infinidad de museos, grandes y pequeños, y constituyen una opción fantástica si llueve. La mayoría atienden a intereses específicos pero, por desgracia, muchos han quedado anticuados: vitrinas de cristal con objetos estáticos. El recién remodelado Museo Nacional de la Técnica, interactivo y muy divertido, es una excepción que encantará a los críos.
Museo Judío de Praga Repasa la vida y tradiciones judías a través de los siglos con exposiciones en seis sinagogas. Destaca el Antiguo Cementerio Judío, con sus miles de deterioradas lápidas.
Museo Karel Zeman Fascinante museo dedicado a un cineasta checo pionero del arte de los efectos especiales en la pantalla.
Museo Nacional de la Técnica El patrimonio industrial de la República Checa se exhibe sonoramente, con muestras interactivas y locomotoras gigantes.
Museo Franz Kafka Documentos y fotos originales del escritor que hacen las delicias de los incondicionales.
Museo de Miniaturas Peculiarísima colección de miniaturas artísticas, incluido un Padrenuestro inscrito en un cabello humano.
Museo de Artes Decorativas Un regalo para la vista, con muebles, tapices, porcelana y cristal de los ss. xvi-xix.