Es difícil imaginar un lugar más adecuado para los niños que el Algarve, que tiene una merecida fama como destino familiar.
Aparte del buen tiempo y las decenas de playas aptas para los más pequeños, ofrece muchísimas actividades familiares, desde zoos y parques acuáticos a travesías en barco y paseos a caballo.
Una de las grandes ventajas del Algarve como destino familiar es lo cerca que están las atracciones, con lo que los niños no se agotan en el coche.
Los pequeños son bienvenidos en todas partes, y muchos restaurantes tienen un menú infantil.
Aunque la región tiene una enorme oferta de atracciones familiares, sale a cuenta programar un poco.
Hay muchos parques acuáticos, pero los menores de 5 años no pueden subir a muchas atracciones, así que, si se tienen niños de varias edades, puede ser conveniente escoger un parque con atracciones alternativas. Las colas pueden ser largas en julio y agosto, pero entre semana quizá no tanto.
La comida y la bebida salen caras y, aunque teóricamente no está permitido llevar nada, los registros no son habituales.
Es fácil encontrar alojamiento: hay muchos apartamentos con cocina y camas de muchos tipos.
La mayoría de los hoteles y B&B ofrece cunas o camas supletorias por un pequeño extra. No obstante, cada vez hay más hoteles-boutique y resorts que no aceptan niños pequeños.