Empezar con un café y con la vida cotidiana florentina en el Mercato Centrale de San Lorenzo y dirigirse luego al sur para visitar la Basilica di San Lorenzo, la Biblioteca Medicea Laurenziana y el deslumbrante Museo delle Cappelle Medicee, imprescindible para los amantes de Miguel Ángel. Almorzar en algún restaurante del mercado: en Da Nerb one, Trattoria Mario o la zona de alimentación del Mercato Centrale, en la 1ª planta.
Pasar la tarde explorando las galerías y el jardín del monumental Palazzo Pitti, donde vivieron las poderosas familias Médicis, Lorena y Saboya. Entrar en el cercano Giardino Bardini –un camino lo une con el Giardino di Boboli del Pitti– y terminar con una copa al caer la tarde frente al palacio, en la Enoteca Pitti Gola e Cantina.
Cena memorable en La Leggenda dei Frati o San Niccolò 39. Después, codearse con los hipsters florentinos tomando un cóctel y contemplando el río en Flò.