El banquero Luca Pitti encargó a Brunelleschi este palacio en 1457, pero, una vez terminado, la merma de la fortuna familiar obligó a venderlo a sus rivales, los Médicis; Luego pasó a ser morada de los duques de Lorena y, cuando Florencia se convirtió en capital del naciente reino de Italia, de los Saboya, que lo donaron al Estado en 1919.
Palazzo Pitti

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