Siena

La Unesco incluyó su centro storico en la lista del Patrimonio Mundial por considerarlo la encarnación viva de una ciudad medieval. Fácil de ver en un día, su maravillosa arquitectura y arte gótico contrastan con el esplendor renacentista de Florencia, por lo que resulta un destino cautivador para una escapada.

Lo mejor en un día

Al llegar se va directamente a Piazza del Campo para unirse a los sieneses que toman sus expresos en el Bar Il Palio de la plaza más famosa de Siena. El resto de la mañana se pasa admirando arte profano del s. xiv en el magnífico Museo Civico. Se sube a la torre del Mangia para contemplar un panorama fantástico de la ciudad.

Se compra un pícnic de prosciutto en La Prosciutteria, se almuerza en la típica Osteria Il Vinaio o se degustan exquisitos productos regionales en la La Taverna di San Giuseppe. Después se visita la catedral, el baptisterio y otros monumentos de la Opera della Metropolitana di Siena. Se entra en el Museale Santa Maria della Scala para ver el famoso Salón de Peregrinos y se remata la tarde con un helado en La Vecchia Latteria.

Antes de regresar a Florencia, se admiran las obras maestras góticas de la Pinacoteca Nazionale o se visita el Orto de’ Pecci o el Orto Botanico. Se celebra el día con un vino toscano en la Enoteca Italiana de la fortaleza de los Médicis.