Los precios de los vuelos nacionales se han vuelto muy competitivos y a veces sale más barato el avión que el ferri, sobre todo si se reserva con tiempo.
Grecia cuenta con una extensa red de ferris, única manera de llegar a muchas islas. Los horarios suelen estar sujetos a cambios por el mal tiempo y los precios fluctúan constantemente. En verano, los ferris son regulares entre casi todos los destinos salvo los más apartados.
Los autobuses son cómodos, por lo general puntuales, de precios módicos y con servicios frecuentes en las rutas principales.
Conducir un vehículo propio es una manera ideal de explorar zonas pocos visitadas, pero recuérdese que Grecia registra la tasa de muertes en carretera más alta de Europa. Los precios de los peajes en las autopistas son bastante caros.