Es el puerto marítimo de Edimburgo desde el s. XIV, aunque tras la II Guerra Mundial entró en decadencia. Hoy sus antiguas naves se están transformando en pisos de lujo y se ha creado un elegante conjunto de bares y restaurantes de moda en el paseo marítimo, que lleva a Ocean Terminal, su nuevo complejo comercial y de ocio, y al antiguo yate real Britannia.
Es mejor visitar el Britannia a primera hora, nada más abrir a las 9.30; para evitar la cola, se puede comprar la entrada en línea hasta las 16.00 del día anterior. Tras pasar la mañana en el barco, se camina hasta el Shore y se saborea una comida a base de pescado y marisco en el Fishers Bistro o el Shore. Por la tarde se descubre la historia del golf en Leith Links, se compra tartán en el Kinloch Anderson y se ven las exposiciones del Edinburgh Sculpture Workshop. Por la noche, hay que elegir entre los restaurantes con estrella Michelin: Martin Wishart o Kitchin.