El canal de Nyhavn fue un lugar frecuentado por marineros y escritores, incluido Hans Christian Andersen. Actualmente atrae a los turistas con sus coloridas casas con hastiales, sus mástiles de barco y su espumosa cerveza. Por detrás del ajetreado canal está el barrio de Frederiksstaden, que alberga el palacio real y la Marmorkirken (iglesia de Mármol), y, más al norte, La sirenita.
Después de desayunar en el Union Kitchen, se va hacia el este por Nyhavn hasta el puerto. Girando a la izquierda se encuentra el magnífico edificio contemporáneo de la Skuespilhuset, el teatro de Copenhague. Si se continúa hacia el norte en paralelo al agua se llega al Amalienborg Slot, el palacio real. Se puede entrar en el museo o seguir hasta la Marmorkirken, una iglesia de estilo rococó. El Designmuseum Danmark queda a dos pasos por Bredgade.
Tras almorzar en el museo, se va al norte hasta el Kastellet, con panorámicas murallas y una serie de extravagantes edificios históricos. ‘La sirenita’ queda justo al este del Kastellet, en el puerto, y muy cerca se halla también la versión moderna del artista Bjørn Nørgaard.
Relajarse con interesantes vinos en el Den Vandrette o el Nebbiolo y reservar mesa en el Rebel. De lo contrario, se puede disfrutar de una cena informal en el Gorm’s o el District Tonkin. Una alternativa más romántica es reservar entradas para el ballet o la ópera en Det Kongelige Teater.