La famosa avenida comercial Kurfürstendamm, reluciente corazón del Berlín Occidental durante la Guerra Fría, aún es uno de los grandes atractivos de la ciudad. Su extremo oeste, alrededor del zoo, ha sufrido una importante revitalización, mientras que el cercano Schloss Charlottenburg es una delicia para visitar. Las arboladas calles laterales, llenas de casas palaciegas, todavía transmiten el encanto burgués de la zona.
Si se desea ir de compras, por la mañana se da una vuelta por el fabuloso palacio prusiano Schloss Charlottenburg y luego se visitan las boutiques de Kurfürstendamm, con una pausa para reflexionar sobre la inutilidad de la guerra en la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche. No hay que perderse el elegante centro comercial conceptual Bikini Berlin ni los fabulosos grandes almacenes KaDeWe. Por la tarde, se toma un café con tarta en el Kuchenladen antes de descubrir nuevas ideas de decoración en Stilwerk. Se cena en el Restaurant am Steinplatz o se asiste a un espectáculo de cabaré y se toma un bocado en la carpa del Bar Jeder Vernunft.