Multitud de aventuras en Serra da Estrela
A pesar de su increíble naturaleza –bosques espesos, lagos ocultos y un pico altísimo–, la cordillera de la Serra da Estrela, en Portugal, suele pasar desapercibida. Es bellísima y ofrece grandes oportunidades para explorar la naturaleza; pero si se observa de cerca se descubren tesoros curiosos, incluido el queso propio de la región, razas de perros y centros de diseño.
En el centro de Portugal, el Parque Natural da Serra da Estrela es de fácil acceso. Se puede llegar a una de las principales localidades de la región, Manteigas, por varias rutas; la más panorámica es la que sale de Covilhã, donde la carretera se empina entre bosques de pino antes de alcanzar una meseta llena de rocas.
Picos escarpados y un lago glacial en el Parque Natural da Serra da Estrela, Portugal © ARoxo / Getty Images
1. Hacerse una ‘selfie’ en el pico más alto de Portugal
Visitar la Torre, el pico más alto del Portugal continental (1993 m), es un rito de paso para muchos viajeros portugueses. Los aficionados al esquí invaden la zona en invierno, mientras que en otras épocas del año los visitantes suben a hacerse selfies a una de las estaciones de radar: enormes ‘pelotas de golf’ de un estilo tan retro que podrían transportar a uno a los años cincuenta.
Estación radar en la Torre, el punto más alto de Portugal continental, Serra da Estrela © Arako Space / Shutterstock
2. Serpentear por el valle del Zêzere
La belleza auténtica yace a un par de kilómetros de aquí, en un viaje por el valle del Zêzere. Es una de las grandes rutas por carretera de Portugal, perfecta en primavera y verano, cuando no hay hielo en las carreteras. Al este de la Torre, la carretera serpentea varios kilómetros antes de enderezarse hacia el norte por el valle, a través de la pequeña y bonita Manteigas.
Este destacado valle glacial en forma de U se formó hace más de 20 000 años. Su paisaje comprende afloramientos de granito y bancales ondulantes que atraviesan la colina. Por el fondo del valle fluye el río Zêzere (la Serra da Estrela es la cuna de otros dos ríos, el Mondego y el Alva), con pequeñas cabañas de pastores que salpican su orilla.
Es una zona rica en flora y fauna, con más de 150 especies de aves, y ciervos, lagartijas, nutrias y lobos.
Río Zêzere, Serra da Estrela, Portugal © Paulo Amaral / Shutterstock
3. La red de rutas Trilhos Verdes
No hay mejor manera de disfrutar de los lagos, picos y valles de la región que esta excelente red de 200 km. Las rutas, con nombres tan evocadores como ‘Poço do Inferno’ (una bonita cascada), se recorren en entre una y ocho horas. Muchas de ellas atraviesan alcornocales; otras incorporan iconos culturales como iglesias o pozos históricos. Por el camino es posible darse un chapuzón en varias lagunas y cascadas naturales.
Una de las mejores rutas, la ruta de las Hayas, pasa bajo un dosel de hayas enormes y lleva a la diminuta capilla de san Lorenzo; después se desciende entre bosques sicomoros y abetos de Douglas.
Quienes prefieran pedalear, pueden recorrer las rutas en bicicleta de montaña; o, para trabajar el tren superior, alquilar un kayak y remar desde el quiosco en la Represa de Vale Rossim, el lago que hay después del pueblo de Penhas Douradas.
El bello paisaje de Poço do Inferno se puede explorar con la red de rutas Trilhos Verdes, Serra da Estrela, Portugal © homydesign / Shutterstock
4. Encandilarse con el perro de la Serra da Estrela
El cão de Serra da Estrela, el perro pastor local, está considerado una de las razas más antiguas de la Península Ibérica. Hoy en día, los pastores continúan confiándole la custodia de sus rebaños (los collares con pinchos de los canes disuaden a los lobos de atacarles). Con un poco de suerte, es fácil ver a algún pastor con su perro y su rebaño mientras se recorren las rutas. Las ovejas de la zona producen la leche que se usa en la elaboración del queso de la región, el Queijo Serra da Estrela, un queso artesanal rico y untoso que lleva cardo en lugar de cuajo.
Interior de la Burel Factory, Serra da Estrela, Portugal © www.burelfactory.com
5. Burel Factory: lo retro y lo contemporáneo
Si se visita Manteigas, es buena idea ir la Burel Factory. Al fin y al cabo, la lana ha sido, durante siglos, una parte de la cultura artesanal e industrial portuguesa; a lo largo de los ss. XVIII y XIX hubo grandes fabricantes afincados en esta localidad. En los últimos años, una pareja de creativos rehabilitó una de las fábricas empleando técnicas y máquinas originales para confeccionar burel, un tejido de lana. Este material parecido al fieltro y de llamativos colores como verde lima, malva o naranja, se usa para confeccionar artículos del hogar. Otros productos, como las mantas de pura lana virgen, usan los patrones originales de la fábrica, de mediados de s. XX. Si uno se pierde el circuito, hay tiendas en Lisboa y Oporto.
La soleada y montañosa Manteigas, Serra da Estrela, Portugal © Wu Swee Ong / Getty Images
6. Cenar y dormir en parajes estelares
La espectacular Casa das Penhas Douradas es la otra estrella del parque. Esta pequeña pensión de lujo, en Penhas Douradas, al norte de Manteigas, evoca su entorno natural con su sencillez y con los materiales de su construcción, respetuosos con el medioambiente, como el corcho. Si al viajero la decoración le resulta familiar, está en lo cierto: la pensión y la Burel Factory tienen los mismos propietarios. La pensión tiene una piscina interior-exterior y, tras un día de excursión, es buena idea relajarse con un masaje o un tratamiento de spa. Incluso si uno no se aloja aquí, puede visitarla para disfrutar de una cena gourmet o encargar un almuerzo de pícnic, para comer por el camino o en la orilla del lago vecino.
¿Quedamos para comer en Lisboa?
Monsanto, donde las casas se alzan entre enormes rocas de granito, Serra da Estrela, Portugal © dvoevnore / 500px
7. Aldeas históricas en Serra da Estrela
Dentro del parque Serra da Estrela y en los alrededores hay 12 pueblos fascinantes, todos ellos declarados aldeias historicas. Entre todas ellas destaca Monsanto, con pequeñas casitas junto a formaciones de granito, como si un gigante hubiera montado un pueblecito de juguete entre su colección de canicas.
Una de las rutas más bellas de Portugal une Manteigas y Piódão, otra de las aldeas. Aunque solo tiene 70 km, hay que reservar más de dos horas para recorrer su sinuoso trazado y absorber el paisaje de pinares, arroyos y empinados bancales agrícolas. Piódão alberga casitas encantadoras construidas de esquisto y la iglesia Nossa Senhora da Conceição, blanca y azul, como un faro entre las rocas grises; es fácil ver por qué muchos comparan esta aldea con un pesebre navideño.
Casas de piedra en la aldea medieval de Piódão, Serra da Estrela, Portugal © leoks / Shutterstock
8. Para saber más sobre el parque Serra da Estrela
Para conocer mejor el parque se puede visitar el Centro de Interpretação da Serra da Estrela; que tiene dos ubicaciones, una en Seia y otra en Manteigas. Hay maquetas informativas que muestran la geología, los numerosos hábitats naturales y flora de la Serra, y un documental que muestra el valle a vista de pájaro.
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