Sur de Estados Unidos a través de Martin Luther King
Cincuenta años tras el asesinato de Martin Luther King, es más importante que nunca recordar los lugares de las pérdidas y victorias del movimiento que dirigió, esos puntos del largo, difícil y aún incompleto camino hacia la igualdad.
Memorial Martin Luther King Jr, Washington DC, EE UU © Orhan Cam / Shutterstock
Ninguna lucha puso a prueba los elevados ideales de Estados Unidos ni tentó tanto sus peores demonios como el movimiento por los derechos civiles. Este conflicto no es una historia lineal sino una serie de episodios, el último de los cuales se continúa librando el día de hoy. Pero en las batallas de los años 50 y 60 se obtuvieron algunas victorias importantes y se crearon imágenes que permanecen profundamente grabadas en la conciencia nacional.
Desde lo hermoso (manifestantes agarrados de la mano en Selma, Alabama) hasta lo terrorífico (los mismos manifestantes acosados por perros policía), muchos de aquellos eventos están escritos en el territorio y el alma sureña. Hoy es más importante que nunca recordar los escenarios de la lucha del sur de EE UU, es decir, las coordenadas de un camino largo, difícil y todavía incompleto hacia la igualdad ante la ley.
El Lorraine Motel de Memphis, donde fue asesinado Martin Luther King en 1968, hoy forma parte del National Civil Rights Museum, sur de EEUU © Robin Zebrowski / Flickr
Seguir la ruta de los derechos civiles en Alabama
El territorio entre Birmingham, Montgomery y Selma, en Alabama, forma un triángulo que quizá sea el polígono más importante de la geografía del movimiento de los derechos civiles de los años 60. Como tal, pocos enclaves están mejor situados para tratar la historia de los Derechos Civiles que el Birmingham Civil Rights Institute, frente a la 16th Street Baptist Church, donde cuatro chicas de color murieron al estallar una bomba durante una clase dominical en 1963. La colección del museo de los Derechos Civiles es amplia y profunda, y su cuidado diseño mantiene a los visitantes interesados durante toda la visita.
La 16th St Baptist Church, en Birmingham, es una parada importante de la Civil Rights Trail de la ciudad, sur de EE UU © Chelsey Kent / Shutterstock
La conmovedora ruta urbana Civil Rights Memorial Trail, en Birmingham, recorre siete manzanas con enclaves históricos y esculturas imponentes dedicadas a momentos importantes de la campaña de los años 50 y 60. Destacan, aquí y en el Birmingham Civil Rights Institute, las reacciones y justificaciones intelectuales de quienes estaban en contra de los derechos civiles, tristemente familiares a día de hoy. Pocos de ellos salían a la calle con sus prejuicios a la vista; más bien –como se muestra en esta ruta y en los distintos museos– llevaban pancartas por ‘el derecho de los estados’ (a segregar), ‘la ley y el orden’, y el ‘derecho a proteger el patrimonio sureño’.
'The four spirits', memorial en Kelly Ingram Park, Birmingham, sur de EE UU © chrisjtse / Flickr
En Montgomery hay una pequeña casa que fue la vivienda y el estudio de un joven pastor llamado Dr. Martin Luther King Jr., el cual vivió allí durante el período de organización de los boicots en los autobuses de la ciudad. En Dexter Avenue Parsonage hay réplicas y ejemplos reales de los libros de la biblioteca de la familia King (incluidas obras sobre resistencia no violenta), viejos discos de vinilo, ceniceros, y muebles y utensilios de mitad de siglo. Los guías destacan el lugar del porche delantero por donde los supremacistas blancos intentaron lanzar una bomba a la familia King. La Dexter Avenue King Memorial Church es muy interesante para los visitantes curiosos.
Un círculo de granito negro liso cubierto por agua recuerda a los 40 mártires del movimiento en el Civil Rights Memorial Center. Obra de Maya Lin (autora del Vietnam Memorial), el monumento señala la entrada a un pequeño museo dedicado a quienes perdieron la vida luchando por los derechos civiles y por la justicia y la igualdad en todo el mundo.
King Memorial Baptist church, en Dexter Ave, Montgomery, sur de EE UU © PhotoStock-Israel / Getty Images
En el Rosa Parks Museum de Montgomery los visitantes descubren que Rosa Parks fue una activista bien preparada y que cuando rechazó retirarse al fondo del autobús un profético día de 1955, puso en marcha los boicots de los autobuses, una campaña de desobediencia civil muy bien orquestada. Se aprecia un atisbo del odio del que fue objeto: en aquella época, la sociedad blanca sureña se indignó con Parks por ser una agitadora antipatriota sujeta a malas influencias exteriores. Su raza y su género exacerbaron aquel odio, pero su firmeza le permitió desechar toda crítica.
El puente Edmund Pettus fue escenario de un sangriento choque entre manifestantes y policía en 1965, Selma, sur de EE UU © Kirkikis / Getty Images
Unas 50 millas al oeste, en Selma, el Edmund Pettus Bridge marca el punto donde una coalición de manifestantes pacíficos iniciaba una marcha hacia Montgomery, pero fueron atacados por un grupo de fanáticos con banderas confederadas y policías con perros de ataque. Al final, los manifestantes completaron su larga ruta hasta Montgomery. Junto al puente está el National Voting Rights Museum que, para muchos turistas, es la culminación de la Alabama Civil Rights Trail, dedicado al activismo de Rosa Parks y la generación MLK (Martin Luther King).
Recordando a Emmett Till en Misisipí
En 1955, un joven de 14 años, Emmett Till, fue asesinado tras ser acusado de flirtear con una mujer blanca (después la mujer se retractó de su acusación). Sus asesinos, que presumían de haberle matado, fueron absueltos por un jurado de hombres blancos, pero la tormenta mediática sacó a la luz la violencia extrajudicial contra los afroamericanos. El Emmett Till Interpretative Center, en el juzgado Delta donde se celebró el juicio de Till, está estructurado como una experiencia narrativa interactiva, y deja a muchos visitantes emocionalmente exhaustos, lo cual es una parte de su objetivo. Es uno de los museos más impactantes del país, sobre todo del sur. No hace mucho, en el 2016, el cartel que señala el lugar donde se recuperó el cuerpo de Till del río Misisipí apareció acribillado a balazos.
El Center for Civil and Human Rights de Atlanta, sur de EE UU © klausbalzano / Getty Images
Atlanta: MLK y más
Georgia también fue uno de los frentes de la lucha contra la segregación, y Atlanta es uno de los mejores lugares para explorar su historia. El excelente Center for Civil and Human Rights posee una completísima colección de objetos y exposiciones de la fase de los años 50 y 60 del movimiento por los derechos civiles. Hay vídeos de momentos emblemáticos, como las manifestaciones callejeras o las marchas por la justicia, y recreaciones de espacios segregados, dando a la institución una inmediatez y un poder innegables.
El Martin Luther King Jr National Historic Site, compuesto por varios espacios, alberga la casa natal de King, que solo acepta un número limitado de visitas al día, y un centro de visitantes con una visión profunda de su vida, junto con una cronología de los eventos del movimiento de principios y mediados del s. XX. Si se visita en domingo, se puede asistir a misa en la nueva Ebenezer Baptist Church, a un corto paseo del centro de visitantes. La congregación, antaño liderada por King, acepta visitas, pero hay que procurar ir bien vestido.
La Central High School de Little Rock fue escenario de feroces luchas por la desegregación en 1957, sur de EE UU © mnapoli / Shutterstock
Los Nueve de Little Rock
El Little Rock Central High School, todavía en activo, es, por su historia, un área protegida de los National Parks. En 1957, nueve estudiantes afroamericanos desagregaron este instituto público. Enfrentándose a amenazas, burlas y abucheos, los Nueve de Little Rock pusieron en marcha la desegregación oficial. Su historia (como la mayoría de historias de la época) no tiene un final cerrado. Las ubicaciones problemáticas de las escuelas y la creación de las ‘academias de segregación’ –escuelas privadas fundadas por padres blancos para evitar los centros educativos públicos no segregados– hacen que muchos sistemas escolares del sur sigan hoy igual de segregados que en los años 50. Un museo cercano repasa la historia de la desegregación del sistema escolar del sur y de Little Rock.
La pérdida de un líder
Uno de los puntos más destacados del National Civil Rights Museum at the Lorraine Motel, en Memphis, está frente al museo. Este hotel bajo y de color turquesa, propio de otra época, es el Lorraine Motel, donde Martin Luther King fue asesinado por James Earl Ray en 1968. Dos de sus habitaciones se conservan tal y como estaban aquel día para recordarlo. El museo incluye exposiciones sobre la larga historia de la discriminación racial en Estados Unidos, de la esclavitud a la segregación y al movimiento Black Power.
El barrio de Treme es el barrio afroamericano más antiguo de EE UU, Nueva Orleans, sur de EE UU © lightphoto / Getty Images
Un histórico barrio afroamericano
Treme, en Nueva Orleans, el barrio afroamericano más antiguo de EE UU, es un sitio precioso para pasear; el clásico cuadro arquitectónico de casas shotgun de colores bajo el sol tropical. Pero no hay que olvidar su historia: antaño en este barrio vivía la gente de color que era libre y, después, los esclavos liberados. Cuando obreros libres construyeron la catedral de St Augustine, se aseguraron de comprar bancos de iglesia para sus compañeros esclavizados. A día de hoy, una cruz de cadenas –símbolo de la fe contra la esclavitud– se alza junto a la catedral.
La verdad sobre la vida en las plantaciones
En el sur se conservan varias plantaciones, pero la Whitney Plantation es la única que narra la historia completa de los esclavos que trabajaron en ellas. A través de un desgarrador circuito guiado, los visitantes recorren las exposiciones que muestran toda la crueldad y el horror de la esclavitud sureña. Es una experiencia impactante y un recordatorio necesario de que el a menudo romantizado estilo de vida sureño que defendían los confederados (y después los apologetas) estaba inextricablemente unido a la esclavitud.
Haciendo una parada en Atlanta, la capital del sur:
Más allá del aeropuerto: Atlanta, una ciudad infravalorada