El arte que inspiran los paisajes de Argentina
Francis Ford Coppola halló inspiración creativa en la energía de Buenos Aires y Antoine de Saint-Exupéry admiró las montañas argentinas desde el cielo. Desde los Andes nevados hasta los parajes más remotos de Tierra del Fuego y las indómitas cataratas de Iguazú, los paisajes de Argentina han inspirado a generaciones de artistas, escritores, músicos y cineastas.
Argentina está repleta de paisajes inspiradores © saiko3p / Shutterstock
Antoine de Saint-Exupéry – Patagonia
Antoine de Saint-Exupéry contempló los paisajes argentinos desde un lugar privilegiado: la cabina de su avión. En 1929, tras años de rutas de correo aéreo por Europa y África, el aviador y escritor francés fue transferido a América del Sur. Como director de la Aeroposta Argentina, inauguró nuevas rutas desde Buenos Aires hasta dos ciudades costeras de la Patagonia, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.
Sus experiencias sobrevolando el país inspiraron su segunda novela, Vuelo nocturno, ambientada en Argentina y publicada en 1931. Se cree que una de las montañas que sobrevoló –situada cerca de la Península Valdés, hoy un popular punto de observación de ballenas– inspiró su famoso dibujo de “una boa constrictor digiriendo un elefante” de El Principito.
Saint-Exupéry efectuó un aterrizaje de emergencia cerca del Castillo San Carlos, Concordia, Argentina © Bridget Gleeson / Lonely Planet
Pero la Patagonia no fue la única región argentina que tuvo influencia en la obra maestra de Saint-Exupéry. En 1929, durante un vuelo al norte de Buenos Aires, el piloto tuvo problemas mecánicos y se vio obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia en un campo de la provincia de Entre Ríos, al noroeste. Dos chicas a caballo se le acercaron, ofreciéndole ayuda, y le entendieron cuando él les habló en francés. Saint-Exupéry terminó pasando aquella noche –la primera de muchas– con la familia Fuchs, francófona, que por aquel entonces vivía de forma temporal en Castillo San Carlos, un castillo en ruinas en la orilla del río Uruguay. Es ampliamente conocido que el tiempo que el autor pasó con los Fuchs modeló ciertos detalles de la más grande de sus obras.
Hoy los viajeros pueden seguir sus pasos visitando la vieja mansión, situada en un parque público en las afueras de la ciudad de Concordia.
Las gigantescas cataratas del Iguazú inspiraron la música de Gustavo Santaolalla, Argentina © Det-anan / Shutterstock
Gustavo Santaolalla – Cataratas de Iguazú y Ruta Nacional 40
El músico y compositor Gustavo Santaolalla, ganador de dos premios Óscar, lleva décadas viviendo en Los Angeles, pero a menudo recuerda su Argentina natal en busca de inspiración. Una de sus obras más famosas, Iguazú, lleva el nombre de las cataratas de Iguazú, el mayor sistema de cascadas del mundo, en la frontera de Argentina y Brasil. Muy presente en la película Babel (2006) de Alejandro González Iñárritu, Iguazú es una cautivadora pieza para charango –una pequeña guitarra andina de cinco cuerdas dobles– que evoca la sensación de las aguas bravas.
En la música de Santaolalla aparecen referencias a los paisajes argentinos. Su grabación “De Ushuaia a La Quiaca” (1998) sirvió para dar empaque al final de Diarios de motocicleta (2004), la película de Walter Salles. El título de Santaolalla hace referencia a dos ciudades, la más meridional y la más septentrional –Ushuaia y La Quiaca, respectivamente– y al largo recorrido entre ambas por la famosa Ruta Nacional 40. Fue una gran elección para la banda sonora de una película sobre el joven Che Guevara y su viaje en motocicleta por Sudamérica. Poco después del estreno, Santaolalla ganaría dos Óscars consecutivos a la Mejor Banda Sonora Original, uno por Brokeback Mountain (2005) y otro por Babel (2006).
Grandes viajes: la RN 40 por la Patagonia argentina
La Quebrada de Humahuaca, Purmamarca, Jujuy, Argentina © Marcos Radicella / Getty Images
María Elena Walsh – Jujuy y el noroeste
La gran poeta, dramaturga, músico y compositora argentina María Elena Walsh (1930-2011) es recordada por sus canciones infantiles, pero su polifacética obra está dirigida a todos los públicos. Algunas de sus poesías y canciones celebran los paisajes y las gentes de Argentina, sobre todo los del noroeste: sus primeras colaboraciones con la musicóloga y folclorista Leda Valladares incluyen canciones como “Viva Jujuy” y “Chacarera del Tafí” (en referencia a la capital indígena argentina de Jujuy y a Tafí del Valle, un bello monte en las afueras de la ciudad de Tucumán).
Sus últimas obras contienen mensajes políticos y sociales. Feminista y liberal declarada, Walsh fue una crítica acérrima de la dictadura militar argentina (1976-1993). Su grabación de 1967, “El País del Nomeacuerdo" fue la canción central de La historia oficial, el filme sobre la vida de una familia bajo el régimen militar que ganó el Óscar a la Mejor Película Extranjera en 1985.
Es fácil ver por qué las calles de Buenos Aires han ofrecido tanta inspiración cinematográfica, Argentina © Bridget Gleeson / Lonely Planet
Francis Ford Coppola – Buenos Aires
El célebre director de cine (famoso por su clásico de 1972, El padrino) no oculta su afecto por Argentina. A menudo ha elogiado en público la belleza del país y ha declarado que los vinos argentinos son “el gran secreto del mundo”.
Francis Ford Coppola asegura que lo que más le atrae de Argentina son el carácter intelectual y las tradiciones culturales, desde el cine y el teatro hasta la música y la literatura. No es de extrañar que escogiera Buenos Aires como escenario de su filme Tetro (2009). En el año y medio que pasó rodando la película en el barrio de La Boca, Coppola alquiló una casa en Palermo Soho y dedicó su tiempo libre a pasear por la ciudad, desayunando en cafés históricos y cenando en parrillas tradicionales. Su cariño por Buenos Aires se aprecia en la película y en la casa de alquiler de Palermo Soho, desde entonces convertida en un hotel-boutique que lleva su nombre.
Paisaje de Tafí del Valle, afueras de Tucumán, Argentina © Matias Dandrea / Shutterstock
Mercedes Sosa – Tucumán
“La voz de Latinoamérica”, la mítica cantante Mercedes Sosa (1935-2009) descubrió la música folclórica argentina al resto del mundo. Originaria de la ciudad de Tucumán, en el noroeste del país, Sosa interpretaba temas escritos y compuestos por otros autores, como el músico popular Atahualpa Yupanqui y la gran cantante chilena Violeta Parra.
Sosa obtuvo fama mundial con sus sentidas interpretaciones de aquellos temas, muchos de los cuales rendían homenaje a los paisajes y la cultura del noroeste de Argentina (como “Luna Tucumana”). En los años noventa agotó las entradas de sus conciertos en el Lincoln Center y el Carnegie Hall de Nueva York, en el Coliseo de Roma, e incluso en la Capilla Sixtina de Ciudad del Vaticano. El año de su muerte, Sosa lanzó un álbum titulado Cantora que reunía sus duetos con varios talentos de la música latina, de Shakira y Caetano Veloso a Calle 13.
Como Walsh, Sosa también fue conocida por su activismo político: a través de la música celebró la belleza natural de su país y desafío a los líderes de la dictadura militar; así obtuvo su otro apodo: “La voz de los sin voz”.