Viajar a ciudades sin abandonar una dieta sana
Visitar ciudades abre el apetito. Existen un sinfín de opciones para comer; pero, ¿y si cambiamos los freakshakes y los gofres con helado por algo más nutritivo?
A continuación, una selección de sabrosas recomendaciones para cargar pilas y sentirse bien, a cargo de nuestros expertos urbanitas. Y si alguien necesita inspiración para dar un giro saludable a su dieta, puede hojear, The World's Best Superfoods, lleno de recetas cargadas de vitaminas.
Los súper boles de Singapur
En Singapur, ciudad del buen comer, hay buena comida callejera y cenas refinadas; y si uno se deja llevar, tendrá que añadir un par de agujeros más al cinturón. Por suerte, la moda de la cocina saludable ha arraigado con fuerza en la ciudad.
Para comer sano se puede ir a Grain Traders. Sus dos locales (en las calles Market y Tras) sirven boles de cereales con verduras, proteínas y carbohidratos (opcionales); a elegir entre seis opciones–‘el hibaro’ es la de más éxito– o pedir un bol al gusto.
Y además: Se puede ir a Aloha Poke, en Amoy Street, con un saludable toque hawaiano, o a Ninja Bowl, en Duxton Road, de influencia japonesa.
Ria de Jong es escritora de viajes y vive en Singapur. Tuitea como @Ria_in_transit
Venganza vegana en Budapest
La carne es muy típica en la gastronomía húngara, e incluso los platos ‘vegetarianos’ suelen elaborarse con lardo o szalonna, una panceta ahumada. Pero en los últimos años han surgido restaurantes, cafés y ‘gastronetas’ veganos por toda Budapest.
Vegan Love, en el bulevar Bartok Béla, es un capricho para el paladar por sus hamburguesas y perritos calientes vegetales, con ingredientes saludables. Destaca la hamburguesa de boniato, con remolacha, crema de rábano picante y kétchup casero con albahaca fresca en un panecillo con pipas de calabaza.
Y además: Napfényes Restaurant and Pastry Shop es uno de los locales preferidos de los veganos por sus pizzas y hojaldres, pero también conviene probar el goulash húngaro vegano de Kozmosz.
Jennifer Walker es escritora de viajes y vive en Budapest. Tuitea como @JDWalkerWriter
Cocina de inspiración aborigen en Perth
Los chefs de la capital de la Australia oriental van más allá de la moda de los ingredientes locales de temporada, y reinterpretan platos aborígenes con mucha originalidad: nada de canguro asado ni té al eucalipto; son platos a base de plantas suculentas y algas, frutas y hierbas aromáticas autóctonas, e incluso hojas de árboles. Curados, deshidratados, fritos o crudos, son ricos y crujientes, y saben a la naturaleza de las antípodas.
Para cenas refinadas en la ciudad, Wildflower, da en el clavo con su tartar de emu con ceniza de cebolla, maridando quandong (melocotón silvestre) con pechuga de pato y preparando cócteles con fragante mirto limón y semillas de acacia australiana.
Y además: En Varnish on King, en el centro de Perth, se puede comer codillo de cerdo glaseado con arce y bayas lilli pilli ácidas. The Standard, en Northbridge, sirve trucha oceánica a las finas hierbas con notas florales.
Fleur Bainger es periodista y vive en Perth, Australia. Tuitea como @whitenoisemedia
Comida ecológica en Estocolmo
Los viajeros enseguida se dan cuenta de que en Estocolmo los lugareños saben cómo cuidarse. Hay muchos locales en la ciudad especializados en productos sostenibles, y cada vez es más fácil encontrar comida vegana.
El día puede empezar en Hälsocafet con un buen bol de desayuno a base de súper frutas como açaí, pitaya y acerola. ¿Y por qué no almorzar una ensalada al gusto? Las versiones alternativas de los clásicos modernos son ideales para una agradable fika (que podría traducirse como ‘pausa del café’).
Y además: The Plant, en Skanstull, es un local 100 % vegano y vegetariano. Stockholm Raw, en el emergente barrio de Hornstull, se especializa en sopas, ensaladas y dulces.
Adam Grimshaw es escritor y vive Estocolmo. Tuitea como @AdamGeorgie
Felicidad a la carta en Melbourne
Una cosa es incluir un bol de chía o una colorida ensalada en la carta, y otra muy distinta crear un café dedicado a la felicidad. En Melbourne, ciudad saturada por el concepto ‘comida sana’, Serotonin Eatery, en Burnley, sirve platos enérgicos con ingredientes que, según dicen, liberan serotonina, un neurotransmisor relacionado con el bienestar.
Destacan las tortitas de plátano ecológico deshidratado. Y si aun así uno no sonríe, el amable servicio, un interior luminoso y los asientos-columpio del exterior, son justo lo que se necesita.
Y además: Happy Place, en South Melbourne Market, es ideal para probar comida sana y batidos; y Pana Chocolate, en Richmond, ofrece una selección de chocolates y pasteles veganos, crudistas y ecológicos.
Sofia Levin es escritora gastronómica y de viajes, y vive en Melbourne, Australia. Tuitea como @sofiaklevin
Una ensalada griega en Atenas
Existen muchas variaciones de la ensalada griega, pero la versión clásica siempre lleva tomate, pepino, olivas, queso feta y un buen chorro de aceite de oliva. Conocida como horiatiki (‘aldea’ en griego), es un plato básico típico del país.
En Mana’s Kouzina-Kouzina, en Monastiraki, Atenas, los amantes de las ensaladas descubrirán las especialidades regionales de todo el país, incluidas la mavromati (de judías de careta), la panzaria (de remolacha), y la lachano karoto (tiras de zanahoria y col).
Y además: Destaca el pasteli, la antigua barrita energética griega elaborada con sésamo y miel que venden recién hecha en Pnyka bakery, en Syntagma. Malotira, en el barrio de Plaka, cuenta con los mejores productos delicatesen de Grecia, y ofrece muestras de excelentes aceites de oliva del país.
Marissa Tejada es periodista y vive en Atenas. Tuitea como @tejadamarissa
Vancouver no se queda sin postre; y el viajero, tampoco
La ciudad más grande de Canadá occidental es un hervidero de restaurantes saludables, y los vancouveritas siempre están dispuestos a probar las tendencias más ricas y novedosas, desde reconfortantes platos vegetarianos y nutritivos poke bowls hasta zumos recién hechos y tés kombucha fermentados.
Pero el mayor desafío para muchos lugareños es dar con postres ricos y sanos, como los que sirven en Vegan Pudding & Company, una joya oculta del centro. Sus pequeños cubos de pudín de crema –de sabores como chocolate, vainilla y té verde matcha– son ecológicos y no llevan lácteos, se elaboran con calabaza kabocha y leche de coco para conseguir una textura sedosa.
Y además: También están los helados con base de coco de Earnest Ice Cream; la mousse de coco y chocolate del vegetariano The Arbor; y los donuts veganos sin gluten de Cartems; con caramelo salado.
John Lee es escritor y vive en Vancouver. Tuitea como @johnleewriter
La abundante cocina asiática de San Francisco
Desde hace mucho tiempo, San Francisco cuenta con una de las mejores cocinas asiáticas de la Costa Oeste, y su proximidad con el Pacífico garantiza marisco y pescado fresco todo el año. En los múltiples restaurantes japoneses de la ciudad hay platos tan nutritivos como la ensalada de alga wakame y la reconfortante sopa de miso, para entrar en calor los días nublados.
Oculto en un callejón en pleno centro del barrio de Marina, el sushi de Ace Wasabi es una apuesta segura por sus ingredientes frescos y su ambiente moderno.
Y además: Conviene empezar el día con una buena taza antioxidante de té verde matcha, y después ir a Hawker Fare, en Mission, a comer som tam (ensalada tailandesa de papaya).
Hope Corrigan es bloguera de viajes. Tuitea como @hopecolette
Bufés vegetarianos en Londres
Lejos queda la época en que la cocina londinense se asociaba, sobre todo, al fish and chips o al pastel de carne con puré de patata. Hoy la capital británica es un paraíso para los viajeros del buen comer.
La población cada vez está más concienciada con su alimentación, y prefiere visitar un mercado ecológico que comer grasas; así han surgido un montón de establecimientos de comida sana.
Ethos, en Eastcastle St, ofrece un ecléctico bufé de platos vegetarianos. Sus ensaladas son originales y deliciosas –destaca la de brócoli y zanahoria con crema de anacardos al curri– y los platos calientes, como los rollitos de calabacín con queso stilton y nueces, también son impresionantes.
Y además: Farmstand sirve ensaladas con ingredientes de origen sostenible, y Casita Andina está especializada en cocina tradicional peruana nutritiva.
Will Jones es un escritor afincado en Londres. Tuitea como @willjackjones
