Qué ver y qué hacer en Australia

© Les Haines - Flickr
Adelaida, sur de Australia

Las experiencias ‘aussies’ que no deben perderse

¿Cómo conocer una isla que es en realidad un continente? ¿Quedarse para siempre buceando entre las islas de la Barrera de Coral o perderse por un desierto infinito que invita a la aventura? ¿Conocer a los auténticos aborígenes en las reservas tropicales del norte o descubrir la moderna Perth? ¿Relajarse contemplando la bahía de Sydney o vivir la nueva marcha cultural y artística de Melbourne? Australia es infinita, o casi, pero hay experiencias que los aussies recomiendan sin duda alguna.

1. La Gran Barrera de Coral, imprescindible

Es irrepetible y es la visita ineludible para todos los que viajan hasta Australia. Este arrecife de aplastante belleza es Patrimonio Mundial de la Unesco. Con más de 2000 km del litoral de Queensland, es un complejo y frágil ecosistema habitado por deslumbrantes corales, lánguidas tortugas marinas, rayas, tímidos tiburones de arrecife y peces tropicales de todos los colores y tamaños. Se puede contemplar practicando submarinismo, buceo, o mediante un pintoresco vuelo o un circuito en barco de fondo acristalado.

2. Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta, el corazón de un continente

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Monte Uluru © Richard Fisher - www.flickr.com/photos/richardfisher/3114503461
 Monte Uluru © Richard Fisher - www.flickr.com/photos/richardfisher/3114503461

Es el centro de todo, el corazón físico y espiritual de Australia. Un lugar remoto en medio del desierto que resplandece en medio del outback australiano de profunda trascendencia cultural. Uluru el monolito sagrado de los aborígenes, constituye una peregrinación especial, pero este parque nacional ofrece mucho más; aparte de los Kata Tjuta (monte Olga), hay paseos místicos, sublimes puestas de sol, cielos nocturnos cubiertos de estrellas, hoteles de lujo y antiguas culturas del desierto por descubrir.

3. Perderse en la selva tropical de Daintree

En contraste con el desierto del outback y con la resplandeciente Barrera de Coral, la tercera cara de la naturaleza australiana es la selva tropical que encontramos por ejemplo en Daintree, no muy lejos de Cairns. Se viaja al pasado al adentrarse en esta antigua selva declarada Patrimonio Mundial: palmitos, helechos de aspecto prehistórico y retorcidos manglares se precipitan hacia un brillante litoral de arena blanca. La zona se puede explorar en circuitos nocturnos de observación, rutas de montaña, pasarelas colgantes, excursiones en todoterreno, paseos a caballo, kayak, cruceros para avistar cocodrilos o circuitos por campos de frutas tropicales. 

4.  Un día en la Ópera de Sídney

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Ópera de Sídney © Tatyana Kozlova - www.flickr.com/photos/kozya27/22348561834
 Ópera de Sídney © Tatyana Kozlova - www.flickr.com/photos/kozya27/22348561834

Situado en el Bennelong Point del puerto de Sídney, es el edificio más emblemático de Australia. Obra de Jørn Utzon, este edificio blanco y en forma de velas, que en su día fue todo un hito de la arquitectura, forma parte de un espectáculo visual más amplio, en el que también colaboran el llamativo puente del puerto, el agua azul brillante y los ferris verdes cruzando la bahía. Todo el mundo puede vivir su magia gracias a un bar muy bien situado en la orilla, un famoso restaurante francés, visitas guiadas y un gran programa de espectáculos. Más allá de su ópera y su bahía, Sídney tiene playas, restaurantes, bares y vida nocturna. Su credo es “come, bebe y sal de fiesta; al día siguiente, duerme la mona en la playa”.

5. Vida callejera en Melbourne

Melbourne no se parece nada a Sídney. Sus encantos son otros: como los parques y jardines del extrarradio, sus tranvías, su población loca por el deporte, su arte callejero, célebre en todo el mundo, y también los restaurantes de moda, entre los que habrá, seguro, algunas furgonetas de comida. Se podría decir que es la capital artística, llena de galerías, salas de conciertos, librerías y teatros. Las citas obligadas: ver un partido de críquet o de fútbol australiano en el MCG, ir de bar en bar, tomar café y comer en sus restaurantes.

6. Vida ‘hipster’ en Perth y Fremantle

Pese a su aislamiento, Perth está a la última. Sofisticados restaurantes promocionan la cocina de Mod Oz –algunos en edificios patrimoniales restaurados del centro– y en las callejuelas del centro se pueden encontrar elegantes coctelerías. Es el principal puerto de Australia Occidental, una ciudad llamativa, artística y estudiantil, que exhibe joyas de la arquitectura victoriana. Está apartada, más cerca de Singapur que de Sídney. Pero como sucede en los puertos, con las mareas llegan influencias del mundo exterior y un talante global. En contraste con la llamativa fachada de Perth frente al río Swan, en los barrios más bohemios del interior encontraremos cocinas de todo el mundo. Fremantle (la moderna “Freo”) tiene cervecerías artesanas, música en directo, bares, puestos de marisco del Índico, músicos callejeros, playas, mercados y estudiantes.

7. Surf en Bondi Beach

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Bondi Beach © istolethetv - www.flickr.com/photos/istolethetv/8611687379
 Bondi Beach © istolethetv - www.flickr.com/photos/istolethetv/8611687379

La playa más próxima a Sídney es Bondi, una de las mejores del mundo y con un ambiente cien por cien australiano. Surfistas, modelos, skatepunkers y mochileros disfrutan en los bares, pubs y restaurantes de Campbell Pde. Tiene siempre buenas olas (y abarrotadas) y resulta perfecta para un baño movidito. Se recomienda la excursión del Coogee Clifftop Walk, que empieza en el extremo sur de la playa.

8. La buena vida playera de la Gold Coast

Más al norte, las costas de Queensland son lo que uno espera de una playa australiana: buena vida, arena limpia, aguas templadas, buenos rompientes, y sobre la arena bronceados dioses del deporte y socorristas australianos que patrullan por la arena y ponen a prueba sus habilidades compitiendo en los carnavales de surf, unas pruebas agotadoras que incluyen natación, carreras por la playa y regatas. En el lugar se concentran también los mayores parques temáticos del país.

9. Los apóstoles de la Great Ocean Road

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Los apóstoles de la Great Ocean Road © Bowfinger26 - www.flickr.com/photos/cweickhmann/9338913542
 Los apóstoles de la Great Ocean Road © Bowfinger26 - www.flickr.com/photos/cweickhmann/9338913542

Los Doce Apóstoles son parada obligada para sacar una foto cuando se recorre la Great Ocean Road, la carretera costera del estado de Victoria. Después de ver estas curiosas formaciones rocosas que emergen del mar, uno puede adentrarse por selvas tropicales con poblaciones pequeñas y grandes árboles. Los secretos de la Great Ocean Road no acaban aquí; algo más lejos está el tesoro marítimo de Port Fairy y el oculto cabo Bridgewater. Como colofón, se puede caminar desde Apollo Bay hasta los Apóstoles por el Great Ocean Walk.

10. Byron Bay, cultura australiana 100%

Llena de canguros y de sombreros Akubra (los típicos sombreros australianos), la espléndida Byron Bay es un símbolo de la cultura australiana; un lugar al que acuden familias, surfistas y amantes del sol de todo el mundo. Al atardecer todos hacen lo mismo: disfrutar de los fabulosos restaurantes, el ritmo pausado y la increíble oferta de actividades de una de las costas más bellas del país.

11. Perderse en las islas Whitsunday

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Isla Whitehaven © dany13 - www.flickr.com/photos/dany13/5491401519
 Isla Whitehaven © dany13 - www.flickr.com/photos/dany13/5491401519

Uno puede visitar un montón de islas tropicales en la vida y no dar nunca con la belleza de las Whitsunday. Se zarpa en yate desde Airlie Beach para naufragar entre estas exuberantes islas en una lenta búsqueda del paraíso que se puede encontrar en más de un sitio. No hay que perderse la playa Whitehaven, una de las mejores de Australia.

12. Arte diferente en Hobart y el MONA

En la isla de Tasmania, el MONA (Museo de Arte Nuevo y Antiguo), es una institución innovadora, junto al río. Descrito por su dueño, el filántropo David Walsh, como una “Disneylandia subversiva para adultos”, sus tres pisos de galerías subterráneas muestran más de 400 obras de arte complejas y controvertidas. Puede gustar o no, pero no deja indiferente. Hobart es una pequeña e ideal ciudad que rebosa historia colonial y belleza natural.

13. Trepar por Monte Cradle

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Monte Cradle © Doug Beckers - www.flickr.com/photos/dougbeckers/8708846807
 Monte Cradle © Doug Beckers - www.flickr.com/photos/dougbeckers/8708846807

Y frente a la cara cultural de Tasmania, el Monte Cradle es su parte más natural. Esta escarpada montaña, tallada por milenios de hielo y viento es la más reconocible y espectacular de la isla. La cima ofrece paisajes increíbles de la región; para ascender y bajar se necesita todo un día (y trepar por las rocas). También se puede admirar desde abajo y llenarse de imágenes perfectas del monte con el lago Dove a los pies. Si la cima está cubierta por nubes o nieve, el viajero puede refugiarse junto al fuego en uno de los hostales próximos y regresar al día siguiente.

14. La última frontera: Broome y el noroeste de Australia

Agreste, remota y de increíble belleza, la última frontera promete grandes aventuras. Las ardientes llanuras salpicadas de spinifex y boababs ocultan cascadas y en sus solitarias costas alternan playas y arrecifes. Las distancias son enormes y los pueblos escasos, pero hay tres enclaves declarados Patrimonio Mundial: Shark Bay, Ningaloo y Purnululu; Broome es una de las grandes encrucijadas de viajeros y la península Dampier, una gran experiencia: extraordinarios acantilados, tierras rojizas, experiencias culturales indígenas y campings de lujo.

15. Museos y galerías de arte de Canberra

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Canberra © krheesy - www.flickr.com/photos/129440207@N08/16162345653
 Canberra © krheesy - www.flickr.com/photos/129440207@N08/16162345653

La capital australiana tiene tan solo un siglo de antigüedad y fue edificada ex profeso para servir como centro administrativo, pero se ha preocupado siempre por la historia. Su mayor atractivo es el conjunto de museos y galerías de arte centradas en la interpretación de la historia nacional, como la National Gallery of Australia, el National Museum of Australia, la National Portrait Gallery y el Australian War Memorial, que ofrecen una introducción a la historia y la cultura del país.

16. Vida rural en la región de Margaret River

En el suroeste de Australia Occidental se podrá disfrutar del placer de recorrer carreteras rurales visitando una bodega tras otra. Pero también se pueden visitar cuevas y núcleos históricos y alucinar ante las flores silvestres. Los surfistas disfrutan en los excelentes rompientes próximos a Margaret River y se encontrarán muchas playas de arena blanca impolutas. A finales de invierno y principios de primavera pueden avistarse ballenas migratorias en la “Humpback Highway”.

17. El ‘outback’ y Broken Hill

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Broken Hill © Simon Yeo - www.flickr.com/photos/smjb/10218796893
 Broken Hill © Simon Yeo - www.flickr.com/photos/smjb/10218796893

La Oodnadatta Track de Australia Meridional o la Birdsville Track del suroeste de Queensland forman parte del outback. Allí el cielo es más azul y el polvo más rojo, los días se miden en kilómetros, montículos y reventones de ruedas y las noches se pasan en hoteles de cinco trillones de estrellas, esperando a que caiga alguna… Si hay poco tiempo se puede ir al pueblo de Broken Hill, lo más lejos de la costa que se puede llegar en un día.

18. Aventura tropical : Darwin y Parque Nacional Kakadu

Arrasada por las bombas de la II Guerra Mundial y el ciclón Tracy, Darwin se ha reinventado varias veces. Esta ciudad fronteriza en medio del trópico es el punto de partida a los desiertos principales de Australia. En el Parque Nacional de Kakadu (2 h al sureste), puede verse arte rupestre indígena e idílicas charcas a los pies de cascadas. La presencia de aves chillonas y cocodrilos marinos está asegurada.

19. Isla Fraser, paraíso de arena

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Isla Fraser © Master Man - www.flickr.com/photos/masterman/2217457281
 Isla Fraser © Master Man - www.flickr.com/photos/masterman/2217457281

En la mayor extensión de arena del mundo hay dingos, pecios y toda clase de aves. Los todoterrenos (los utilitarios están prohibidos) se dispersan en busca de lugares de acampada y playas blancas. La abrupta costa descarta cualquier idea de hacer algo más que pasear entre arroyos cristalinos y lagos de agua dulce. A corta distancia en ferri está la bahía de Hervey, cuya costa frecuentan ballenas jorobadas.

20. Adelaida y la ruta del vino en el sur de Australia

Adelaida está ebria del éxito de sus tres regiones vinícolas, todas a menos de 2 horas por carretera: Valle Barossa al norte, con sus tintos potentes, sus vinos añejos y sus métodos alemanes; McLaren Vale al sur con su paleta mediterránea de vinos y syrah; y el Valle Clare, famoso por su riesling y sus paseos en bicicleta. Los secretos mejor guardados son los fantásticos vinos de las colinas de Adelaida y el cabernet sauvignon de Coonawarra.

21. Nadando con tiburones ballena en Ningaloo

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Ningaloo © Andy Tyler - www.flickr.com/photos/andy_tyler/7263277094
 Ningaloo © Andy Tyler - www.flickr.com/photos/andy_tyler/7263277094

En Ningaloo, Patrimonio Mundial y casi tan bello como la Gran Barrera de Coral, uno puede nadar con gigantescos y “amables” tiburones ballena, bucear entre corales, hacer surf en arrecifes y submarinismo en uno de los mejores lugares del mundo, frente al cabo Noroeste (Australia Occidental). También se puede ir andando desde la playa a lagunas poco profundas y excelentes para el buceo. Hay que acampar o llegar con una excursión desde Exmouth o Coral Bay.

22. En busca del mejor arte indígena

El arte indígena une el pasado y el presente, lo sobrenatural y lo terrenal, la gente y la tierra. Las pinturas puntillistas de Australia Central son exquisitas, como las tallas y los tejidos de las islas Tiwi, las pinturas sobre corteza de la Tierra de Arnhem, los grabados y esculturas de las islas del estrecho de Torres, y las obras de las cooperativas artísticas de los aborígenes. Se puede adquirir en galerías o directamente en los pueblos aborígenes.